Médicos de la especialidad Familiar y Comunitaria del Área de Salud de Atención Primaria de Toledo, dependiente del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha, han obtenido el premio al mejor caso clínico en las 23ª Jornadas de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia de Atención Primaria en Castilla-La Mancha celebradas en Almagro.
Bajo el título ‘Longitudinalidad: clave en la consulta de Medicina de Familia’, las médicos residentes de segundo año de la Unidad Docente Multiprofesional de Atención Familiar y Comunitaria de Toledo, Melody Muñoz, Sara Díaz y Rosa Mar Sánchez del centro de salud de Bargas, Noelia Dorado del centro de salud Santa María de Benquerencia de Toledo y Julia de Fez del centro de salud de Camarena, así como la médico de familia Ana Isabel Alarcón del centro de salud de Santa Bárbara presentaron el trabajo premiado en estas jornadas.
Este estudio aborda el caso de una mujer de 71 años de edad con fractura atípica de fémur y probable relación con la toma crónica de bisfosfonatos, fármaco prescrito para el tratamiento de la osteoporosis que presentaba la paciente. “Este caso es un ejemplo más que pone de relieve la importancia de la longitudinalidad en la consulta de medicina de familia”, ha explicado una de las autoras, Melody Muñoz.
En el ámbito clínico se entiende por longitudinalidad el seguimiento de los distintos problemas de salud de un paciente llevado a cabo en Atención Primaria por el mismo médico. Ésta es una de las características de la medicina de familia, junto con la accesibilidad al sistema sanitario, la coordinación y la integralidad de la atención, principalmente.
En todo caso, es importante destacar que la longitudinalidad no debe confundirse con la continuidad asistencial, que es el seguimiento por uno o varios médicos de un problema de salud específico de un paciente en el ámbito de la Atención Primaria, Hospitalaria y de urgencias.
La longitudinalidad precisa mantener una estabilidad en el tiempo y espacio de la relación médico-paciente, que difícilmente pueden ofrecer la atención hospitalaria o los servicios de urgencias. “La clave reside precisamente en esta relación, lo que posibilita que el médico de familia tenga un mayor conocimiento del entorno del paciente y sus enfermedades facilitando una valoración más precisa del problema de salud”, ha añadido Melody Muñoz.
Esta característica exclusiva de la medicina de familia favorece la resolución en el ámbito de la Atención Primaria, aumenta la satisfacción del paciente, consume menos recursos asistenciales, reduce la frecuentación hospitalaria y el riesgo de muerte.
En este sentido, cabe destacar que existen estudios acerca de la asociación entre la longitudinalidad y la prevención de ingresos o su influencia en la calidad de la atención sanitaria.