“¡No nos conformamos! Por la derogación de la reforma de pensiones de 2013. Por #PensionesDignas”, CCOO de Castilla-La Mancha hace un llamamiento al conjunto de la ciudadanía a participar en las concentraciones convocadas en nuestra comunidad autónoma el próximo 16 de mayo. CCOO y UGT han convocado concentraciones en las cinco capitales de provincia:
Albacete, 11 horas, frente a la Tesorería de la Seguridad Social.
Ciudad Real, 12 horas, frente a la Tesorería de la Seguridad Social.
Cuenca, 12 horas, en la calle Carretería.
Guadalajara, 12 horas, frente a la Tesorería de la Seguridad Social.
Toledo, 11 horas, en la Plaza de Zocodover.
La movilización intergeneracional de los últimos meses en el conjunto del país en defensa de unas pensiones dignas y de la sostenibilidad del Sistema Público de Pensiones, han «forzado» al PP, según los convocantes, a modificar la revalorización de las pensiones. Sin estas movilizaciones, aseguran, las modificaciones anunciadas no habrían sido posibles.
Pero para CCOO esto es insuficiente. El Sistema Público de Pensiones requiere «visión a largo plazo y el máximo consenso posible, y no improvisaciones y parches por parte del Gobierno». Por ello, «seguimos exigiendo la derogación de la reforma de pensiones de 2013, que continúa en vigor, pese a que se pospongan sus efectos de manera temporal».
CCOO exige al Gobierno el carácter retroactivo del incremento de las pensiones desde enero de 2018. Tras las concesiones del Ejecutivo a varios grupos políticos, «se prevé que los Presupuestos Generales del Estado, -si finalmente se aprueban-, entren en vigor el próximo mes de junio, y la estimación del coste de la revalorización de pensiones debe asegurar un incremento de pensiones que garantice su poder adquisitivo desde principios de año».
El sindicato insiste en remarcar que el Sistema Público de Pensiones, «que ha sido y debe seguir siendo garante de cohesión y protección social, es totalmente viable». «Las medidas en materia de pensiones anunciadas por el Ejecutivo demuestran lo que CCOO venimos denunciando: que el problema no es económico, sino de falta de voluntad política de un Gobierno enemigo de todo lo público», concluye.
No me manifiesto junto a los vagos que apoyan el lacito amarillo.