Tras la moción de censura a M. Rajoy – I: los nacionalistas

Si cuando el Presidente C. Puigdemont proclamó la independencia de Cataluña, mi opinión era que ante un hecho de tal gravedad no había más remedio que destituirlo a través de una instancia superior (o sea, “el 155”); ahora, trasla primera de las sentencias por la “trama Gurtel”, opino que cabía la misma respuesta para el Presidente M. Rajoy. ReymondeCualquier presidente europeo, por mucho menos habría dimitido, pero el del P.P. actúa como quien se siente injustamente despechado.Y dado que nuestro Rey no actúa, lo que la Constitución también dice es que el Presidente podría haber presentado una moción de confianza. Y dado que tampoco lo ha hecho, la única opción posible que quedaba para mantener la dignidad del cargo era sustituirlo. La primera opción – retórica – que se ofreció al P.P. era sustituir de Rajoy por otro miembro del P.P. (ríndete y tu tropa quedará intacta); pero negándose a ello, no quedaba sino que el segundo partido en número de escaños presentase una moción para cambiar el Gobierno. Obvio.

La contraofensiva que ha hecho el P.P. es de manual: la hemos visto tantas veces, que de puro previsible aburre.Lo primero, negar los hechos y su gravedad(aunque sean evidentes, y aunque la negación sea en sede judicial – lo cual es delito, por cierto),presentando el mantra de una realidad paralela. Lo segundo, es relativizar la implicación del partido con los inculpados (eso habrá prescrito, esa persona ya no pertenece al partido, son casos aislados…). Lo tercero, es criminalizar al adversario (del “estas cosas suceden en todos los partidos” al “y tú más”). La consecuencia (lo cuarto) es que, como el P.P. es el partido de las esencias nacionales y el único capaz de gestionar la economía con éxito (ellos no tienen nada que ver con la burbuja inmobiliaria, las bancarrotas de las cajas de ahorro o el aumento del déficit en las comunidades que han gobernado), una derrota del P.P. equivale a una victoria de los enemigos de España. Incluso esta vez hemos visto un argumento nuevo e insólito, como hizo Cospedal: descalificara los jueces que les han declarado culpables de haber mantenido a lo largo del tiempo una trama de corrupción y enriquecimiento personal de miembros de la cúpula del P.P. a través de una doble contabilidad (dinero que procedía de las arcas públicas), y haber sido el primer partido político en la historia de España condenado por corrupción como persona jurídica.

Pero si se sigue manteniendo la respuesta de manual, por muy inverosímil que resulte, es sencillamente porque hasta ahora ha venido funcionando muy bien.Tanta gente se lo cree (con la inestimable ayuda de muchos de los medios de comunicación) que han convertido al P.P. en la minoría de mayor número de representantes en instituciones públicas de España. Es un relato capaz de movilizar a millones de españoles, capaces éstos de perdonarlo todo.

Los hechos son los hechos, ciertamente; pero las simplificaciones pueden resultar enormemente falaces:El sustituto, Pedro Sánchez, perdió dos elecciones en un periodo de medio año, y con menos votos la segunda vez; intentó ser investido, pero no lo consiguió; no es diputado; el P.S.O.E., con menos de cien escaños, va a gobernar el país; perolo peor de todo…¡¡le han apoyado los demonios!!:Unidos Podemos, EH Bildu, ERC, PDeCAT, y los aprovechateguis del PNV… o sea, los comunistas/venezolanos y los separatistas.Este es, en resumen, el mensaje, lleno de terror y odio feroz: Sánchez es un español traidor.Así que, en el fondo, lo que subyace es una vez más la idea de la defensa de la unidad de España frente a la amenaza de los que quieren la romper.

