En el año 1483 se estableció en Ciudad Real un Tribunal del Santo Oficio, más conocido por La Inquisición, para perseguir los delitos contra la Fe cometidos por cristianos, sobre todo los judíos conversos.Sus primeros jueces fueron el Licenciado Pedro Díaz de Costana, Canónigo de Burgos, y D. Francisco Sánchez de la Fuente; su Tribunal lo componíanSecretarios, Notarios, Fiscal, Comisarios, Alguacil Mayor y ministros subalternos, conocidos como Familiares, pues realizaban las temidas “Visitas”, inspecciones a las casas particulares para sorprender a los conversos o a los cristianos delatados como blasfemos o herejes por sus vecinos.
Estuvo dos años y formó algunos procesos, resultando las Condenas por Delitos de Reconciliación y el Indulto de 183 Apóstatas, la mayoría judíos convertidos al cristianismo, que en secreto practicaban el judaísmo.
El Auto más extremo, pues constituía la pena muerte y la excomunión, el Auto de Fe, fue celebrado en la Plaza Mayor el día 16 de Marzo de 1485, y tan escaso era el número de causas, que se creyó necesario trasladar a Toledo dicho Tribunal del Santo Oficio en Mayo de ese mismo año. Desde entonces y hasta la Abolición del Santo Oficio en el año 1834, el Tribunal operaría desde Toledo por denuncias desde Ciudad Real.
En total se celebraron en Ciudad Real 11 Autos de Fe, Máxima condena de esta institución Papal.Aunque a parte de delitos contra la Fe por parte de conversos, sobre todo persiguió la superstición y la hechicería, en forma de sanadoras y adivinadoras, conocidas por brujas y curanderas.
Los datos que se conservan en los Archivos Históricos dan una cifra de 44 personas condenadas a ser quemadas en la hoguera durante el año 1484, 22 en Efigie; 370 a Penitencia durante los años 1483 y 1485.
El Tribunal tuvo su sede en 2 edificios en la actual calle Libertad de Ciudad Real, nombre que viene de la Abolición del Santo Oficio en el año 1834, aunque el último caso fue en 1820, uno en la esquina de las calles Libertad y Alcántara.
Casa del Inquisidor, en la calle Libertad de Ciudad Real, existió hasta 1990. Historia de Ciudad Real 1993 y que llegó hasta el año 1990, en que fue comprado por un constructor local y el otro en las esquinas de las calles Libertad y Lirio, donde en la construcción de un edificio en el año 1985 aparecieron artefactos y huesos humanos en los sótanos del antiguo edificio del Santo Oficio en Ciudad Real. Así como en un cercano convento un ritual de hechicería del siglo XVIII.
Fuentes: ARCHIVO HISTÓRICO NACIONAL, Historia documentada de Ciudad Real, la Inquisición, La Judería y la Santa Hermandad. 1907. Luis Delgado Merchán.Hechicería y superstición en Castilla-La Mancha. Servicio de Publicaciones de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, D.L. 1985.
Historia e Historias de Ciudad Real
Antonio José Martín de Consuegra Gómez
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Larra escribió que la Inquisición no había desaparecido, sino que había cambiado de nombre y ahora se llamaba gobierno. Ustedes ¿qué piensan?
Que Larra era un genio con visión de futuro. Ya denunció que habría chusma como el presidente de RTVE que se jactaba de votar al PP y salir en los papeles de Bárcenas.
También denunció con sus escritos que habría partidos que harían leyes mordaza, que amenazarían a los que viven de las subvenciones para que estén bien calladitos y que pagarían a los medios para que filtraran todo lo malo.
Larra debería estar más vivo que la inquisición. Pero esto es España, niños. Aquí hay que jugar a ver quién mea más largo.
A raíz de la instauración de la inquisición, y dado los métodos que se usaban para recabar información y atrapar encausados, la delación se convirtió en parte de nuestra propia piel desde ese momento, constituyendo el odio al diferente algo inherente. La cerrazón con Felipe II agravó el problema, y nuestra caída como imperio nos llenó de resentimiento
Sí, quizás el resentimiento provenga de ahí. Castilla asumió una gran presión fiscal, el reino de Aragón no. Castilla se despobló y las riquezas americanas trajeron una gran inflación que siempre acaban sufriendo los pobres. Castilla asumió unos sacrificios inmensos que todavía hoy sigue sufriendo.
