Todo desaparece absorbido por el apetito voraz de la actualidad que reclama la cuestión catalana. Y sin embargo, alejada del horizonte de sucesos del agujero negro que ya ha empezado a devorar a sus propios hijos, camina la vida como si tal cosa, a veces tan como si tal cosa que pareciera amenizada por la sinfónica sexta y pastoril del maestro Beethoven. Todo lleva su curso y su discurso y aunque las redes sociales y la información continua y continuada constriñan el mundo a un patio corralero, el mundo es muy grande. Y España también. Y lo es hasta la región y la provincia. El persistente relato de una élite bien acomodada y alimentada dispuesta a la secesión burguesa apoyada en unos cuantos cientos de miles de ciudadanos powerflowers más cercanos a la cursilería y el pijerío que a la seriedad de las barricadas, lo abarca todo. Son pocas las luces que escapan de la gran aspiradora de acontecimientos que es la opereta del nordeste. Y sin embargo, más acá del Ebro y aún más al sur, en esta tierra manchega de escasez de agua, en nuestras ciudades en las que desarrollamos nuestra modesta vecindad tenemos nuestros propios contenciosos, sin que la rutina de los días y los años, los aligere del pesado fardo del olvido. Si olvidados estaban antes, ahora con la aspiradora catalana, olvidaremos hasta lo más fungible. Hace poco, leí un artículo en estas páginas domésticas de Manuel Sánchez León que en forma de epístola pedía educadamente y en prosa bilingüe al joven duque de Westminster, HughGrosvenor, que hiciera el favor de abrir al público el puente ferroviario de la extinta linera Puertollano-Peñarroya, cerrado desde 2013, sin que nadie haya movido un dedo, salvo el puñado de ecologistas concienciados que enseguida comprobaron la soledad de su reivindicación ante una Administración sorda.
Mr. Grosvenor:
Your property itself is not the reason for this letter to be written, nor for our annoyance, although, honestly, we wish it had always been a public site. But, of course, we respect private properties,how could it be different! Our criticism and objections concern the old railway bridge, or should I say the iron gate that has been set up, preventing walkers from entering the bridge.
El noble británico hace años decidió separar el viaducto de lo público y anexionarso al feudo independiente de su finca. Y ahí está, viendo pasar el tiempo.
Otro amigo, Antonio Carmona, andarín y oteador daba muestras en este mismo periódico digital del estado de abandono en que se encuentra la Venta de Borondo, que siendo Venta, y estando en La Mancha manchega, la tierra del Gran Hidalgo, sobrevive a duras penas a la decrepitud, al olvido, a la ceniza a la que parece que nos hemos empecinado reducir nuestro patrimonio cultural colectivo. Posada calatraveña para los viandantes del maravilloso Renacimiento español, advierte al visitante del peligro de extinción, perdón, quise decir, derrumbe. Y ahí está. Luego llegará la Administración de turno con los próceres de turno y se les llenará la boca de Cervantes y más Cervantes y leerán algún párrafo en la onomástica del día que la palmó y el tributo cultureta de pose quedará cubierto. DE vez en cuando un toque de atención de ciudadanos comprometidos y el olvido… de nuevo.
Lo mismo ocurre con el Palacete de la Cruz Roja de Ciudad Real que fue salvado por la campana en un alarde cínico de la Junta que detuvo la máquina de derribar patrimonio en vísperas de unas elecciones autonómicas, dada la presión ciudadana que entonces se hizo. Sí, se hizo, y como tal se consiguió. Pero uno cree que cuando se salva un pedazo de patrimonio es cuando hay que empezar a trabajar porque es el inicio no el final de un camino. Y ahí está, viendo pasar el tiempo, políticos, administraciones, líderes de opinión … y así hasta que se derrumbe como prueba melancólica de que todo cuanto se hizo no sirvió para nada.
El otro día pasé por donde la rotonda del helicóptero, sí, la misma que fue contestada porque una rotonda civil no es para exhibir un cacharro militar, decían entonces los pacifistas ciudadanos, cuyos representantes comparten hoy responsabilidades de gobierno capitalino. Y ahí sigue, el helicóptero, sin que su presencia delate un militarismo latente en la población que lo tiene tan olvidado como al viaducto del tren de la Garganta, la Venta de Borondo, el Palacete de la Cruz Roja. Ya se sabe que en tiempo electoral se hace aceite de cualquier cosa.
