Partido Comunista de España de Ciudad Real.- Vestas León ha comunicado el cierre total de la planta de Villadangos del Páramo despidiendo a más de 500 trabajadores y trabajadoras.
Las razones para el cierre son económicos, no obstante, la multinacional continúa ganando 286 millones de euros tan solo en los seis primeros meses de 2018.
Además Vestas ha obtenido suculentas subvenciones públicas (15 millones concretamente) para su ubicación en León y también para su posterior desarrollo.A pesar de haber inyectado dinero de todos y de todas a esta empresa privada, ahora ésta decide deslocalizar el centro de trabajo de manera unilateral.En segundo lugar, el papel jugado tanto por la Junta de Castilla y León, controlada por el Partido Popular, como por el ejecutivo central socialista de Pedro Sánchez, no ha sido precisamente en beneficio de los trabajadores y trabajadoras, sino buscar una salida pactada. Donde el consenso sea el despido, la indemnización y el desempleo para los trabajadores y la comarca.
Desde el Partido Comunista de España apoyamos las reivindicaciones de la plantilla y de los representantes de los trabajadores y trabajadoras de Vestas León, pero también vamos más allá: exigimos que estas agresiones a la clase obrera no salgan impunes, por tanto, es indispensable que el Estado sancione e intervenga (incluso con la nacionalización) a todas aquellas grandes empresas que no respeten los derechos de los trabajadores o que plantee su deslocalización, el cumplimiento de la legislación laboral y también proteger con ello el tejido productivo nacional.
Somos conscientes de los argumentos que se utilizan para justificar la deslocalizaciones, echando la culpa a los trabajadores de otros países, para desatar el racismo entre nosotros. Pero no será muy difícil comprender, que los que deciden marcharse de España para producir en otros puntos del globo dejando a tirado a 360 trabajadores son los directivos de la multinacional, con la connivencia de nuestros gobiernos nacionales y autonómicos que no defienden los intereses de los trabajadores de nuestro país, poniéndose de rodillas ante las multinacionales.
¿Por qué este conflicto es de interés para los trabajadores de Ciudad Real?
Muy sencillo, la empresa Vestas también tiene un importante centro de trabajo en Daimiel. Si el argumento esgrimido por la empresa para el cierre es el económico, motivo por el cual la reforma laboral del Partido Popular legitima a una empresa para echar el cierre. Que no nos hace pensar que después del cierre de la planta en León, no vendrá el de Daimiel.
Por ello es necesario que mientras la empresa ataque los intereses de los trabajadores en León, los trabajadores de Daimiel deben responder con la unidad y la solidaridad. Si a Vestas solo le importan los beneficios, si solo somos simples números ataquemos allí donde más les duele. Que Anders Runevad se aprenda de memoria esos pueblos de España que se levantaron contra su empresa. Evitando que el desastre que se viene produciendo en Puertollano se extienda en Daimiel, y paremos la debacle en Villadangos del Páramo.