La Seguridad Social ha concedido el medicamento que demandaba la familia de Francisco José Burgos Aranda, de 33 años y natural de Bolaños de Calatrava, para tratar su tumor cerebral, y en el que tiene puestas sus esperanzas para, al menos, mejorar la calidad de vida del paciente. Así lo han anunciado en las redes sociales su hermana Irene y su pareja, Esther Gómez, quienes ha dado las gracias al pueblo de Bolaños y todos los que, con la difusión de este caso, han contribuido al final feliz.
«Estoy muy emocionada», ha expresado Irene en un vídeo difundido en las redes sociales apenas cuarenta minutos después de recibir la llamada del doctor Víctor Moreno, oncólogo de la Fundación Jiménez Díaz.
«Gracias a vosotros ha llegado a los oídos de quien tenía que llegar, y mi hermano va a vivir con el medicamento que le van a proporcionar por vuestro ruido; ha ganado a lucha y la ha ganado por vosotros, ha subrayado Esther.
Ambas han anunciado que el dinero recaudado para la causa por diversos medios será devuelto a quien lo solicite, y el resto será destinado íntegramente a la Asociación Española Contra el Cáncer de Bolaños de Calatrava.
El feliz desenlace del drama familiar llega después de que la Asociación El Defensor del Paciente solicitara al fiscal superior de Madrid, Jesús Caballero Klink, que actuara de oficio por la negativa de la sanidad pública de dar un medicamento a Francisco José, pese a estar incluido en la cartera de servicios.
Por su parte, la familia de Francisco José iniciaba una campaña en change.org para recabar apoyos ante el Gobierno de la Comunidad de Madrid, al tiempo que creaba una web para recaudar fondos para pagar el medicamento hasta que consiguieran la financiación pública.
Según relataba Esther Gómez, en principio el paciente se sometió a un tratamiento de radioterapia y a un ensayo clínico experimental que no dieron ningún resultado y la enfermedad siguió avanzando. Durante el ensayo clínico descubrieron una mutación (BRAF V-600E) que se da en melanomas y cáncer de pulmón, y para la que hay un tratamiento “muy efectivo”, fabricado por Novartis, que en palabras de los doctores “manifiesta una gran mejoría en muy pocos días”.
No obstante, el paciente no fue admitido en estos ensayos por la notable afectación de meninges que presentaba, y tampoco fue permitido, en aquel momento, el uso compasivo del medicamento. La familia se vio así obligada a comprar el fármaco a través de la Clínica Universidad de Navarra, pero el coste de 14.500 euros mensuales hacía inviable el tratamiento por un periodo prologado de tiempo. Ahora sí, gracias al apoyo social, la familia tiene motivos para mirar el futuro con esperanza.
Celebro la noticia.
La Sanidad está para salvar vidas…
No para quitarlas.
Me alegro muchísimo de la decisión que se ha tomado, que por otra parte, es vergonzoso tener que llegar a esta situación, para que te ayuden a curarte, es impresentable, luego se les llena la boca de decir que, la salud, es universal y gratuita.
Lo más importante es su curación, con fuerza y adelante.
Una buena noticia. Cuando la razón se impone, pasan estas cosas…….
Enhorabuena a todos los que han hecho posible este desenlace crucial para conseguir un tratamiento gratuito, como debería ser siempre.
Por otro lado, que la sanidad Castellano Manchega se lo haga mirar.
Recordar que la sanidad depende de las Comunidades.
Felicidades, ojalá hayáis llegado a tiempo y todo salga bien.
Fuerza!!! Hay dinero para eso y para más. Con que dejen de robarlo o malgastarlo, se puede atender a todo el mundo. Incluido el aborto voluntario, la eutanasia, los cambios de sexo y todo aquello que necesita una sociedad que avanza y deja atrás lo rancio.
Es la grandeza de la sanidad pública, que puede, sin contradecirse, ayudar a quien quiere vivir, como es este caso, y a quien no.
Enhorabuena!!!
Estas noticias sí que alegran a todos, ¿o no? Pues de eso trata también, creo, la salud: de alegrar al corazón. No todo son achaques.