Ciudad Real: Una moción de Ganemos pide que el Ayuntamiento deje de “maltratar” a los árboles y que se reduzcan las podas

La colación de unidad popular reclamará al equipo de Gobierno que se lleve ac cabo un cambio “efectivo” en la forma de “tratar, cuidar y relacionarnos con el arbolado de nuestra localidad, que ya debería estar considerado como uno de los grandes activos y recursos de los que dispone la ciudadanía”. En la moción, presentada por su portavoz, Nieves Peinado, Ganemos considera que el Ayuntamiento está “maltratando” el patrimonio vegetal de la ciudad.

La mayoría de ejemplares en el interior de la ciudad, recoge el texto de la propuesta, “se tercian, desmochan o mutilan, casi siempre basándose en un miedo infundado y sin ningún criterio técnico que lo aconseje”. La poda, asegura la formación, no solo no reduce el riesgo de caída de ramas, sino que “son precisamente esas malas prácticas de gestión del arbolado las que los convierten en inseguros, acortan su vida, los afean estéticamente, nos privan de los principales productos que generan y las razones por las que supuestamente los plantamos”.

Por ello, Ganemos reclama la aplicación de la Norma Granada para cuantificación y valoración del arbolado ornamental, “tendente a considerarlo como un activo de propiedad municipal para el disfrute de la población, y estableciendo normas que garanticen el escrupuloso respeto de su integridad, de obligado cumplimiento por parte tanto de la propia administración local como de particulares”.

Asimismo, exige la paralización sine die de las campañas de poda “sistemática” prenavideña, “por afectar a los árboles al final de su período vegetativo en que acumulan reservas para el invierno y suponerles un gravísimo estrés y debilitamiento, así como, en general, durante cualquier fase de su etapa vegetativa”.

Además, limitar las actuaciones de poda “a aquellas derivadas del estudio particularizado del ejemplar en cuestión, adecuado a su problemática particular y que tengan garantías de mejorar sus condiciones en el futuro, siempre bajo el principio de mínima intervención, criterio de eliminación únicamente de ramas terciarias y evitando producir heridas de difícil cicatrización”.

En todo caso, exige aplicar el principio de mínima intervención sobre el arbolado en bulevares, rondas y aquellas calles con anchura suficiente, permitiendo que los ejemplares evolucionen libremente y extiendan su copa en su forma natural.

En caso de que las intervenciones radicales sólo permitan mantener vivo un árbol gravemente dañado, prácticamente inviable o sin posibilidades de desarrollo, se procederá, -salvo que se trate de un ejemplar de especial interés ecológico, ornamental o histórico-, a su inmediata sustitución por otro adecuado y de la mayor talla que sea económica y logísticamente viable, con vistas a reducir el tiempo de recuperación de la sombra, añade la moción.

También, solicita destinar al menos el 50% del actual presupuesto empleado en campañas de poda “a la revisión sistemática del estado de la arboleda, seguimiento de ejemplares dañados o enfermos y sustitución de ejemplares inviables por otros sanos, lo cual será perfectamente factible si se cumplen los puntos anteriores”.

Otra propuesta sería programar una campaña de concienciación ciudadana “sobre la importancia del arbolado urbano, su incidencia en la salud, el bienestar, la economía y la mitigación de los efectos del cambio climático, dirigida tanto a escolares como a adultos, que tenga por objetivo primordial luchar contra los prejuicios y miedos irracionales instalados en parte de la ciudadanía, así como la creencia errónea de que las hojas caducas se consideren basura y que poda se tenga por una fase más del ciclo vital en árboles de sombra”.

Por último, Ganemos sugiere realizar a la mayor brevedad posible un estudio de las principales calles con arboleda que considere todos sus condicionantes ecológicos, arquitectónicos, viarios y de infraestructuras para proponer un plan de actuación y mantenimiento de los ejemplares o su sustitución, progresiva en cualquier caso, por especies más adecuadas si la arboleda resultase inviable a medio plazo.