Jesús Millán Muñoz.- El Walhalla como monumento se realizó para honrar y recordar y laurear y distinguir a los alemanes o germánicos notables. Es un templo neoclásico cerca de Ratisbona, en Baviera, Alemana, fue sugerido por el Rey Luis I de Baviera, construido entre 1830 y 1842.
Como se sabe el Walhalla era el salón de los dioses de la mitología germánica y nórdica. Este edificio es una copia perfecta del Partenón de Atenas.
Lo que distingue este monumento es que en su interior existen las esculturas de los rostros o bustos de 130 personas o personajes ilustres de la historia germánica, en este recorrido de dos mil años.
Entre otros, empezando por el personaje más antiguo está Arminio, el que venció a las legiones romanas de Augusto, y entre otros por citar algunos: Adenauer, Augusto II de Polonia, Gutenberg, Bach, Handel, Haydn, Beethoven, Röntgen, Herder, Rubens, Brahms, Herschel, Schelling, Kant, Durero, Van Dyck, Leibniz, Lutero, Wagner, Federico II, Mendel, Gauss, etc.
Supongo que en esta lista faltan Einstein, Freud.
Pero admitamos algunas consideraciones:
¿Podríamos nosotros, los españoles o hispánicos o la hispanidad hacer un monumento semejante al Walhalla?
Es obvio y evidente, que no están los tiempos para realizar un templo de esas dimensiones, y con el coste que esto supone, pero en alguno de los palacios o monasterios o conventos que están deshabitados podríamos realizar, una especie de Walhalla hispánico, por ejemplo, en la ciudad de Toledo.
Y en ese hipotético monumento o arquitectura y, que en los palacios y monasterios hispánicos siempre existe un claustro, alrededor de dicho recinto situar bustos y rostros de los prohombres y promujeres más importantes de la historia de España y, o de la Hispanidad. Y en el resto de salones o habitaciones o cámaras situar explicaciones o un museo complementario o paralelo, o como se diseñe museísticamente.
Corren tiempos difíciles para la Piel de Toro, quizás también para lo hispánico o la hispanidad. Puede que sea muy difícil seleccionar que figuras tendrían que existir, me temo que también fuese una razón más para la polémica y la controversia.
Pero también pienso que teniendo en cuenta los tiempos que vuelan, quizás un poco más de optimismo hacia nosotros mismos sería conveniente, quizás este hipotético Monumento a la Hispanidad, copiando de algún modo la idea del Walhalla que es diferente a los panteones egregios nacionales, sino simplemente los bustos de grandes personajes. Creo que podría ser una ayuda para la esperanza, cosa que tanto necesitamos…
En ese hipotético Monumento a lo Hispánico, pónganle ustedes el nombre que quieran, supongo que empezaríamos por Viriato, y en el estarían grandes personas-personajes de todas las regiones actuales, y supongo que también habría que incluir de grandes personajes de América hispana, incluso también de Portugal. Tendríamos que incluir también a Colón, Cervantes, Lope de Vega, Calderón. Teresa de Jesús, Magallanes, etc.
Quizás la prensa podría empezar un debate nacional sobre este tema. Dirán que ya tenemos muchos frentes abiertos, pero quizás no sea mal momento para ello. Porque quizás seríamos conscientes de toda la historia, una historia compleja, una historia que hasta dónde sabemos tiene milenios, y que si empezamos por ejemplo con Viriato ya han pasado dos milenios.
No sé el procedimiento como eligieron y seleccionaron los nombres en el Walhalla de Baviera, y no sé como van ampliando diríamos esa nómina de grandes e ilustres personas, pero ahora quizás se podría hacer como todo, creando un grupo de expertos, y después sometiendo de alguna manera al voto popular.
O quizás más fácilmente, un grupo de especialistas, que elegirían un núcleo de nombres, que suponemos nadie discutiría, unos cincuenta o sesenta de todas las actividades humanas y siglos, y después sobre ellos, el tiempo y el refrendo popular asesorado por futuros grupos de expertos podrían ir añadiendo nombres…
No estoy ciego, ni sordo a las dificultades de nuestra mentalidad y de nuestra idiosincrasia, no reniego, ni olvido de lo múltiples intereses regionales o ideológicos que podrían abrirse. Pero también creo que si se hace con mesura, comedimiento, dejando al tiempo que obre, podría ser una medida necesaria y conveniente para abrir una puerta a la esperanza, porque uno tiene la sensación, que el hombre y la mujer de la Piel de Toro está en estos momentos, con una cierta tristeza existencial, como un perderse en el presente, como temer con temor el futuro…
Y esta modesta medida o sugerencia o monumento, en unos años, podría ser real, solo habría que aprovechar cualquiera de los palacios o monasterios o conventos que tenemos en el suelo de la península ibérica, por ejemplo, alguno de Toledo, Almagre y, en unos años instalar el primer núcleo de grandes hombres y mujeres de España o de la Hispanidad. ¡Ahí dejo el guante con corbata de todos los colores…!