Médicos del servicio de Aparato Digestivo del Complejo Hospitalario de Toledo, dependiente del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (SESCAM), han publicado un estudio en el que demuestran que el uso excesivo de antibióticos está detrás del fracaso de los tratamientos dirigidos a eliminar la bacteria Helicobacter pylori.
El trabajo ha sido realizado por los doctores del servicio de Aparato Digestivo del Hospital de Toledo, Julio Valle, Pablo Muñoz, María Abanades y José Javier Blanco, además de Alexander Jordán, del Hospital del Bierzo, y Eva María Andrés, de la Universidad Jaume I de Castellón y ha sido publicado en el último número de la prestigiosa revista americana de la especialidad ‘Helicobacter’.
La infección por la bacteria Helicobacter pylori es muy frecuente y afecta aproximadamente al 40 por ciento de las población española. La bacteria coloniza el estómago y no suele producir síntomas. Sin embargo, en algunos casos puede dar lugar a la aparición de úlceras de estómago o duodeno, siendo necesario eliminar la bacteria para curar las úlceras.
Según ha indicado el doctor Julio Valle, facultativo del servicio de Aparato Digestivo del Hospital de Toledo, “los tratamientos que se emplean para tratar la infección por Helicobacter pylori son cada vez menos eficaces, por ello hemos evaluado si la ingesta previa de antibióticos está relacionada con el fracaso de los tratamientos”. El doctor Valle ha explicado que el estudio se ha llevado a cabo en 212 pacientes del área sanitaria de Toledo infectados por la bacteria.
“Revisando los datos disponibles en la historia clínica electrónica hemos visto que la causa principal del fracaso de los tratamientos es el hecho de que los pacientes hayan tomado antibióticos macrólidos, como la claritromicina, azitromicina etcétera, en los años previos al tratamiento erradicador. Este tipo de antibióticos se usan en muchos tratamientos de erradicación y la bacteria Helicobacter pylori se vuelve resistente a ellos con mucha facilidad”, ha señalado.
El estudio también pone de manifiesto que en los pacientes que no han usado nunca antibióticos macrólidos se pueden usar tratamientos más sencillos y lograr tasas de erradicación superiores al 90 por ciento.
Para el doctor Valle, “este estudio pone de manifiesto la importancia de limitar el uso de antibióticos a los casos en los que están estrictamente indicados”.