El Programa de Termalismo del Gobierno de Castilla-La Mancha pasará de las 533 plazas ofertadas en 2015 a las 8.000 en 2019, “un cambio impresionante”.
Así lo ha anunciado la consejera de Bienestar Social antes de la reunión que ha mantenido con la Junta Directiva de la Asociación de Balnearios de Castilla-La Mancha, con la que ha analizado el desarrollo del Programa de Termalismo durante el presente ejercicio.
Sánchez ha destacado que el año que viene el Gobierno regional aumentará la oferta de plazas en los dos programas de termalismo hasta llegar a las 7.000 en Termalismo Social, 2.000 más que en 2018, y a las 1.000 de Termalismo Terapéutico.
En cuanto al balance del 2018, ha comentado que 5.000 personas se han beneficiado del Termalismo Social, 1.500 más que en 2017 cuando se adjudicaron 3.500 plazas, frente a las 373 ofertadas en 2015.
Además, 895 personas han podido disfrutar del Termalismo Terapéutico, duplicándose prácticamente la cantidad de personas participantes con respecto a 2017, frente a las 160 de 2015.
Sánchez ha recordado que en Castilla-La Mancha “tenemos unos de los mejores balnearios de toda España” y que precisamente el Programa de Termalismo es uno de los que más satisfacciones está dando fundamentalmente a las personas mayores, pero también a otros colectivos que se benefician del Termalismo Terapéutico, como son las personas con Alzhéimer, o enfermos de Parkinson, entre otros, a los que les “produce mucha salud y bienestar”.
Asimismo, ha puesto de manifiesto que el Gobierno regional tiene un compromiso muy especial con este programa, ya que fue el presidente Emiliano García-Page quien lo puso por primera vez en funcionamiento cuando era consejero de Bienestar Social, y que además de permitir que la ciudadanía pueda disfrutar de los beneficios de las aguas termales, produce riqueza allí donde se encuentran los balnearios. Concretamente, los programas de termalismo ayudan a mantener 600 empleos directos y 1.700 indirectos en las zonas rurales en las que se ubican los nueve balnearios de la región que participan en ellos.
En este mismo sentido se ha pronunciado el presidente de la Asociación de Balnearios, Justo Losa, para quien estos programas son “casi la base de nuestro negocio, nos hace estar abiertos diez meses”, frente a los cuatros años en los que, debido a su paralización por el anterior Gobierno, tenían que “cerrar dos meses porque no teníamos gente”. Losa ha asegurado que en los pueblos cercanos a los que se encuentran los balnearios no hay paro, por el trabajo indirecto que se genera en el sector de la hostelería.
