Cristiano Ronaldo y la memoria

José RiveroLa salida (¿pactada? o ¿traumática?) de Cristiano Ronaldo, o CR7, del Real Madrid Club de Fútbol camino de la Juventus turinesa, club aquel donde militaba desde 2009 y donde ha conseguido números estratosféricos, ha abierto un debate deportivo y extradeportivo que lleva camino de eclipsar los números mismos del Mundial de Futbol de Moscú, en lo estrictamente deportivo.

En lo extradeportivo se producirán opiniones de todo tipo, como si el Caso Ronaldo fuera un asunto de Estado. O como lo están viviendo en Torino, donde las acciones de del club turinés se han revalorizado un 32% y con una capitalización bursátil superior a los 200 millones de euros, desde que se supo la viabilidad de la operación.

Y es que, pese a las previsiones anunciadas en Kiev por boca e CR7, el mismo día en que el Real Madrid conseguía su Champions league número 13, no presagiaba nada bueno, ni nada nuevo. Nada nuevo, porque Ronaldo con la periodicidad de un metrónomo solicitaba la mejora de sus condiciones salariales, pese a ser ya algo extraordinarias en sí mismas. Las últimas relaciones contractuales pactadas hasta el arco temporal de 2021 y con una cláusula de recisión de contrato de 1.000 millones de euros, cláusula de imposible cumplimiento, incluso para los clubes millonarios de China o de Arabia; donde se gana dinero a raudales, pero se obtiene poco crédito futbolístico.

CRISTIANO-RONALDO-1

Y nada bueno, porque la terquedad del astro portugués, su denunciado ombliguismo que le hace olvidar que el futbol es un juego de equipo, junto la habilidad esquinada de su representante Jorge Mendes, sus problemas fiscales y su memorial de agravios, hacían que el viaje de Cristiano Ronaldo en el Real Madrid se considerara parcialmente amortizado. Máxime con los 33 años cumplidos, que permiten ver que el futuro futbolístico no puede ser, no va a ser con mucha seguridad, igual que el pasado. Pese a la voluntad del portugués por seguir reinando.

Un pasado próximo que muestra a Ronaldo como el máximo goleador histórico del Real Madrid, por delante de Raúl, Di Stefano, Santillana y Puskas. Con cuatro Champions y con cuatro balones de oro, entre otros muchos trofeos, conseguidos en estos nueve años de elástica blanca, no harán fácil olvidar al portugués. Por más que, como el mismo afirma, “en el futbol hay poca memoria” y consecuentemente mucho olvido.

Un olvido que Pablo Pérez ejemplifica en la extrañeza producida 45 días después de conseguir el Madrid esa decimotercera Copa de Europa y haber perdido a dos de sus mejores símbolos: Zinedine Zidane y Cristiano Ronaldo. Obligando al Madrid resultante de julio de 2018, tras la salida de ambos, a reinventarse con otro horizonte.

Sustitución del primero ya cubierta con el ex-seleccionador nacional Lopetegui (lío ruso y destitución mediante) y sustitución del segundo ya en trámites y negociaciones, con diversas caras y nombres del ten-top del fútbol mundial. Si los resultados del recambio ronaldiano, son favorables al club y a su presidente, es posible que se inicie su lento olvido por parte de los aficionados más recalcitrantes hoy, y olvidadizos mañana.

Y es que ello evidencia que nadie, en cualquier actividad, es eterno e imprescindible, por importante que haya sido su trayectoria. Nos acordaremos de él, sin duda, pero poco a poco, lo iremos sustituyendo con sus recambios y sustitutos. En una ley de hierro implacable del fútbol, sólo con gloria y pasado no se ganan títulos y resultados. Todo se soluciona en tiempo presente.

Periferia sentimental
José Rivero

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4 COMENTARIOS

  1. El fútbol se ha convertido definitivamente en un gigantesco mercado mundial de espectadores pasivos de las decisiones de un multimillonario que ve el deporte como un fondo de inversión o un simple entretenimiento.
    Una cuestión de dinero. Y es que el fútbol ya no es lo que era……

  2. Lloran los madridistas porque se va un tipo que, según la Agencia Tributaria, ha defraudado 14,7 millones entre los años 2011 y 2014. Dinero que les hubiera venido muy bien a esos madridistas para becas, comedores, arreglo de carreteras, sanidad…

    Lloraban los del PP porque se iba un Rajoy que tuvo que declarar en la Audiencia Nacional por la Gürtel y que presidió un partido al que la Audiencia Nacional certificó como corrupto.

    Lloraron los monárquicos por la abdicación del campechano…y ahora Corinna canta la Traviatta con el soporte de audio de Villarejo y nos enteramos que el Rey era el Midas de la compraventa de terrenos regalados por el demócrata Rey de Marruecos y bla bla bla…

    Por qué Lloro yo? Pues por el inmenso nivel de capullez supina que hay en este país defendiendo lo indefendible.

  3. No hablemos del estadio, hablemos de Ronaldo fuera de la cancha. No bebe demasiado, porque su padre murió de alcohol. No se hace tatuajes, solo para poder donar sangre. Puede ayudar a los huérfanos, puede donar a la zona del desastre … Escribe tanto, solo quiero decir que él, Ronaldo, es una buena persona. Tiene buen corazón y amor.

  4. Ronaldo es el mejor goleador de la historia del Real Madrid, por delante de Raúl, Di Stefano, Santillana y Puskas. Incluso después de dejar el Real Madrid, sigue siendo un gran jugador.

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