Creo que hay dos ideas básicas de concebir España: la centralista y la descentralizada. La España centralista es la que se articula en torno ala capital, en el centro geográfico del territorio, a través de un poder unitario que delega cuestiones menores en el resto del país, y con escaso respeto por lenguas distintas del castellano. Por el contrario, la España descentralizada se basa tanto en la equiparación de derechos de las provincias y de la periferia más alejada con respecto al centro, como en la aceptación del hecho diferencial de los territorios – eso que tanto nos gusta de nuestro país, una diversidad enriquecedora. Aunque la España descentralizada debería contemplar otras formas de articulación interterritoriales, esto pasa más bien a un segundo plano, pues por lo general, el principal objetivo de los regionalistas/nacionalistas no es la corresponsabilidad o la confraternización o el federalismo, sino alcanzar las mayores cuotas de poder y de competencias posibles en su área de influencia: La huerta, first / La huerta para los huertanos.

Al principio de la Transición, el modelo centralista/inmovilista se vio desbordado por los movimientos nacionalistas, mediante la restauración de los estatutos de autonomía – en las regiones que ya lo tuvieron en la II República – y el contagio de dicha demanda al resto de regiones de España. Los sectores más inmovilistas, lo mismo que terminaron por aceptar las formas de la democracia, terminaron por entender que las autonomías no rompían España, sino que suponían una manera distinta para ejercer el control de los territorios. Reconozcamos que el Estado de las Autonomías nos ha beneficiado a todos, sobre todo a las regiones más pobres. De este modo, hemos visto cómo han pasado por los Parlamentos – tanto nacional como regionales – partidos nacionalistas/regionalistas, de izquierda o de derecha: Unión Valenciana, Compromis, Coalición Canaria, Nueva Canarias, Nafarroa Bai, Unión del Pueblo Navarro, Bloque Nacionalista Galego, Convergencia i Unió, Esquerra Republicana de Catalunya, Partido Nacionalista Vasco, Euskadiko Eskerra, Partido Andalucista, Foro Asturias, … Tan solo en 6 regiones – curiosamente todas ellas vinculadas históricamente al Reino de Castilla: Madrid, Castilla – La Mancha, Castilla- León, Extremadura, La Rioja y Murcia – no ha habido partidos regionalistas.Pero para el P.P., los partidos regionalistas o nacionalistas solo han sido buenos cuando le han apoyado. De lo contrario, el nacionalismo periférico es el peor enemigo de España ¿o cabría decir de cierto modo de entender – y a la vez negar – la existencia del nacionalismo español? Es ésta una curiosa manera de combinar centralismo y descentralización.

Sin embargo, los sectores más progresistas se han mostrado incapaces dedefenderuna idea de una España descentralizada compatible con la idea de una España unida, a través de un discurso inequívoco. O como se diría en otros tiempos: las Españas. Por ejemplo, con respecto al trasvase Tajo-Segura, es muy diferente la posición del P.S.O.E. en Murcia que en Castilla-La Mancha.  Creo que todo esto tiene que ver con dos hechos: que los nuevos poderes autonómicoscrearon nuevas formas de centralismo y clientelismo (Baronías), y que los sectores más radicales de izquierda confundieron (y siguen confundiendo) las demandas de descentralización con la disgregación del Estado, y al propio Estado con el centralismo/inmovilismo. De este modo, las izquierdas han dejado en bandeja a las derechas (P.P. / C’s) la imagen exclusiva de defensores de la idea de España como “patria/nación indisoluble, cuya soberanía reside en el pueblo español”… cuando lo cierto es que, en todo el territorio español, hay mucha gente de izquierdas que cree en esta idea.Y así, Ciudadanos pretende sacar ventaja de defender España,sobre un modelo revisionista, rizando el rizo sobre el propio modelo de España del P.P., heredero de A.P.

Paradójicamente, el centralismo/inmovilista y la inoperancia de Rajoy – con el descontento de todos los gobiernos autonómicos por los desequilibrios en las condiciones impuestas a sus presupuestos, con respecto al gasto público y al déficit – ha terminado por provocar un mayor rechazo hacia el Gobierno nacional, y particularmente a cargar de razones (o sinrazones, que al caso es lo mismo) a los nacionalistas catalanes, para que éstos promuevan su particular relato victimista de los hechos y avanzar hacia el secesionismo. Pero tranquilos, el peligro estaba conjurado, solo bastaba con llenar de banderas españolas los balcones de toda España para que la estabilidad política volviera al país. Gracias, M.

