Tras la moción de censura a M. Rajoy – II: tempus fugit

A menudo, la verdad de lo que se cuece en los centros de poder (los de verdad, los poderes fácticos y los geoestratégicos) no se nos presenta tal como es, sino que se le da una apariencia amable para que pueda ser digerible por el pueblo llano, las masas. Solo conocemos la punta del iceberg, o ni siquiera eso. Y seguramente, si conociéramos más, nos quedaríamos atónitos. Sin embargo, en ocasiones la realidad se nos presenta simplemente con toda su crudeza. En menos de una semana, el P.N.V. ha pasado de apoyar los Presupuestos Generales del Estado que presentó el gobierno del P.P. a apoyar la moción de censura contra el mismo gobierno. Más allá de las recomendaciones geoestratégicas ¿qué precio hubiera tenido que pagar entre su electorado por mantener al P.P. en el Gobierno de España, teniendo en cuenta que necesita al P.S.O.E. para gobernar en casa y hacer sus propios presupuestos? Ay, si se pudiera suprimir el libre albedrío de las elecciones…

Ciertamente, es fácil decir que el nuevo Gobierno de P. Sánchez es débil, porque están solos, y con menos de cien diputados en el Congreso. Ahora, habría que recordar la responsabilidad de A. Pérez Rubalcaba (sí, aquel que acuñó el epíteto Frankenstein)en esta debilidad, por la mala oposición que hizo a Rajoy en el principio de aquella legislatura, y que después supuso una caída brutal en la confianza del electorado hacia el P.S.O.E. (que casi le cuesta el sorpasso de PODEMOS).De Rubalcaba y de algunos Barones.Pero paradójicamente, la fuerza de P. Sánchez reside en esta debilidad: sin deudas con nadie para gobernar en modo Frankenstein, y no teniendo nada que perder, puede sacar el mayor provecho de la situación en el tiempo de que dispone. Tanto el P.P. como C´s han recuperado el epíteto gobierno Frankenstein y a acusarles de pactar con los separatistas. Es inútil, el rápido anuncio del nombramiento de J. Borrell como ministro de Exteriores ha sido un golpe audaz para desmentir aquellos argumentos: quienes pensaban que iban a ceder al chantaje de los separatistas, se han dado con un palmo en las narices; si los separatistas pretendían internacionalizar el conflicto, el contrapeso elegido no podía ser más acertado.En resumen,el P.S.O.E. está solo en el Gobierno, para bien o para mal.

Tampoco sabemos cuánto tiempo va a durar el nuevo Gobierno, pero algunos hechos están a su favor. Este Gobierno no necesita la aprobación de sus presupuestos para mantenerse en el Gobierno, porque ya se han aprobado… ¡en mayo! Ni siquiera necesitaría presentarlos el año próximo: podría prorrogar los actuales. Y con los actuales, recién aprobados, se garantiza la estabilidad para que, por ejemplo, en nuestra región se pueda convocar una oferta pública de empleo.Además, cuanto más tiempo sea P. Sánchez Presidente del Gobierno, más posibilidades tiene para mejorar su posición en las próximas elecciones. Y como todos lo saben, todos tratarán de impedirlo. Por eso, es fácil vaticinar el regreso de la crispación al Parlamento y a los medios de comunicación.

No hay nada más adulador que decirle a los demás lo que quieren oír, especialmente si tu futuro depende del voto de aquellos. Es de manual. J.M. Aznar prometió luchar contra la corrupción del P.S.O.E., pero cuando llegó al poder (tal como dicta la sentencia de la trama Gurtel) se institucionalizó la corrupción – y para colmo, muchos de los delitos cometidos por R. Rato, E. Zaplana, etc. no pueden juzgarse porque ya han prescrito.Después, M. Rajoy prometió bajar el IVA de los chuches, que Zapatero subió al 18% en septiembre de 2009. Una vez en el poder, M. Rajoy tardó poco en subir el IVA al 21% – o sea, un milagro económico español que se sustenta en buena medida gracias a que la quinta parte aproximadamente de todo lo que consumimos va a parar a las arcas del Estado desde el año 2012 –; en hacer una reforma laboral que ha supuesto una pérdida del poder adquisitivo de todos los españoles (en paralelo al aumento de la brecha entre ricos y pobres); en hacer una serie de reformas regresivas en educación, justicia, orden público (la Ley Mordaza como forma sutil y efectiva de represión al derecho de libertad de expresión); en no hacer nada – o casi nada – por los miles de afectados por los deshaucios…

