Con una gran hondura, fe sin ambages y pleno de humanidad, hilvanó María Etelvina Martínez León el pregón de la Semana Santa de Almodóvar del Campo. Fue este fin de semana, en el Teatro Municipal y bajo la organización conjunta de la Junta de Hermandades y el Ayuntamiento de la localidad.
El alcalde, José Lozano, encabezó una amplia representación consistorial, asistiendo también hermanos mayores de las diferentes cofradías de la localidad a todas las cuales, como es protocolario, representaba Manoli Naranjo en calidad de presidenta de la Junta de Hermandades de Semana Santa. También asistió el titular de la Parroquia almodovareña, Juan Carlos Torres.
Natural de Villamayor de Calatrava y afincada en Almodóvar desde temprana edad, Marietel señalaba haber aceptado esta gran responsabilidad de la que “no me consideraba merecedora, ya que me considero una persona normal y sencilla, pero tampoco me gusta decir que no, ni que me insistan mucho”. En su media hora de pregón, dejó emanar desde el corazón, esa verdadera manera de vivir a Jesucristo que le caracteriza, haciendo partícipe a todos los presentes de un sentimiento que pone a Dios en todos los órdenes de la realidad.
Sentimiento de responsabilidad que “al final, durante todo el proceso, ha ido cambiando todo hacia un sentimiento de orgullo, de alegría, que me ha ayudado mucho a vivir la Cuaresma y al final lo he hecho con el corazón, lo he hecho como soy yo”.
Su intervención, tuvo dos partes diferenciadas. Una primera donde esbozó la figura de Jesús en su condición de maestro, en todas las variantes semánticas de la palabra y mostró su particular similitud personal que le une a Él, teniendo en cuenta que la propia Martínez León es docente y centra actualmente su servicio en alumnos con necesidades educativas especiales.
En la segunda entró de lleno en las diferentes estaciones de penitencia de Almodóvar del Campo, que este domingo se han abierto con la procesión del Niño Jesús, citando a las diferentes hermandades pasionistas que en la población rememoran la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo, sin olvidar tampoco los Santos Oficios o los Monumentos que presiden el Viernes Santo.
Sobre cada una de estas estampas, la pregonera dibujó un hermoso discurso en el que describió los diferentes momentos que experimentó Cristo en su camino hacia la Cruz, haciendo un paralelismo con situaciones de la vida de hoy en día para recordar que, mucho de lo que sucediera en aquel año 33 de nuestra era, lo siguen sufriendo tantísimas personas en todo el mundo.
Igualmente evocó Martínez León la esperanza de quienes se desviven por los que más lo necesitan y recordó que, conforme a la fe cristiana, existe una vida eterna a la que todos los seres humanos aspiran, y que tienen como guía a la Virgen María. Marietel, es hermana de la Hermandad de Nuestra Señora de los Dolores, así como de la de los Santos Juan de Ávila y Juan Bautista de la Concepción, a quienes también hizo referencia en una intervención que invitaba a la meditación.
Maietel recibió la acreditación de pregonera, de manos de Manoli Naranjo. Fue la Junta de Hermandades quien designó a Martínez León como pregonera, al ser este año el turno para la cofradía de la Virgen de los Dolores. La hermana mayor de esta hermandad, Herminia Bermejo Sendarrubias, fue por su parte la encargada de entregar a continuación la distinción ‘Nazarena de Honor’, que este año ha recaído en la persona de Antonia Sánchez Callejas.
El alcalde José Lozano hacía entrega de un regalo al adolescente Marco López Martínez, por compartir en la exposición que tiene lugar en Centro Cultural ‘Casa de la Marquesa’ su particular forma de recrear la Semana Santa a través de originales creaciones en plastilina.
Para concluir, bajo la dirección de Luis Fernando Valiente Escobar, el programa de marchas que interpretó la Banda de Música de la Asociación Musical ‘Amigos de la Música’ de Almodóvar del Campo fue: ‘Pastora de capuchinos’, de J. José Puntas Fernández; ‘Madrugá de canela y clavo’, de Juan Manuel Velázquez Ruiz; ‘Nazareno y gitano’, de Pascual González; ‘La madrugá’, de Abel Moreno; ‘Dulce nombre de María’, de Víctor M. Ferrer; y ‘Concha’, del mismo compositor.