Banderines alusivos a la Pandorga, la fiesta más multitudinaria de cuantas se celebran en Ciudad Real, cuelgan de las farolas del centro de la capital. La figura del pandorgo, el escudo de la ciudad y, sobre todo, el pañuelo de hierbas destacan sobre estos elementos decorativos que anuncian la llegada de uno de los días más especiales del año culipardo: el 31 de julio.
Ayer mismo se presentó la Pandorga en la Gran Vía de Madrid, y la Hermandad de Pandorgos ha organizado diversos actos –conferencias y un espectáculo folclórico, para celebrar su trigésimo aniversario. Este viernes se presentará en los Jardines del Prado a la Dulcinea 2018 y en el mismo marco, los Amigos de Javier Segovia ofrecerán su tradicional concierto el próximo 24 de julio.
Los días 28 y 29 de julio se celebrará el Pandorga Reggae Fest, su cuarta edición, y la primera Pandorga Run, carrera popular que será una de las novedades de la programación de este año.
Se acerca la fiesta manchega por excelencia.
Es la fiesta de las fiestas populares de Ciudad Real. Nuestra fiesta más popular y de más arraigo entre las gentes de nuestra ciudad.
Por eso, no debemos dejar que aquellos a los que solo les interesa la fiesta más burda, empañen el trabajo y el buen hacer de quienes se afanan día a día por dignificar esta fiesta.
«Pandorga, ‘limoná’ y ‘puñao’ y si no, es que en la Pandorga no has ‘estao»…..
El NODO de Carlitos…
Me parece buena idea decorar las calles para dar más imagen durante esta fiesta. Pero eso no quita que la Pandorga sea un macrobotellón que termina con un grupo de borrachos en los Toros de Fuego. Tuve la suerte de estar en Valencia durante las Fallas y eso sí es una fiesta. Las Peñas y Hermandades que desfilan lo hacen en perfecto orden y con el orgullo de poder hacerlo. En cambio, aquí vemos a la gente desfilando como el que va de paseo (algunos a hacerse ver) y el grupo de danza folklore no consigue transmitir sentimientos, incluso alguno parece estar ahí obligado… Creo que antes de gritar «Viva la Pandorga» hay que dar verdaderos motivos para gritarlo. Y eso se consigue, no sólo desde el Ayuntamiento, si no entre todos…