Almodóvar del Campo conmemoró este sábado 28 de octubre, mes en que se ha alcanzado ya el quinto aniversario, la proclamación de san Juan de Ávila como doctor de la Iglesia universal, el cuarto español en dos milenios de trayectoria de la institución católica. Y lo hizo con las II Jornadas Avilistas que, organizadas por la Hermandad de los Santos Juan de Ávila y Juan Bautista de la Concepción, ahondaron en su importantísima faceta como escritor.
En esta ocasión el emplazamiento elegido fue el patio, el corazón por mejor decir, de la casa en la que vino al mundo este hombre tocado por la mano de Dios, en la que se mantiene viva su aura a través de la cueva donde recibió la llamada de entrega. Y en la que, como dijo durante su esmerada intervención el profesor Varas García, también adquirió el maestro Ávila su impronta como autor de una profusa obra.
Julio César Varas García, doctorando del departamento de Lengua y Literatura de la Universidad Autónoma de Madrid como investigador de la principal obra de san Juan de Ávila, ‘Audi Filia’, compartió el acto con Pablo Rodríguez-Osorio García, profesor de Filología Francesa en la Universidad de Castilla-La Mancha, natural de la vecina población de Argamasilla de Calatrava. El también licenciado en Filosofía y Letras por la Universidad de Salamanca y doctor en Filología francesa por la Universidad de Granada, puso el prólogo y el epílogo a la ponencia central con seis sonetos por él compuestos en homenaje a la figura y obra del santo.
Entre el algo más de centenar de asistentes, de la localidad y de otras que también se acercaron, se encontraba el alcalde almodovense, José Lozano y los sacerdotes de la parroquia Leopoldo Lozano, Deogratias Rulindamanywa y Juan Carlos Torres. Éste, párroco titular, abrió la tarde para recordar que con estas nuevas Jornada Avilistas se buscaba “aprender de él y acercarnos al enorme caudal de sabiduría que reside en sus obras”, ese “gran filón de su rica personalidad que es su condición de escritor”, añadió.
Isabel Fernández, responsable de la Hermandad, presentó a los intervinientes de los que dijo “tienen en común su amor a las letras y una profunda fe, aspectos ambos que constituyen su vida profesional, humana y espiritual. Y tras declamar Rodríguez-Osorio sus tres primeros sonetos, abriría su intervención Julio César Varas. En ella habló de la profusa producción escrita del santo almodovense y “de cómo entiendo yo que nació Juan de Ávila como escritor aquí, en Almodóvar, en esta casa, que la he tenido muy presente a la hora de preparar esta intervención y también de la relación que tiene conmigo, como persona”.
Este entusiasta profesor salmantino de Secundaria, licenciado en Filosofía y Letras, especialidad Filología Hispánica en la Universidad Autónoma de Madrid, master en Literatura Hispánica, Arte, Historia y Sociedad, profesor de Lengua Castellana y Literatura y eminente investigador con una amplia lista de publicaciones, libros, artículos y entradas, explicó que su nacimiento en el seno de una familia como la suya, bien posicionada, en una casa señorial, en un pueblo como Almodóvar del Campo, fueron factores que “tuvieron que dejar en él una huella importante”.
“Cuando vine aquí por primera vez venía buscando eso: qué había de Almodóvar en Juan de Ávila porque para mí es importante reivindicar la existencia de los sitios, de los lugares y por eso me ha gustado mucho venir”. Varas García, en este sentido, se mostraba “muy agradecido a todos los que hacen una labor estupenda por mantener aquí vivas a las personas y el mensaje de Juan de Ávila que, creo, es lo que ayuda, porque tener un museo con un cáliz y una patena no ayudan a nadie, pero un lugar donde se habla de la vocación o de lo que ayuda a la gente me parece más interesante”.
El también miembro de la Asociación ‘Philobiblion’ de Jóvenes Hispanistas, estudioso investigador de la Literatura Española Espiritual de los siglos XVI y XVII y que desde hace años realiza su tesis doctoral sobre el ‘Audi Filia’, el tratado espiritual por antonomasia del Siglo de Oro escrito por el santo doctor protagonista de la tarde, recalcó que “para mí, Juan de Ávila es un escritor vivo, como todos los escritores y creo que todavía tiene mucho que decirnos”.
Julio César Varas dijo que el maestro Ávila fue “ante todo un sacerdote entregado a la predicación y a la curación de las almas”, que sacó tiempo para escribir a lo largo de su vida, dejando un gran legado que en los cuatro grandes volúmenes de sus obras completas en la edición de la BAC, Biblioteca de Autores Cristianos, ocupan casi 4.500 páginas.
‘Audi Filia’, pláticas, comentarios bíblicos, tratados de reforma, tratados y escritos menores, sermones y una no menos producción epistolar de la que la más conocida es la que tuvo con santa Teresa. El ponente también se detuvo en el ‘Tratado del amor de Dios’ y en su catecismo dirigido a los niños que, con la finalidad de lo aprendieran más fácilmente, lo redactó en verso. Y dijo no estar seguro de poder ratificar que su principal obra, la citada al comienzo de este párrafo y que dirigió a la joven Sancha Carrillo, fuese escrita durante su periodo de encarcelamiento inquisitorial.
Finalizado el acto y atendiendo a los medios de comunicación que cubrieron el evento, el alcalde de Almodóvar del Campo, José Lozano, animaba a sus paisanos a seguir profundizando en las obras del santo almodovareño, al igual que él mismo está haciendo con el ‘Tratado del amor de Dios’ o el referenciado ‘Audi Filia’, que “tal vez sea muy denso, pero se puede ir poco a poco con algunos fragmentos”.
Tras recibir los invitados sendos recuerdos con la firma del fotógrafo autodidacta Juan de Ávila Martínez, y sus consortes un ramo de flores cada uno, todo ello en señal de agradecimiento, estas II Jornadas Avilistas tendrían por colofón la eucaristía vespertina de la jornada que, desde la ocho de la tarde, tuvo lugar en el templo parroquial donde el santo y doctor de la Iglesia universal fuera bautizado y cantara su primera misa una vez ordenado sacerdote.