Puertollano: Arco Iris, un proyecto multidisciplinar de integración social para niños y jóvenes

El proyecto Arco Iris, dependiente de la parroquia San Juan Bautista de Puertollano, tiene como principal objetivo promover la inserción social de niños y adolescentes de familias en riesgo de exclusión social de la barriada 630. Se trata de uno de los proyectos sociales que este año se están desarrollando con la colaboración del Complejo Industrial de Repsol en Puertollano y Fundación Repsol.
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Nació hace 12 años para dar respuesta a las necesidades de los niños y jóvenes del barrio que, “por diversas circunstancias sociales y familiares, pasaban mucho tiempo en la calle y en actividades poco beneficiosas para su desarrollo personal”, asegura Jesús Álvarez, párroco de la iglesia. “Se trata de un proyecto de integración, por eso los niños y adolescentes de familias desestructuradas son nuestra principal prioridad en este proyecto”, destaca Jesús Álvarez.

Un total de 129 niños y jóvenes de entre 6 y 20 años de los centros educativos de la barriada y de otros centros de la localidad se benefician del proyecto de forma individualizada, que ofrece actividades de todo tipo. De hecho, el nombre del proyecto surge, como explica Magdalena Martín de la Sierra, coordinadora del proyecto, de la asociación de cada color con cada una de las actividades que se desarrollan en este programa: naranja: apoyo escolar; rosa: talleres creativos; verde: talleres lúdicos; amarillo: talleres de música e interpretación; rojo: jóvenes en formación; azul: acompañamiento y mediación familiar y violeta: educación para convivencia y salud.

Todas ellas enfocadas a afianzar el aprendizaje y elevar su rendimiento académico; potenciar su desarrollo social y personal, así como a favorecer su entorno familiar. Además de estos talleres, que se llevan a cabo en los salones parroquiales de la iglesia, se realizan actividades deportivas y talleres de expresión corporal, como la práctica de la danza del vientre en el Centro de Juventud de la localidad, y la Escuela de Padres y Madres, en la que la formación de familias mejora los resultados de los niños, además de tener efectos positivos en la convivencia.

El proyecto cuenta con 13 voluntarios, que de forma desinteresada acuden todas las tardes hasta los salones parroquiales para aportar su pequeño granito de arena a estos niños y jóvenes que se encuentran en situación de exclusión social, sobre todo inmigrantes, minorías étnicas y familias en situación de desempleo.

Ángela García, voluntaria en apoyo escolar en niños de entre 6 y 12 años, comenta que les preparan para los exámenes, y les ayudan a hacer los deberes del colegio. Melanie y Sara, de 13 y 9 años respectivamente acuden todas las tardes a las instalaciones de la parroquia para “divertirse con los compañeros”. Les encantan practicar deporte, como el balonmano y hacer manualidades y juegos. Estas familias cuentan con un espacio para ellos, diseñado para cubrir sus necesidades educativas y sociales facilitando así su inserción social.

Repsol y su Fundación patrocinan este proyecto en Puertollano a través de su convocatoria de ayudas sociales, como parte de su responsabilidad social en los entornos donde tiene presencia.

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6 COMENTARIOS

  1. Y es que la Fundación Repsol y las asociaciones que desarrollan su labor social en la ciudad de Puertollano han sido siempre un matrimonio bien avenido…..

  2. Sectarito no olvides a las agrupaciones cristianas aunque te produzcan urticaria.Los progres no valeis ni para la foto Charles el iluminado.

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