Partido Comunista de Ciudad Real.- Por vez primera en Ciudad Real podemos sentirnos orgullosos de que los derechos del colectivo LGTBI pasen a reivindicarse también en nuestras calles. Ciertamente, hemos logrado un gran avance en la visibilidad del colectivo gracias a la constante agitación de organizaciones e individuos de nuestra ciudad y a aquellos que han considerado éste un movimiento de resistencia necesario.
No obstante, aún nos queda mucho trabajo por hacer, especialmente en nuestra región, ya que por las particularidades características de la zona la aceptación en la sociedad de este colectivo resulta más complicada.
Hoy en día, ser LGTBI visible sigue siendo un riesgo, vivir en libertad es un riesgo. El patriarcado y el capitalismo se han retroalimentado a lo largo de los años para asegurar la supremacía de la norma heteropatriarcal hegemónica. Se han asegurado, de establecer en nuestras vidas unas normas estrictas de orientación e identidad de género. Este proceso ocurre desde nuestros primeros espacios de socialización, las escuelas, y nos persigue en todos los procesos de aprendizaje diarios: desde los medios de comunicación hasta la forma en la que construimos nuestras vidas.
La liberación del colectivo LGTBI pasa por derrumbar el sistema de poder hegemónico que configura nuestra sociedad a día de hoy. Solamente un sistema Comunista puede garantizar la libertad total de las personas, despojándolas de toda opresión, ya que el sistema capitalista y el patriarcado son aliados naturales. No será posible garantizar la liberación total del colectivo LGTBI sin romper con los roles biológicos, sexuales y de género que este tipo de sociedad nos impone, siendo la abolición del capitalismo la única alternativa.
La lucha LGTBI contra el patriarcado es una lucha por la liberación de sus tres pilares: la identidad sexual, la identidad de género y la orientación sexual. El derrumbe del patriarcado pasa por la implicación del estado en la persecución de las muestras de LGTBI-fobia, así como para erradicar la patologización de las personas LGTBI y en la elaboración de planes formativos en las escuelas y centros de trabajo.
Desde el PCE vemos necesaria la consecución de la igualdad y concienciación sobre la diversidad afectivo-sexual, además de la implantación de un plan público de persecución de la LGTBI-fobia. Finalmente vemos imprescindible la construcción de relaciones sociales más libres ya que la normativización heteropatriarcal limita y cercena el desarrollo afectivo-sexual de las personas.
¡EL AMOR NO DAÑA, TU DISCRIMINACIÓN SÍ!