Pares y nones
Antonio Fernández Reymonde

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13 COMENTARIOS

  1. Y si, tras los sesudos análisis (dicho sin el menor sarcasmo y con el mayor respeto), visto lo que dices, por qué no empezamos a explorar formas federalistas en las que la República lleve los temas nacionales como, por ejemplo en EEUU?

    No creo que a día de hoy, y con el sentir de los españoles (creo que mayoría) sobre lo que es España para nosotros, sea algo fuera de lugar.

    La Monarquía en España no deja de ser una imposición y una cosa antigua y obsoleta que ni suma, ni resta. Las autonomías quieren poder para decidir sobre los asuntos de su terreno, pero al final, una gran parte de los españoles queremos seguir siendo España. Pero no la España grande y libre de los ridículos que creen que seguimos viviendo en un imperio, sino la España que sigue a la cola de Europa, que es la tercera en el ranking de pobreza infantil, la que no destina un euro a I+D. En definitiva, la España que tiene que seguir luchando para ocupar un lugar en el mundo.

    En España hay algo que nos dividde, y es la forma de Estado. Por lo tanto, arreglemos ese problema. Porque luego hay muchísimas que nos unen (Ayer me reía viendo a Puigdemont en una foto rodeado de obispos, por ejemplo).

    Pensemos en positivo, y como dice Rivero, PENSEMOS, porque a partir de ahí se puede caminar sin tropezar demasiado.

    Saludos Antonio.

  2. «Reconozcamos que el Estado de las Autonomías nos ha beneficiado a todos, sobre todo a las regiones más pobres». Ruego me indique el articulista cuáles eran las regiones más pobres antes del 78 y cuáles son en la actualidad. Tengo la sospecha de que son las mismas. Cómo las mismas son las más ricas, esas que los manchegos llevamos decenios, si no siglos, explotando a base de otorgar dinero y privilegios.

    «La España centralista es la que se articula en torno ala capital, en el centro geográfico del territorio, a través de un poder unitario que delega cuestiones menores en el resto del país, y con escaso respeto por lenguas distintas del castellano». No encuentro la relación causa y efecto entre un estado centralista y el desprecio por lenguas distintas del castellano. La mentira histórica es la única patria que algunos conocen. En 1957 se crea la primera Ikastola, con Franco en plena forma. A partir de 1965, serían cientos las escuelas de este tipo que facilitaban educación en vascuence a quien lo deseara. En cuanto al catalán, los numerosos premios literarios en esta lengua que se otorgaron durante el franquismo dan buena prueba del embuste. Mejor haría el articulista en criticar el «escaso respeto» que muestran por los que hablan en castellano en esas injustificadamente bien ponderadas comunidades autónomas. Un «escaso respeto» por la lengua castellana o español que se da, paradójicamente, en un estado descentralizado.

    Rajoy se merece el castigo recibido. Pero el sarcasmo, cuando no desprecio a nuestra inteligencia, es mayúsculo al afirmar que se castiga la corrupción.

    Termino. Entiendo que el articulista pertenece a un ámbito ideológico de izquierdas, socialdemócrata, progresista. Lo que no entiendo es cómo se puede defender desde esos ámbitos la desigualdad de los españoles.

    • No suelo responder a los comentarios, porque me parece que es el espacio de los lectores, no más para mí. Pero quiero aclarar, con respecto a las lenguas, que estoy de acuerdo con el maltrato al español; solo que intento no repetirme:
      http://www.miciudadreal.es/2017/07/31/el-maltrato-del-espanol-i-las-otras-lenguas-del-estado/

      No se trata de si hubo presencia de otras lenguas (tuvieron que pasar muchos años para que fuesen toleradas o aceptadas, como todos sabemos), sino del desprecio cierto que puede llegar a producir sus usos en ciertos ámbitos (recordemos a Sergio Ramos en rueda de prensa amenazando con hablar en andaluz después de escuchar a Piqué respondiendo en catalán a un periodista catalán, por ejemplo).

