El Gobierno regional apuesta por los canales cortos como modelo de distribución y consumo “sostenible económicamente, socialmente y medioambientalmente”, a través de una nueva línea de ayudas que, dotada con un millón de euros, acercará a productores y consumidores con un máximo de un intermediario, de la que podrán beneficiarse también los viticultores.
Así lo ha trasladado en el día de hoy el consejero de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural de Castilla-La Mancha, Francisco Martínez Arroyo, durante la clausura de la jornada ‘Estrategias del sector vitivinícola ante el reto del cambio climático’, desarrollada en la Escuela de Administración Regional en Toledo y que ha sido organizadas por la Organización Interprofesional del Vino de España (OIVE) y la Plataforma Tecnológica del Vino (PTV).
En el cierre de esta jornada, el consejero ha estado acompañado por el presidente de la Interprofesional del Vino de España (OIVE), Ángel Villafranca; la directora territorial de CaixaBank en Castilla-La Mancha y Extremadura, Isabel Moreno y la presidenta de la Plataforma Tecnológica del Vino, Mireia Torres. Además, han estado presentes más de un centenar de expertos del sector vitivinícola de todo el país. Martínez Arroyo ha subrayado que esta nueva convocatoria, que ha visto la luz hoy en Consejo de Gobierno, se publicará en próximos días y supondrá una cuantía de hasta 100.000 euros por proyecto.
De manera directa podrán beneficiarse de ella aquellos proyectos de cooperación entre viticultores de una zona, por ejemplo la marca colectiva Cueva en la provincia de Toledo, ha dicho, que pueden trasladar su producto directamente a la restauración, siendo una ayuda compatible con los esfuerzos que hace el sector en materia de exportación.
El consejero ha subrayado en su intervención que hay que seguir avanzando y ha centrado sus palabras en la importancia de educar al ciudadano sobre la problemática del cambio climático, sobre todo, a los más pequeños, que serán “los consumidores del futuro”.
De esta forma, se les hará llegar dentro de las acciones incluidas dentro del Programa Operativo de Educación Ambiental puesto en marcha por el Gobierno regional, el uso del agua de forma eficiente en la agricultura de Castilla-La Mancha y que es fundamental para que la viticultura sea rentable, en un sector, donde el propio viñedo se adapta a esta realidad “inexorable” del cambio climático a diario, pero contra la que “es posible luchar a día de hoy”.
Al respecto, ha mencionado en Castilla-La Mancha se ha elaborado una estrategia de lucha contra el cambio climático, poniendo el foco en programas de mitigación de los efectos de esta realidad que es el mayor reto al que se enfrenta actualmente la sociedad y donde se debe orientar la actividad económica, incluido el sector agroalimentario, que ya está trabajando en cuestiones relacionadas con la economía circular.
Sobre la futura reforma de la PAC, ha destacado que en el documento de posición común de Castilla-La Mancha se plantean medidas que podrían aplicarse al Greening o como ayudas agroambientales, como son las cubiertas vegetales, ya sean permanentes o temporales, en las calles de cultivos leñosos que mejorarían la materia orgánica del suelo, su estructura, su capacidad de retención de humedad, reduciendo por ejemplo, el peligro de erosión.