La directora general de Planificación, Ordenación e Inspección Sanitaria, María Teresa Marín, aprovechó la visita que ha realizado este fin de semana al complejo residencial “Carmen Arias” de Socuéllamos para señalar que es preciso superar los compartimentos estancos en el ámbito de la atención a las personas que se benefician de alguno de los programas de atención sociosanitaria del Gobierno de Castilla-La Mancha.
Marín puso como ejemplo el centro residencial socuellamino, donde conviven mayores y jóvenes con daño cerebral sobrevenido y, desde el pasado abril, diez personas con problemas mentales beneficiarias del Plan de Salud Mental puesto en marcha por la Consejería de Sanidad a principios de año.
La directora general, que estuvo acompañada por la directora provincial de la Consejería de Bienestar Social, Prado Zúñiga, comentó que los resultados de esta experiencia están resultando “excelentes” porque está contribuyendo a la socialización y normalización de la vida de esta decena de personas.
Cada una de ellas disfruta de un plan de atención individualizado con el propósito de que mantengan y/o consigan la máxima independencia funcional posible en el desempeño de tareas cotidianas y puedan desarrollar su autonomía personal a través de programas de psicoterapia individual y grupal, estimulación cognitiva, integración social, intervención con las familias y de coordinación con las entidades tutelares.
Durante la visita María Teresa Marín tuvo la oportunidad de conversar con algunos de los beneficiarios de estas plazas concertadas por el Gobierno regional, que comentaron que están muy contentos con las instalaciones y el trato que reciben del personal de la residencia.
El complejo “Nuestra Señora del Carmen” de la fundación Carmen Arias dispone también de otras 136 plazas residenciales para mayores y jóvenes con daño cerebral sobrevenido y atiende a cerca de trescientos beneficiarios de los programas de estancias diurnas, ayuda a domicilio, promoción de la autonomía personal y “Cuidar a quienes cuidan”.
La gran mayoría de estas plazas residenciales y de apoyo temporal y domiciliario las sufraga el Gobierno regional a través de un convenio marco con la Consejería de Bienestar Social.
Once millones de euros
El Plan de Salud Mental 2018-2025 fue aprobado en abril de este año y pretende consolidar un modelo de atención comunitaria basado en los pilares en los que se sustenta la política sanitaria de Castilla-La Mancha, orientar la atención de la salud mental hacia las personas, la humanización de la asistencia, la sostenibilidad y y la adopción de medidas de promoción de los profesionales que trabajan en salud mental.
El plan cuenta con una dotación presupuestaria de 11 millones de euros y contempla el incremento de plazas residenciales, más recursos y más programas de prevención.
Así, además de estas plazas residenciales concertadas en Socuéllamos, en la provincia de Ciudad Real está prevista la creación de una residencia comunitaria de cuarenta plazas para personas con trastorno mental grave, así como la apertura de un nuevo hospital de día infanto-juvenil que se pondrá en marcha en la capital y el incremento de plazas en las unidades de media estancia.