Jesús Millán Muñoz.- ¿Hagámonos preguntas duras y difíciles, pero necesarias, ha habido interés, existe interés, por parte de grupos o colectivos o personas o ideologías, no desarrollar lo suficiente la Mancha, para que la Mancha, sea siempre una tierra de emigración o de migración hacia otras regiones de España o de Europa o del mundo…? ¿Ha habido interés no desarrollar lo suficiente la Mancha, a nivel económico, social, cultural, religioso, etc., para que de ese modo, tener una masa de votos cautivos, de opciones sociopolíticas, de un determinado cariz…?
¿Se ha dejado relegada siempre la Mancha, a un tercer o cuarto lugar, dentro de la Península Ibérica, por diversos intereses, o por diversas fuerzas externas e internas, cuándo otros crecían cinco equis, nosotros crecíamos dos o tres o un equis, y así se ha mantenido ese crecimiento durante generaciones…? ¿Quizás, ha habido intereses por parte de unos y de otros, que en la Mancha, de una forma real o soterrada, superficial o profunda, estemos enfrentados unos a otros, por ideologías o por mil cuestiones, en vez, de pensar en el bien común y general, en mirar todos juntos, o al menos, permitirnos mirar al futuro, para todos vivir mejor, los de una ideología o los de otra, los de un estrato social o, y los de otro…?
Si de verdad queremos curar la herida, lo primero que tendremos que hacer es diagnosticar que herida o enfermedad padecemos, o qué males sufrimos. Hacerlo con prudencia y mesura y moderación, pero con realismo y verdad. Cuándo sepamos que heridas y males sufrimos, comparándonos con otros, analizándonos a nosotros mismos y a otros, tendremos que empezar, teniendo en cuenta, el lugar donde estamos, con los recursos que tenemos, que podemos y que podremos hacer…
Analizar, y mirar el presente, analizar y curar las heridas, analizar y mirar hacia el futuro. Creo que esta seria la fórmula posible, para empezar a que el carro, no digo que no camine, que lo hace, pero lo haga más deprisa. Preguntemos a los especialistas y expertos de un sector de la sociedad y de otro, que nos digan su parecer, su diagnóstico, su pronóstico, su terapia. Y apliquémosla. Tengamos fe en el saber ortodoxo y apliquémoslo a y en todos los campos. Consultemos con los que de verdad saben, que sean racionales y moderados sus diagnósticos, al menos sean realistas y lo más verdaderos posibles. Empecemos a despertar de la siesta de tantos males y carencias y necesidades que tenemos…
Tendremos que ayudarnos, o dirigir el timón, con la empresa pública, con la administración pública, pero también con la privada. O con la intersección de ambas. Tendremos que respirar más deprisa para intentar caminar más deprisa. Tendremos que despertar de la siesta de siglos. Debemos hacerlo porque no tenemos otro remedio, si queremos vivir y sobrevivir…
Quizás, la Mancha y lo manchego y los manchegos están recorridos en sus entrañas, por algo que podríamos denominar una especie de “pesimismo histórico”, una especie de aceptación, en mayor o menor grado aceptada, de “destino trágico o pesimismo trágico”.
Y es esta la mentalidad que tenemos que combatir, somos iguales, en dignidad y derechos y deberes al resto de ciudadanos de España, y de Europa. Por tanto, lo bueno que ellos hayan conseguido, nosotros, en la medida de lo posible, del sano realismo y de la sana realidad y del sano racionalismo y del sano empirismo, debemos y podemos aplicar.
Si somos capaces de luchar contra nuestro “pesimismo histórico”, y si quieren, acepten el concepto, con mesura o medida, un “cierto complejo de inferioridad”. Si luchamos contra esa doble tenaza de sentimientos y de conceptos o ideas, podremos empezar a realizar, pequeñas y medianas y grandes cosas, a y en todos los terrenos. No somos menos inteligentes que los demás, no tenemos menos voluntad que los demás, no somos menos seres humanos que los demás. Por tanto, rompamos el vestido histórico, de esa tragedia-comedia interior que nos atenaza, nosotros, nosotros podemos ser y llegar a ser, como los demás, en lo bueno y en lo verdadero…
Empiecen, por ejemplo, en cada localidad, pueblo, ciudad, barrio de la Mancha, qué personas o personajes han ido pasando por esos lugares. Pasen a la Web del ayuntamiento, o de grupos o entidades privadas, la historia de su comarca, ciudad, localidad, pueblo. Recojan todo el material, que sea cierto o verdadero o verídico, háganlo y verán, que también hemos tenido historia, que hemos tenido luces y sombras, pero también han recorrido nuestras calles, personas, de paso o que han nacido o de viaje o que han habitado nuestras aceras o tierras o sudores o soles, también personas y obras que merecen recordarse, sean de segundo o quinto nivel.
Pero es lo que tenemos, tenemos el sol que tenemos, tenemos el agua que tenemos, tenemos el clima que tenemos, y tenemos los seres humanos que hemos tenido. Pero tenemos que recuperar lo que hemos tenido, y lo que tenemos ahora mismo. En esta idea, pueden existir docenas de iniciativas posibles, materializarse o concretizarse en docenas de posibilidades. Y lo que en algún lugar se haga, y sea bueno y sea legal y sea moral, aquí también lo podríamos hacer, a y en todos los sentidos, a y en todos los sectores, sean culturales, sean sociales, sean económicos…
Pongamos un pequeño ejemplo, de un pequeño sector de la realidad. Desconozco cuánto número de artesanos del barro, de la cerámica popular o no popular todavía existen en la Mancha. Antes que este sueño se termine. Aprovechen, incentiven a los que existan, que realicen además de la artesanía popular y tradicional, que tengan por costumbre, alguna innovación. Incentiven que puedan existir sus productos en ferias regionales o nacionales, incentiven, por iniciativa privada y por colectivos concretos, y algo de ayuda administrativa, esta industria. Y así, en todos y cada uno de los sectores…
Contemos, analicemos, estudiemos, ponderemos, todos y cada uno de los sectores de la realidad, de la economía, de la industria, de la artesanía, de la agricultura, de la cultura, todos y cada uno. Analicemos todos y cada uno, los cientos existentes, e intentemos dar un salto hacia delante, intentemos dar un salto. Tengamos la voluntad de dar un salto hacia delante…