Así que no es verdad que Cataluña lo invada todo, ni siquiera es capaz de que nos olvidemos de nuestra propia indolencia, porque eso ya lo hicimos antes de que una revolución cursi y adinerada tratara de poner puertas al campo. Pero una cosa está clara. Si los edificios mencionados, en lugar de estar en Ciudad Real estuvieran en cualquier provincia catalana, a lo mejor hoy lucían el aspecto inmejorable de lo restaurado para disfrute de las generaciones venideras.
Manuel Valero
Una cosa más
Va bien encaminado en su apreciación final.
Españoles hay de primera y de segunda (la izquierda lo desconoce realmente porque está a las clases sociales (los menos) y a los pos-franquistas y los anti-franquistas (los más).
De primera, los catalanes y los vasco-navarros, y ya desde el arancel Cambó y mucho antes, desde que se enconaron en el nacionalismo heredero del derrotado carlismo han gozado de todo tipo de facilidades estatales para que hubiese acumulación de capital gracias a los privilegios industriales y mineros. Poderosas burguesías la catalana y la vasca.
De segunda, el resto de los españoles. Seguimos teniendo una región, Extremadura, desconectada por AVE, regiones de Andalucía y Asturias desindustrializadas gracias al PSOE y subvencionadas generosamente para que callen, y una región la nuestra, la Castellana vieja o nueva, sin más futuro que vender vino, queso, cereal, y sus derivados, por inacción de sus gobiernos y de los ecologistas que quieren guardarla en formol para la posterioridad, es decir, para Jordi Hurtado.
Si usted está hasta los mismísimos de Cataluña, tierra que yo amo porque mantengo estrechos lazos con ella, lo entiendo. Y le digo, que mi primo «el catalán» como millones como él allí, también lo están se lo aseguro.
El Guaismo progre-indepe-neoburgués que mira por encima del hombro al resto, va a tener los días contados. Lo que le están haciendo a este país, lo que siempre le han hecho, les va a dejar marcados para siempre.
La Nación española tan olvidada, está harta ya de caciques nazionalistas, bipartidistas y espartaquistas.
Por si alguien se pregunta por qué cito para mal a la izquierda (que siempre ha sentido fascinación por el nacionalismo de puño en alto catalanista) y no a la derecha.
Pues bien, en toda esta Historia de privilegios, la derecha, liberal por carácter y actitud (Rajoy), y más hidalga que villana (nacionalista), paga y concede con tal de dormir tranquilamente la siesta, siendo totalmente ajena a la Nación española.
Es verdad que la indolencia del ser humano ha estado siempre ahí. Aunque, en estos tiempos, el individualismo, la tecnología y los avances modernos han contribuido enormemente al desarrollo de este flagelo de la humanidad.
Tal vez, por eso, la sociedad esté estancada.
Son muchos los psicoanalistas que establecen el origen de nuestra indolencia en nuestro mundo intrauterino al que no dejamos de anhelar restaurando, de cualquier manera, ese mundo placentero sin responsabilidades.
Ya decía el poeta portugués Fernando Pessoa que ‘el hombre es un egoísmo mitigado por una indolencia’….
Me chirría en lo más profundo leer «Palacete de la Cruz Roja», en lugar de leer casa de D. Conrado López, que fue quien ordeno su construcción por los años 1928-30-32, y que vivió con sus hijos durante años hasta su fallecimiento en 1951.
Y academia, que también lo fue antes de ser sede de Cruz Roja.
Lleva razón. No deja de ser un recurso periodistico para una mejor identificación del edificio.
Los manchegos «paece» que no servimos ya ni pá guardar nuestro patrimonio, que confundimos con el coche de alta cilindrada, las cañas en el bar, las migas en el campo, y el atiborre en las fiestas patronales.
Y cuando nos salen algunos quijotes, qué mala suerte que nos salen de «izquierda», y locos y extremistas.
Aquí tienes a unos cuantos «locos y extremistas» que acaban de crear un portal para documentar la extensión del genocidio civil en Castilla-La Mancha:
http://www.victimasdeladictadura.es/
Ya apareció el francomodín… Ni bueno ni malo: incorregible.
Es lo que tiene la historia, que no se puede enterrar en banderas de España, por muchas que cuelgues de los balcones.