      Desconozco el detalle macroeconómico del progreso de las regiones en el Estado de las autonomías, y es obvio que siendo imposible contrarrestar una realidad con una hipótesis (¿hubiera sido igual el progreso si no existieran las autonomías?), el convencimiento de que las regiones han mejorado gracias a las autonomías no puedo fundamentarlo. Ciertamente, es una opinión. Evidentemente, las regiones más pobres lo seguirán siendo: simplemente disponen de más competencias de gestión que creo que han sido un factor de progreso en algunos casos. En otros casos, me parece que han producido desigualdad entre ciudadanos del mismo Estado, por el hecho de pertenecer a distintas regiones. Pero en definitiva, era un apunte para contextualizar.

      También desconozco el dato macroeconómico para saber si se han favorecido a algunas comunidades ricas en perjuicio de los habitantes de las más pobres, pero creo que es así. El cupo vasco, o el trasvase Tajo-Segura me parecen dos claros ejemplos. Me parece de justicia la igualdad de derechos. Si el Estado de las Autonomías no funciona, es por la responsabilidad de los gobiernos y parlamentos que no han legislado en tantas décadas para dar una solución definitiva a este problema, sino siempre de forma ventajista y cortoplacista. Y así nos va.

      • Le agradezco su participación a través de su respuesta a mi comentario. Un gesto de cortesía que creo que enriquece el debate. Aquí quedan sus argumentos y mi opinión. Que cada uno juzgue, corrija o aumente lo que tenga a bien.

  3. Pedero Sánchez, votado por 180 diputados que representan 12 millones de votos en una moción de censura recogida en la Constitución Española.

    Felipe VI ??????????? Ah, hijo de Juan Carlos I impuesto por Francisco Franco. Ole y ole.

    Para los que NO se saben la Constitución:

    Título V. De las relaciones entre el Gobierno y las Cortes Generales

    Artículo 113

    El Congreso de los Diputados puede exigir la responsabilidad política del Gobierno mediante la adopción por mayoría absoluta de la moción de censura.

    La moción de censura deberá ser propuesta al menos por la décima parte de los Diputados, y habrá de incluir un candidato a la Presidencia del Gobierno.

    Se considera automáticamente nombrado presidente el candidato que la supere.

    • Pero, hombre, Hobbes, todo eso que dices se sabe y se acepta (que se aplauda, o no, es otra historia). Pero de tanto repetirlo se puede sospechar que muy claro no debe estar, sobre todo el con quién y el para qué.

      • Pfff, no lo sé.

        Llamar a Sánchez y los 180 diputados traidores nos debe dar alguna pista de que la Constitución se conoce o no dependiendo de a quién favorezca.

        O eso, o que algunos/as diputad@s no han madurado mucho a sus cincuenta y tantos.

        No sé qué pensar.

    • Y participó y se aprobó por una rotunda mayoría??

      Pues de ahí viene la legitimidad de la Monarquía.

      El Partido Comunista ofreció la República y se estrelló.

      Y hoy el Rey goza de un alto nivel de popularidad. Especialmente desde su memorable discurso frente al Golpe de Estado aún vigente.

  4. Nuestra derecha ‘marca España’, heredera, familiar, social e ideológicamente del franquismo, sigue utilizando un motivador emocional, básico, ineludible y universal: el miedo.
    Los motivos son obvios, la supervivencia personal y grupal….

    • El miedo?? Un gobierno apoyado la verdad por Bildu y golpistas la verdad es que da miedo.

      Pero lo que da es risa porque no es que el PSOE cabalgue entre contradicciones es que vuela en alfombra mágica.

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