Texto y foto: César Muñoz Guerrero.- No hace mucho tuve oportunidad de acudir a la sesión de estudio en que el productor grabó las voces de la canción Metro Colombia, de María Vasán, quien contó con los coros de Beatriz Horcajada, Ana Tébar y Cristina Guerrero. Durante un tiempo pensé qué final le esperaría. Cada uno llegará a su conclusión si entra en la red y busca el resultado.
La letra es sencilla y directa. Como ejemplo, su comienzo: «el pasado se fue, el futuro llegó a un presente que es hoy». El resto no es de la misma guisa, pero casi. Habla de una persona que se sabe pequeña frente al mundo, al que sin embargo mira con un optimismo casi insultante en la actualidad. El oyente habrá adivinado la ingenuidad excelsa que reviste al tema: la credulidad, la fe segura, son rasgos que cualquier adolescente que se precie no perdona que falten en su historial. Frente a los portadores de la sabiduría que otorgan las incontables (y, en ocasiones, falsas) experiencias callejeras y la inmediación al fuego y a los precipicios, Vasán no reniega de la inocencia que recubre a las experiencias primerizas.
Mi opinión, me temo, es previsible. Me han puesto por ahí al tanto de las complicaciones de una carrera en provincias. Entiendo que Metro Colombia muestra la ilusión de una artista que empieza, y que ese mensaje va en la línea de algunas declaraciones que María Vasán ha hecho en conciertos recientes, según las cuales últimamente se está dedicando más a la promoción de su trabajo. Entre la localidad manchega y el público potencial hay una distancia que la cantautora deberá recorrer, y algunos pasos en firme en esa dirección han sido los tres álbumes que ha grabado, Mi otra mitad, Sáhara eres tú y Vale la pena sonreír.
Como curiosidad, en YouTube se encuentran tres fragmentos de distintas actuaciones de 2017 (en el café Libertad 8 y la librería Nakama, ambos de Madrid, y el Café con letras de Valdepeñas) en que María Vasán interpretó Metro Colombia. La calidad de grabación varía según el vídeo, pero todos tienen el encanto del segundo plano y de la maratón de fondo que es la música en vivo.
Metro Colombia hay que escucharla a oscuras con los ojos cerrados como las historias viejas, y como debió de nacer en las entrañas de su autora hace año y pico. Suena a senda borrosa, olvidada, pero que reaparece con la entrañable intención de la cantante de dar a sus seguidores una buena noticia.
La escucharemos como recomiendas. Hermoso artículo.
Las últimas vivencias en la capital. Muy recomendable….