La corona de laurel con la que se homenajeó a Miguel de Cervantes por el regreso de su estatua a la plaza a la que da nombre ha acabado sobre los hombros de la madre del Monumento a la Mujer Manchega. Allí ha permanecido, al menos, durante el viernes y el sábado; quizá alguien pensó en regalarle este detalle por la llegada del primer domingo de mayo.
¡Feliz Día de la Madre 2018!….
Pues yo diría que es más una gamberrada de los niños que andan sueltos por la zona, mientras que los padres cervecean.
Pisan el pequeño jardín de Cervantes y campan a sus anchas por la despreocupación de esos padres.
Lo triste es que ese haya sido el único homenaje a quien nos da la vida, nos aguanta, nos da de comer, de estudiar, nos subvenciona, nos cría a los nietos y, siempre en segundo plano.
Ya sabéis los señoros: detrás de un gran hombre, siempre hay una gran mujer.
Aunque haya sido una gamberrada, ha sido un toque a todos los señoros. A ver si el año que viene ese laurel se pone con un poquito más de respeto a la estatua, dejando claro el respeto a las mujeres que deciden libremente ser madres.
Qué asco de comentario tan machista
Tú no mejoras de lo tuyo, eh?