Mateo Gómez Aparicio. Presidente del QVIXOTE MARATON.- Se llamaba Laura Luelmo, una persona más en el carrusel del día a día, como Vd. y como yo. Conocida y querida en su ámbito cercano, tal vez como Vd. y como yo. La han asesinado por ser mujer. Se han truncado, la juventud, los sueños, las ilusiones. El espejo de su mirada, como el de tantas mujeres asesinadas por serlo, no volverá a reflejar las cosas cotidianas de la vida.
Una y otra vez tropezamos en la misma piedra, no aprendemos. La bicha que encerramos dentro no nos permite avanzar. La violencia machista en nuestra sociedad es la manifestación más cruel, terrible y perversa de la desigualdad que existe entre hombres y mujeres. Tal vez para un hombre sea imposible entenderlo porque nos educaron desde la cuna para no verlo, ¿qué otra explicación cabe? Como Laura decía, “hay que enseñar a los monstruos a no serlo”.
No podemos, no debemos, limitarnos solamente a recordarlas en la complacencia de una manifestación que sirva para calmar las malas conciencias por no hacer nada. De una vez por todas, debemos lanzarnos al monte si queremos que esta carnicería acabe; y ser conscientes de que no puede existir paso atrás ni para coger empuje. Acaba de ser violada, torturada y asesinada una mujer, simplemente porque era mujer. Acaba de desaparecer un universo de manera violenta. ¿Qué le decimos a Laura?, ¿qué les decimos al resto de mujeres asesinadas por ser mujeres? ¿Qué les decimos a las mujeres que viven y quieren vivir? ¿Qué hay que tener calma? , ¿Que debemos tomarnos las cosas sosegadamente?, ¿Qué el problema estará solucionado en cien años?
¿Por qué una mujer debe sentir miedo si sale a correr sola? ¿Por qué tiene que medir el lugar, la hora o la ropa que lleva puesta cuando desea salir a hacer deporte? ¿Por qué los hombres no lo sentimos?
Es obligado construir una sociedad y avanzar en una masculinidad alejada de patrones patriarcales y machistas, donde hombres y mujeres vivan su día a día en igualdad de derechos y libertades. Es la tarea pendiente de la educación como sistema.
Por eso, ahora y siempre, desde el mundo del deporte, actividad transversal a todas las sociedades, queremos mostrar nuestro sentimiento compartido de dolor y repulsa ante la persistencia de la violencia machista que incide con mayor ensañamiento hacia las mujeres.
No debe ser solamente una cuestión de recuerdo, que también, es una cuestión de denuncia ante uno de los retos más difíciles e importantes a los que se enfrenta nuestra sociedad. No nos podemos permitir aceptar estos asesinatos horribles como algo habitual; eso nos hace peores como sociedad y como personas.
El próximo viernes, a las 19 horas, en el parque de Gasset, el mundo del deporte, esa actividad transversal a toda la sociedad, correrá por una mujer, Laura, y por todas las mujeres que deseando hacerlo ya no pueden.