Luis Mario Sobrino Simal.- Ultima sirena del día que anuncia el fin de la agotadora jornada laboral tras 9 horas. Un sonido que a pesar de ser tan repetitivo y angustioso como el primero suena a “celestial” por su significado.
El HOMBRE se dirige a su taquilla, se quita el sudado y maloliente «mono de trabajo» y se pone su «mono de calle» mientras se asea un poco de nuevo. Los monos de trabajo permanecen en las taquillas durante días por lo que el olor que despiden se transmite por todos los pasillos. Los obreros solo disponen de dos juegos por temporada y tienen que lavarlos en casa. Podrían hacerlo en los lavaderos de la empresa pero les cuesta dinero y además perderían tiempo de su descanso al tener que etiquetarlos, meterlos en bolsas y demás requerimientos para la limpieza…
Es invierno, mira a través de un tragaluz y se da cuenta de que no hay nubes y luce un sol espléndido y extrañamente caluroso…
La temperatura en la calle es de 35°. “¡Increíble para la estación del año en la que estamos!” piensa el HOMBRE.
El Cambio Climático es un hecho desde hace años. El HOMBRE antes no se lo creía pero “ahora” comprueba día a día su evidencia…
Se mira en el espejo del baño y ve con cierta sorpresa unos puntitos amarillos que le han salido en la cara: «Me han debido salir por el fallo en la mascarilla de oxígeno que me puse esta tarde… «. Se termina de asear y tras pasar una serie de controles similares a los de la mañana a la entrada, sale a la calle.
El HOMBRE sale de la GRAN MÁQUINA DEL TRABAJO, camina unos metros observando gran cantidad de anuncios por las paredes. Los mismos que por la mañana. Anuncios de todo tipo. El antiguo neón y las pantallas de cristal líquido y leds iluminan todo sin apenas necesidad de farolas. Todo repetitivo. En determinadas esquinas unas macro pantallas de televisión ponen al día con noticias de todo tipo a los transeúntes, pero solo las noticias que interesan al Régimen. La censura estatal es bestial. Todas las noticias son filtradas por el Ministerio del Pensamiento Único.
En la calle, la contaminación lumínica es tan grande que es imposible ver una sola estrella.
Coches eléctricos, autobuses, tranvías y demás vehículos se entrecruzan por unas especies de autopistas flotantes. Se ven también algunos aviones familiares particulares y muchos drones vigilando todos los espacios. También se ven furgones y coches de la Policía del Pensamiento, ambulancias, bomberos,… y unos vehículos especiales de color negro con lunas tintadas. Son coches oficiales de dirigentes del Ministerio del Estado.
Es cierto que el desarrollo nos ha traído progreso y bienestar. Vivimos mejor que en la Edad Media y mejor que durante el siglo XIX. Lo curioso es que el modelo de crecimiento actual puede hacer que hoy vivamos mejor también que en el futuro.
El crecimiento económico debe hacerse de modo compatible con el mantenimiento de un medio ambiente digno para el desarrollo de las personas y sin pérdida sustancial del patrimonio natural y la biodiversidad.
Y, hoy en día, contamos con las herramientas necesarias para una adecuada gestión ambiental…..
Me parece que lo que usted escribe es para espantar al diablo. Me gusta leerle pero no me reconforta, es lo que pretende, verdad?
No se si se refiere a Charles o a mi.
Si es a mi, no entiendo lo que quiere decirme.