La apuesta por la prevención, la atención a la cronicidad y el empoderamiento del paciente son claves para lograr la sostenibilidad del sistema sanitario.
Así lo ha asegurado el consejero de Sanidad, Jesús Fernández Sanz, en la conferencia inaugural de las V Jornadas de Gestión Sanitaria celebradas en Sevilla por la Sociedad Española de Directivos de la Gestión (SEDISA).
Fernández Sanz ha explicado que los gobernantes deben tomar medidas para alcanzar la sostenibilidad del sistema sanitario ante dos de los retos que debe afrontar la sociedad española, ejemplificada en la realidad de Castilla-La Mancha actualmente como la cronicidad y el envejecimiento, a lo que suma otra no menos importante, como es la dispersión geográfica y la despoblación.
El consejero de Sanidad ha defendido una Sanidad pública y universal gratuita, que sea equitativa y demandando para ello, una “esencial” y adecuada financiación.
En dicho sentido, ha explicado que el Programa de Estabilidad 2017-2020, remitido por el Gobierno nacional a Bruselas, prevé que la financiación sanitaria aumente un 5,9 por ciento en los próximos 4 años. Por contra, su peso como porcentaje del PIB bajará del 6,1 al 5,6 por ciento.
Así, Fernández Sanz ha explicado que el reto de crear organizaciones sostenibles trasciende el modelo basado en el crecimiento a corto plazo, afirmando que un modelo sostenible es a la vez “una responsabilidad social de largo alcance”.
El consejero de Sanidad ha descrito que el futuro de la asistencia sanitaria enfrenta cuatro desafíos globales, como son el envejecimiento poblacional, más enfermedades crónicas, nuevas y más expectativas de los ciudadanos y unos presupuestos ajustados y una creciente complejidad con necesidad de innovación.
Respecto a la inversión que se realiza en materia sanitaria de media nacional, Fernández Sanz ha explicado que de cada euro invertido en Sanidad el 50 por ciento se destina a personal, el 21 por ciento a Farmacia, el 15 por ciento a compras, el 10 por ciento a conciertos y el 4 por ciento a inversiones.
Asimismo, ha descrito gráficamente cómo en Castilla-La Mancha el 71 por ciento de las consultas de Atención Primaria lo copan pacientes con enfermedades crónicas.
Con todos estos factores, ha explicado Fernández Sanz, el desafío es “orientar a los profesionales y ciudadanos en una dirección común y alineada con la estrategia general de la organización”.
Así, en opinión del responsable de las políticas sanitarias de Castilla-La Mancha, la sostenibilidad del sistema es un objetivo complejo, multifactorial y anclado organizativamente.
“Si queremos que nuestro sistema sanitario continúe siendo sostenible, es primordial la equidad en el acceso de los ciudadanos al sistema, la interoperabilidad y la digitalización para disponer de información precisa y completa, oportuna en el lugar de la asistencia”, ha afirmado Fernández Sanz.
En Castilla-La Mancha, estamos apostando por “estimular hábitos de vida saludable y educación para la salud para la correcta utilización del sistema por parte de ciudadanos y profesionales”, ha explicado, el consejero.
El camino es “apostar por la calidad técnica, con la mejor tecnología, la mejor formación y la mejor información ante una demanda exigente, e invertir más en las posibilidades de no enfermar, la prevención, y prestar atención a los cambios demográficos, esperanza de vida y las enfermedades crónicas”, ha concluido Fernández Sanz.