Una vez amortizado M. Rajoy, toca dar el relevo a Ciudadanos. Pero C’s dice una cosa, y luego se desdice con los hechos, sin dar más explicaciones: demasiadas mentiras, medias verdades y realidades paralelas ¿recuerdan su insistencia en que jamás apoyarían un gobierno presidido por M. Rajoy? El enésimo cambio de posición de Rivera, con el apoyo al P.P. (en Murcia, Madrid o el Congreso), no puede tener otra explicación que la obediencia debida al Círculo de Empresarios y a FEDEA (IBEX 35) vía Luis Garicano. Lógico:cuanto más tiempo ha durado la minoría del P.P. en la presidencia, más se han consolidado las medidas tomadas en la primera legislatura, las que beneficiaban a las grandes empresas (energéticas, financieras, de medios de comunicación o inmobiliarias), o las que van contra la revalorización de las pensiones. Para no querer remover el pasado, bien que insiste Rivera en hablar de rojos y azules. Sin embargo, cualquier iniciativa que incluya de refilón a PODEMOS, ya está contaminada por principio: puro supremacismo. C’s pide elecciones: pues para ser la alternativa de poder, la “nueva política”, no se están luciendo precisamente allá donde gobiernan.Cuanto más tiempo pasa, mejor se entienden los cantos de sirena de Ciudadanos.

Todos los actores políticos presentarán cualquier logro como mérito propio (y viceversa).Que el P.P. y C’s no lo van a poner fácil al nuevo Gobierno, es lógico. Que los separatistas van a ver frustradas sus pretensiones, también ¿Y Unid@s Podemos? Para ser la 3ª minoría en número de escaños, su posición sea seguramente la más débil del arco parlamentario. Pretenderán atribuirse un papel decisivo en la implantación de una agenda social, con la misma relevancia que J. García Molina en el Gobierno de E. García Page. Pero aunque el Gobierno de P. Sánchez es débil, la Oposición lo es más, porque no tiene las herramientas de que dispone el Gobierno. El poder del Estado moderno se estructura mediante la división de poderes, pero al final los tres poderes tienen demasiadas conexiones. Esto lo saben muy bien en el P.P., que no solo han intentado torpedear los juicios por la trama Gurtel con estratagemas jurídicas y legislativas, sino a través de nombramientos de jueces y fiscales, algunos de ellos recusados por su más que evidente relación con el P.P. ¿No es evidente esta relación entre jueces y políticos en el hecho de que la sentencia de la trama Gurtel saliera al día siguiente de la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado, por la demora de la publicación del voto particular que exoneraba de culpa al P.P.?

El tiempo huye muy deprisa, y a pesar de que no hay corto plazo para la convocatoria de elecciones (antes de noviembre me parecen imposibles) no sabemos si habrá tiempo para arreglar todo lo que hay que arreglar. No solo en el Poder Judicial, sino desatascando toda la legislación que P.P. y C’s han paralizado en el Congreso. Con salir de la regresión, ya se habrá conseguido bastante. Si será suficiente como para que el P.S.O.E. sea la próxima minoría más votada, o si valdrá más el decisivo impulso de los medios de comunicación por C’s, solo el tiempo lo dirá.

Los poderes fácticos no han tardado ni un día en exigir al nuevo gobierno el mantenimiento de la actual legislación laboral. La U.E. estará vigilante para comprobar que P. Sánchez asume las “recomendaciones” (asqueroso eufemismo) y los compromisos del Gobierno anterior: recuérdese que el Presupuesto del Estado Español está supervisado por le U.E.  Volviendo al principio, lo que está meridianamente claro es que la capacidad de este Gobierno para revertir los privilegios de los invisibles grupos de presión, es nula. Que nadie se lleve a engaño.

Pares y nones
Antonio Fernández Reymonde