“Hoy es un día grande para la cultura de Almagro. Mejor todavía: hoy celebramos en Almagro un día grande para la cultura”. Con estas palabras comenzaba en la noche de ayer, el discurso del alcalde del Ayuntamiento Almagro, Daniel Reina, con las que definía la trascendencia del acto de celebración de los 20 años del Centro Iberoamericano de Creación e Investigación Teatral (CELCIT) que tuvo lugar en el Teatro Municipal pero que “rebasa con creces el ámbito almagreño”.
Reina resaltó la labor realizada por el Celcit durante sus más de 40 años de vida, la mitad en Almagro, como una de esas instituciones transoceánicas que han hecho posible tender puentes entre América y España: “A través del Celcit, el mundo del teatro de América y España se han conocido y han aprendido y han mejorado; si no hubiera sido por él las cosas, sin duda ninguna, estarían peor que están. Eso debemos agradecérselo siempre todos los españoles y todos los latinoamericanos”.
El alcalde también como lo hizo extensible a los almagreños porque el Celcit “ha producido un acontecimiento de tanto nivel y trascendencia como este Festival Iberoamericano de Teatro Contemporáneo de Almagro, o una institución tan venerable y dinámica como La Veleta: levadura cultural, creativa, inquieta, abierta, rigurosa, de calidad indudable, cuya luz se extiende a todos los ámbitos de la cultura”. Como no podía ser de otra manera, Daniel Reina personificó en Luis Molina y Elena Schaposnik su agradecimiento al Celcit. De Luis dijo que es” el piloto incansable que ha conducido el tráfico de ida y vuelta”.
Por último, Daniel Reina habló de la situación actual que atraviesa La Veleta y el Festival que puede poner en peligro su continuidad. “El Ayuntamiento de Almagro, yo mismo, somos plenamente conscientes de ello y somos también conscientes de la pérdida, del descalabro cultural, que supondría para nuestro pueblo y para la cultura en general. Estamos empeñados en salvarlos, pero el desafío nos sobrepasa”. En este punto, Reina pidió ayuda de instituciones de mayor entidad y la de todos los ciudadanos conscientes y preocupados por la cultura: “Quiero creer que la tendremos y, desde luego, no dejaremos de hacer todo lo que esté en nuestras manos para conseguirlo. Ojalá tengamos éxito”.
El acto, presentado e introducido por Francisco del Río, ex presidente del Ateneo y coordinador de la sección de Literatura de la misma entidad cultural, contó también con la presencia del “amigo y compañero” desde los inicios en Almagro del Celcit, el Ateneo representado en su presidente José Antonio Prieto quien volvió a incidir en la estrecha relación de ambas instituciones que anudado su destino y su existencia en una fructífera colaboración de casi 20 años.
Luis Molina agradeció los apoyos y volvió a expresar su deseo de que La Veleta continúe durante muchos años más como punto de encuentro del teatro y la cultura. Como muestra de este agradecimiento y la colaboración recibida, Molina hizo entrega de la medalla del CELCIT y de un diploma a todas las personas e instituciones en “reconocimiento a su entrega y profunda fe en el Teatro como creación humana al servicio de la cultura y su contribución al desarrollo de las artes escénicas iberoamericanas”. Uno por uno, representantes de distintas entidades como Amigos de Javier Segovia, el Taular Teatro, Ateneo, FIVA, el diario Lanza, compañías teatrales iberoamericanas y nombres propios como Luz y Chema, Celia Naharro o María Teresa González subieron al escenario para recibir la distinción.
Tras la conmemoración, la XVIII edición del Festival Iberoamericano de Teatro Contemporáneo continuó con la representación de la compañía chilena La Mona Ilustre con La niña de Canterville, bajo la dirección de Miguel Bregante, basada en la conocida obra homónima del escritor irlandés Oscar Wilde.