Castilla sólo se ha alimentado estos últimos siglos de un orgullo pasado y un poder poco efectivo en el resto de las regiones porque la centralización ha sido un proyecto fracasado porque la periferia creció a costa de Castilla.
La inquisición ciertamente como el rigor dogmático ideológico (pseudoreligión) han sido heredadas por esas corrientes de nueva izquierda que pretenden hacer comulgar a todos con ruedas de molino (ideología de género es un buen ejemplo al igual que posverdades varias -multiculturalidad y emigración-).
Se ha pretendido y se pretende colgar el sambenito sobre quienes discrepan de estos dogmas, pero afortunadamente en el siglo XXI aún se puede discrepar públicamente, si bien hay que recordar que hay regiones españolas donde ello no es posible sin asumir serios riesgos (Euskalerria y Cataluña).
Larra conocía bien a los españoles y ese ánimo de destruir a cualquiera que suscitara envidias bajo un falaz pretexto ideológico.
Por ejemplo a los judíos se les denunciaba por su prosperidad, por su condición de prestamistas (denunciaban sus deudores), por su brillantez a la hora de ejercer profesiones y oficios).
Un rasgo muy de los tiempos de la inquisición terriblemente eficaz era DENUNCIAR BAJO ANONIMATO. Por ese temor se exageraban las formas de ortodoxia (un ejemplo eran esos jamones exhibidos por los tenderos -un oficio muy de judíos-o las matanzas de cerdo en las calles, la participación muy aparente en procesiones y eucaristías, etc).
Afortunadamente en la mayoría de los casos, clérigos sensatos y estudiados, archivaban las denuncias por basarse en meras envidias personales, rencillas familiares, o enfermedades mentales que nada tenían que ver con la brujería o la posesión demoníaca.
El Tribunal de la Inquisición en España (y salvo la etapa de Torquemada -judío converso que por compensación biográfica fue cruel con los miembros de su antigua Fe-, las primeras y pequeñas comunidades protestantes, y por último con la férrea censura con la divulgación de la Ilustración) era un tribunal de caridad si se le compara con los homólogos del resto de la Cristiandad.
Unos tienen la fama (inquisición española) y otros cardan la lana (otras inquisiciones como la inglesa, francesa y alemana acumularon muchos más procesos violentos, la persecución protestante de los católicos también fue muy sangrienta).
De todos los timos de la historia, la palma se la lleva la religión, que nos ha convencido de que existe un hombre invisible que tiene una lista especial con diez cosas que no quiere que hagas, y si te saltas la prohibición, te reserva un lugar lleno de fuego, humo, calor, tortura, angustia, adonde te enviará a vivir, a sufrir y arder y ahogarte y gritar y llorar para siempre, hasta el fin de los tiempos. Pero te ama.
Lo cierto es que una de las prerrogativas que concedió el Vaticano a los Reyes Católicos fue la de tener una Inquisición ‘ad hoc’.
La Inquisición se cargó a quien le vino en gana sin cortarse en absoluto.
Y así, con la cabeza agachada por los capones que propinaban tanto el señor feudal como la Santa Providencia, iban tirando los españoles en aquellos aciagos tiempos.
Aunque hay fuentes que aseguran que todo es una leyenda negra. Incluso Joseph Ratzinger llegó a decir que fue un ‘progreso’…..
Eres muy ignorante Charles.
Porque el procedimiento eclesiástico era mucho más garantista que el civil. Entre otras cosas porque la formación de los clérigos era muy superior a los juzgadores civiles y luego estaba eso de aludir al perdón y la redención, que traducido al procesal moderno, se llaman indulto y reinserción.
Y otra mentira, en España, salvo en Cataluña (eso explica muchas cosas), no hubo feudalismo. Todo el territorio reconquistado se sometió a fueros, que eran algo así, el territorio lo defiendo yo y ningún señor, y por eso tengo libertades.
Puedes contradecir a Ortega y Gasset o Menéndez Pelayo, o a la propia Historia del Derecho española.