Con motivo de la celebración del Día Escolar de la No Violencia y la Paz el IES Dámaso Alonso de Puertollano ha llevado a cabo una jornada de sensibilización sobre el respeto y el trabajo cooperativo, organizada por el alumnado del CFGS de Animación Sociocultural y Turística.
Mediante una dinamización en la que todo el alumnado y profesorado del instituto han tenido que sujetar y voltear sobre sus cabezas el símbolo universal de la paz, se han trabajado los valores de igualdad y cooperación. El mensaje es que la paz se construye entre todos y todas. Es una meta que se alcanza día a día con la suma de todos y cada uno de los que vivimos en sociedad. Por debajo del símbolo de la paz no importan los nombres, ni el origen de las personas que trabajan por construir un mundo más justo y solidario.
El Día Escolar de la No-violencia y la Paz (DENIP) fue declarado por primera vez en 1964. Surge de una iniciativa pionera, no gubernamental, independiente, y voluntaria de Educación No-violenta y Pacificadora del profesor español Llorenç Vidal. Su objetivo es la educación en y para la tolerancia, la solidaridad, la concordia, el respeto a los Derechos Humanos, la no-violencia y la paz. En este día, los colegios y centros educativos se convierten en instrumentos de paz y entendimiento entre personas de distinta formación, raza, cultura y religión.
El mensaje básico de este día es: ’Amor universal, No-violencia y Paz. El Amor universal es mejor que el egoísmo, la No-violencia es mejor que la violencia y la Paz es mejor que la guerra’.
El DENIP fue reconocido por el Ministerio de Educación y Ciencia, mediante la Orden Ministerial del 29 de noviembre de 1976.
El día 30 de enero se conmemora además la muerte del líder nacional y espiritual de la India, el Mahatma Gandhi, el 30 de enero de 1948, asesinado a tiros por un fanático hinduista.
Interés educativo de este día
La formación para la paz, la cooperación y la solidaridad entre los pueblos es una de las finalidades que se plantea este sistema educativo. Esta celebración es, por tanto, una oportunidad más de contribuir a que los centros se conviertan en instrumentos de paz y entendimiento entre personas de distinta formación, raza, cultura y religión.
La escuela es un reflejo de una sociedad con la que comparte defectos, pero en ella también se educa para la vida y se busca desarrollar en los alumnos las capacidades y competencias necesarias para una participación social activa.
Por todo ello, hemos de contribuir, a través de la educación, a la concienciación de todos en la construcción de un mundo mejor, un mundo más justo y más humano que permita que todos los individuos tengan la misma oportunidad de desarrollar plenamente sus facultades en el seno de una sociedad democrática, libre, justa, responsable y en paz.