El Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA) de la Guardia Civil de Ciudad Real, en colaboración con CITES, ha detenido e investigado a dos personas de 40 y 49 años de edad, vecinos de las localidades de Villamayor de Calatrava y San Roque, como presuntos autores de un delito contra la fauna, dedicados al tráfico ilegal de especies protegidas.
En el marco de la operación “Leopard”, las investigaciones comenzaron en diciembre del pasado año, cuando los agentes de la Benemérita detectaron la venta de un puma naturalizado en un anuncio de un conocido portal de Internet, ejemplar protegido por el Convenio sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres ( CITES).
Fruto de las gestiones realizadas los investigadores descubrieron que el ahora detenido también ofertaba otras especies taxidermizadas, tales como dos patas de elefante y una pantera negra, por lo que se realizaron las gestiones pertinentes para identificar al responsable y el lugar donde se encontraban los animales disecados.
Una vez localizado el lugar donde se encontraban los especímenes, se solicitó a la autoridad judicial orden para realizar el correspondiente registro domiciliario, en el que los Guardias Civiles, acompañados por un Inspector CITES intervinieron una pantera negra, dos patas de elefante, una tortuga carey, un puma, una piel de oryx y dos trofeos de gacela africana.
Convención CITES
CITES es una Convención sobre la conservación y el comercio de especies amenazadas integrado por 183 países, cuyo propósito es asegurar que el comercio internacional de especímenes de animales y plantas salvajes no amenace su supervivencia en su medio natural.
La Guardia Civil recuerda que el convenio CITES ampara tanto a los ejemplares vivos como a sus productos y partes, que atendiendo a su grado de protección, el comercio con dichos especímenes se encuentra restringido, debiéndose conocer que el comercio no se refiere tan sólo a la venta, sino a la simple oferta, cesión o exposición de los especímenes, pudiendo incurrir los infractores tanto en infracciones administrativas como penales.
En términos generales, la estrategia para frenar el tráfico ilícito de vida silvestre se debe basar en cuatro objetivos: la mejora de la capacidad de aplicación de la ley, la reducción de la demanda de los consumidores, la aplicación de sanciones más estrictas contra delitos relacionados con la fauna silvestre, y la canalización de la voluntad política entre los países de suministro y de demanda.
El tráfico ilegal de especies protegidas es un crimen transnacional…..