El vicepresidente segundo del gobierno regional, José García Molina, ha asistido a la clausura del I Foro Internacional Migraciones y Convivencia Ciudadana ‘Toledo Ciudad de Paz’, organizado por el Ayuntamiento de Toledo a través de su concejalía de Cooperación y Educación para el Desarrollo. Durante el acto, en el que han intervenido, además del vicepresidente segundo, Rosa Trujillo en representación de las ONG participantes; Diego Mejías, titular de la concejalía responsable del Foro; y Javier Mateo, concejal de Bienestar Social del Ayuntamiento de Toledo; se ha hecho entrega de los primeros premios ‘Toledo Cultura de Paz’ a la Unión de Ciudades Capitales Iberoamericanas, el diario.es de Castilla-La Mancha, Jesús Vázquez y Acnur, Mensajeros de la Paz, la Librotaberna ‘El Internacional’ y la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena.
En su intervención, García Molina ha señalado que “hablar, debatir y reflexionar sobre derechos fundamentales de las personas, y de convivencia, se ha convertido en una tarea no solo necesaria, sino realmente urgente”. El vicepresidente segundo además ha advertido de la radicalización del discurso político y las decisiones políticas que en toda Europa, y también en España, “toman tintes claramente xenófobos, racistas y excluyentes”. Y “no es ese el proyecto europeo que queremos, ni de país, ni de región”.
En ese sentido, ha dicho, que el Acuerdo Estratégico para la Paz y la Convivencia que desde la vicepresidencia segunda se ha elaborado, busca el compromiso de los partidos políticos, de la sociedad civil y de las autoridades religiosas, con una cultura de la convivencia que combata los radicalismos excluyentes y todo tipo de violencia. Es tarea de los gobiernos autonómicos y locales “asegurar, proteger, y potenciar las condiciones de vida de la gente; e impulsar una cultura de la igualdad de oportunidades para quienes viven, trabajan y desarrollan su vida aquí, y para quienes quieren hacerlo”.
José García Molina ha expresado también el deseo de que Castilla-La Mancha sea un lugar para “nacer o venir, y para quedarse, en lugar de una tierra que se despuebla”. Por eso, ha concluido, “es necesaria una política que proteja a nuestra gente, que le ayude a vivir y trabajar aquí, a emprender y a sentir que en nuestra Comunidad no somos más que nadie, pero tampoco menos que nadie”.