Puertollano ya vive de lleno la Navidad con el Belén Viviente celebrado el pasado domingo en la plaza del Ayuntamiento gracias a la implicación de siete colectivos que dieron vida a diversas escenas bíblicas, se cantaron villancicos y hasta se pudieron degustar migas y gachas. Y es que el rico tejido social de esta ciudad es el que hizo posible este Belén con el apoyo de la Concejalía de Festejos, que ya ha convertido a esta actividad como una de las citas indispensable de la programación navideña.
Los chicos y chicas de la asociación Aldabón dieron vida al nacimiento del Mesías la vez que elaboraban unas sabrosas migas, en una escenografía que fue posible gracias al intenso trabajo de la asociación Porrascazos Blu Bla, que estrenaron el torno de alfarero y la recreación de un antiguo lavadero del siglo XVII.
Un Belén en el que también tuvieron cabida colectivos más jóvenes, como Sueños del Arte, con sus componentes ataviados de pajes, mientras que Scouts Bosco portaba la Luz de Belén y se invitó a compartirla con velas que el propio Ayuntamiento pudo a disposición del público.
Por su parte la Agrupación Folklórica Virgen de Gracia con su vestuario manchego hicieron realidad un típico manchego con la presencia de corderitos, mientras que la Asociación Fuente Agria elaboraban rosquillos que se pudieron degustar y comprar y el grupo Puertollano puso en venta jabón artesanal y compartió chocolate y dulces.
Embutidos y gachas solidarias
El Belén Viviente dio para mucho más con la participación del Centro de Mayores I con puestos de embutidos en el que se pudo saborear berenjenas y tortillas de patatas. Por último, Porrascazos Blu Bla elaboró en su taberna unas gachas solidarias a favor de Cáritas que se pudieron saborear a partir del mediodía después de escuchar las canciones de los grupos Las Mercedes y la Asociación Folklórica Fuente Agria.
La concejal de festejos, Celia Villaverde, agradeció el esfuerzo de cada uno de estos colectivos que hacen realidad este Belén Viviente, que ha logrado reunir a familiares y amigos que de esta manera han disfrutado de la Navidad.
Basta con leer la Biblia para tener una idea sobre qué se comía en la Palestina de los tiempos de Jesús.
Aquellos judíos se alimentaban de una forma modesta. El pan constituía el elemento esencial de la mesa. Un pan al que se le trataba con mucho respeto ya que no era cortado sino partido con las manos. Los pobres comían pan de cebada y los ricos, pan de trigo.
Los judíos de aquella época sabían batir la leche hasta obtener manteca y también producían queso.
La miel era de uso aún más corriente aunque los habitantes de aquella antigua Palestina consumían muy pocos huevos.
Habas, lentejas, pepinos, cebollas, escarolas y lechugas eran productos muy apreciados.
La carne se consumía en escasas cantidades pues era un alimento de lujo. Herodes ‘el Grande’ fue un gran consumidor de ciervos y gacelas, así como de perdices, codornices y pavos reales.
El pueblo se alimentaba de pan y pescado asado sobre leñas. Los arenques secos y el ‘atún de España’ eran los más comunes.
Aunque Juan Bautista se alimentó en el desierto de langostas y miel silvestre.
Las frutas secas de Palestina eran muy codiciadas en los mercados de Roma.
Se bebía vino tinto de mejor calidad al principio de la comida y de menor calidad, al final.
En fin, si echamos un vistazo a los tiempos actuales, comprobamos que no ha variado mucho este asunto y que eso de ‘comer bien’ es una cuestión de clase social. Ahora, el 54% de las familias con menores en proceso de desahucio no pueden cubrir sus necesidades alimentarias básicas.
Ricos y pobres ni comen ni viven igual. ¡Y es legal!……
Cómo se puede repartir la luz de la Paz de Belén antes de venir de Palencia. Y si la tenían para q fueron a Palencia acpor ella. Qué morro. Todos los q cogieron la luz de la paz de Belén de Bosco, no era la auténtica