Multimedia.- Casi 10.000 visitantes llegados desde todos los rincones de Castilla-La Mancha, así como de distintos puntos del país, especialmente de Andalucía, han disfrutado durante estas dos semanas de las celebraciones de las Cruces y los Mayos de Piedrabuena (Ciudad Real), declarada el pasado año como Fiesta de Interés Turístico Regional.
“Este dato, contabilizado en función del número de autobuses y peticiones de visita realizadas a las 16 cruces diseñadas por distintas asociaciones y colectivos de vecinos de Piedrabuena, supone que prácticamente hemos duplicado el número de visitantes recibidos el pasado año”, como destaca el alcalde de la localidad, José Luis Cabezas, para quien “la Declaración del pasado año realizada por el Gobierno regional ha funcionado como atractivo para estos visitantes, que han llegado desde Andalucía, Madrid y Extremadura, de manera especial, además de contar estos días con visitantes franceses, venidos desde la localidad hermanada con Piedrabuena, Nort sur Erdre”.
Como resalta el primer edil piedrabuenero, “estas visitas han supuesto una auténtica inyección económica para nuestros establecimientos comerciales y de restauración estos días, además de llenar de vida y alegría nuestro municipio, puesto que ha habido una gran participación en las actividades que hemos preparado para estas dos semanas”.
El alcalde agradece a los vecinos “la voluntad de mostrar la mejor cara de los piedrabueneros a los visitantes”
Cabezas quiere agradecer a los vecinos de la localidad “no sólo el esfuerzo, la pasión y el trabajo con el que han hecho de nuestra tradición una celebración aún más cuidada y vistosa, sino también la voluntad de mostrar la mejor cara de los piedrabueneros a los visitantes”.
Durante estos días, los visitantes han podido disfrutar no sólo de los tradicionales mayos cantados por las agrupaciones locales, así como de las presentaciones de distintas publicaciones y variadas actividades gastronómicas, entre otras propuestas, sino, sobre todo, de la visita a las 16 cruces elaboradas por los vecinos, altares tridimensionales en tela y brezo.