La media historia, Hobbes; sólo media… Y voy a caer en vuestra trampa. Pero sólo un poco. ¿Adivina qué ocurría en Paracuellos, tal día como hoy, un 7 de noviembre de 1936? Pues eso. Don Isidro Sánchez, ese señor que predica el guerracivilismo en estos predios, no dedicará un artículo a recordar este infausto suceso como lo hizo con el de Málaga. La mayoría de los españoles, gracias a Dios, lamentamos y queremos olvidar que hubo un tiempo en el que nos matábamos.
Qué media ni qué media Censor? La media que durante 50 años se dejó escondida? La media de las 100.00 personas tiradas en cunetas a día de hoy? La media de las depuraciones durante la dictadura? La media que os metió en la cabeza que una república era sinónimo de terror?
MENOS MAL que hoy se puede sacar a la luz esa historia de la que renegáis, MENOS MAL. Solo nos falta cambiar a un Gobierno que cumpla la Ley de la Memoria Hist´roica y acabe con esta infamia.
No habrá paz ni reconciliación hasta que esos ciento y pico mil que hay en las cunetas y el Valle de los Caídos tengan el mismo tratamiento que los de Paracuellos y sus familias. EL MISMO TRATAMIENTO y duerman en las tumbas que deseen sus familiares, no tirados como una colilla.
Por cierto, tanto que te duele, escríbelo tú. En MCR cabe todo…
Tranquilo, Hobbes. Conmigo no vas a tener motivo para escribir 400 comentarios llenos de insultos y barbaridades.
Ya sabes que conmigo tampoco vas a tener ese problema. Creo ser siempre muy respetuoso contigo. De todas formas no hagas medio recuento…jejeje, te respondo con lo de tus medias.
¿Francomodín, dices? Pues la verdad es que yo no he sido.
Anda Romera! Y yo con estos pelos…si lo llego a saber…
Genocidios dos. El de La Mancha bajo el gobierno republicano y el de La Mancha bajo la dictadura franquista.
DOS.
Dos no discuten si UNO no quiere.
Por demás, si queréis que la guerra acabe, no haberla empezado.
El comunismo fracasó, la guerra ha acabado.
En ocasiones veo a esa España sombría de la que hablaba Antonio Machado, la que solo sabe embestir cuando se digna usar la cabeza.
España le da alergia a la extrema izquierda, Antonio Machado está tan muerto como Franco.
No hay proyecto en ella para España solo para la Revolución de adolescentes y analfabetos funcionales.
Demoliciones Iglesias.
La toma de poder a cualquier precio y no hay más, mucha maldad y mediocridad. Y ya está.
El proyecto es destruir. Ya ha pasado en Venezuela.
Estoy muy cansino con Soledad Gallego, pero es que es lo que hay. Este país tiene un tremendo problema con las instituciones y quienes las gobiernan.
Y, por eso hablamos de estas cosas.
Soledad Gallego no es para mí un descubrimiento, pues hace tiempo que pude ver en ella a una de las pocas voces del periodismo que sabe hacer un análisis político serio y de altura. Raro, raro … en los tiempos que corren y con el apego que se tiene entre el periodismo a sacar los odios personales e ideológicos dejando a un lado el rigor.
Efectivamente, esas cosas le pillan ya mayor.
Todo nos lleva al mismo bucle de una guerra pretérita y redivida. Y mientras el patrimonio se oxida. Sigamos…
Ese es el lastre de este país, una izquierda que es estatua de sal.
No avanza, no deja avanzar y no ha revisado honestamente su pasado totalitario. A la derecha estructural, la de los mayores, les pasa algo parecido. Pero en la izquierda española son peores los jóvenes que sus mayores.
Si no ganan la guerra que perdieron no tienen proyecto. Una guerra y una dictadura que ni vivieron ni sufrieron, y que sus mayores superaron.
Hay un ataque a la unidad de España, que también lo es a la estabilidad de nuestro Estado social, y siguen sin reaccionar. Está realmente desnortada como decía Marcelino, Francisco Frutos, ya Anguita, y los mayores.
Sólo venden la Revolución…de los idiotas que creen saberlo todo, y en no con pequeñas dosis de supremacismo moral…sin pies ni cabeza.
En ocasiones veo a esa España sombría de la que hablaba Antonio Machado, la que solo sabe embestir cuando se digna usar la cabeza.
El Martinete de Los Pozuelos, es una autentica maravilla totalmente olvidada y que habría que reivindicar.