La secretaria de Política Municipal de la Ejecutiva Provincial del PSOE de Ciudad Real, Jacinta Monroy, ha vuelto a exigir al Gobierno de Rajoy la adecuación a la realidad la “sinrazón” que supone las reglas de gasto impuestas a los ayuntamientos y a las diputaciones.
Monroy ha argumentado que esas obligaciones estrictas en el plano económico y presupuestario del Ministerio de Hacienda está abocando a las administraciones locales a una situación insostenible pese a que gozan de una buena salud económica –llevan años cumpliendo los compromisos de estabilidad presupuestaria y registrando superávit-, ya que “nos encontrados con verdaderas dificultades para atender a nuestros vecinos y vecinas y nos exponemos a que los servicios sociales se deterioren, algo que ni queremos ni podemos consentir”.
A este respecto, Monroy ha citado como ejemplo a los ayuntamientos de Hinojosas de Calatrava y Aldea del Rey, que tienen más de un millón y medio millón de euros respectivamente en el banco, o los 70 millones que posee la Diputación de Ciudad Real en esa misma situación que en ningún caso pueden destinar a los ciudadanos cuando, por experiencia propia como alcaldesa, ha aseverado que son las administraciones que mejor gestionan sus recursos.
Por ello, la responsable socialista de Política Municipal ha defendido un cambio y adaptación de esas condiciones para que se cumpla el derecho a la autonomía que tienen reconocidos por ley los ayuntamientos que se está coartado al dejarles apenas sin margen para cumplir el papel que deben desarrollar en la mejora del estado del bienestar, la creación de nuevo empleo o la prestación de todos los servicios de proximidad, sin más lejos a la hora de elaborar los presupuestos del 2018.
Con estas premisas, los socialistas de la provincia de Ciudad Real piden al Ejecutivo central del Partido Popular que tome decisiones sobre los principales problemas que está creando de forma innecesaria a las administraciones locales, como son básicamente la revisión de la regla de gasto, el destino del superávit, la deuda pública y la tasa de reposición de empleados públicos.
A todas estas trabas, Monroy propone diversas salidas desde el sentido común. Así, sobre la regla de gasto es partidaria de que el cálculo de la regla de gasto del Presupuesto de un ejercicio determinado se fije a partir de la aplicación de la regla de gasto sobre as previsiones iniciales del Presupuesto del ejercicio anterior; en cuanto al superávit, y siempre y cuando tengas las cuentas saneadas, plantea que desaparezcan inmediatamente los límites impuestos por el Gobierno de España a los ayuntamientos y diputaciones para que puedan destinarlo a promover programas y servicios que demanda la ciudadanía; de la deuda pública plantea la supresión de las restricciones a las operaciones de endeudamiento y, por último, reclama que la tasa de reposición alcance el 150% a los servicios de interés prioritario, y el 100% en el resto de servicios municipales.