Jesús Millán Muñoz.- 0. Esta Biblia que está dentro de los códices que se denominan Biblias moralizadas, dónde no están los textos completos de la Biblia, sino selecciones, y en este caso comentada por textos de grandes teólogos, es una de las grandes maravillas conceptuales y estéticas de toda la humanidad.
A mi modesto entender comparable con la Capilla Sixtina, con Chauvet, con Altamira, con Lascaux, con las grandes catedrales del mundo, con las grandes obras estéticas y arquitectónicas y pictóricas de todos los tiempos y de todas las culturas.
1. La Biblia de los Cruzados o la Biblia de San Luis o Biblia Rica de Toledo fue realizada entre 1226-1234 en París, realizada en tres volúmenes con 1.230 páginas, con 4.887 escenas iluminadas o miniadas o pintadas o ilustradas. Se considera junto con el Breviario de Isabel la Católica, los dos códices medievales de más riqueza cultural y estética de Occidente, aunque evidentemente el Breviario de Isabel la Católica fue realizado-construido ya en época que podríamos denominar renacentista, ya estando inventada la imprenta de tipos móviles de Gutenberg.
– Es curioso señalar que esta Biblia, parece ser que fue regalada por el rey de Francia, que después fue santo, Luis IX, a su primo, Fernando III el Santo, para que con ella educara a su hijo que después fue Alfonso X, y por azares de la existencia está en la Catedral de Toledo, circunstancias de la vida, tendríamos un gran recipiente, la Catedral de Toledo, una de las más excelsas y estéticas catedrales del mundo, que contiene uno de los libros-códices con más riqueza cultural de Occidente, a su vez, todo dentro de una de las ciudades con más metafísica-espiritualidad-religiosidad-filosofía del mundo, porque la palabra magia, no me gusta demasiado. Y posiblemente muchos hispanos actuales, ni siquiera manchegos actuales conocen este dato de la existencia de esta obra-códice-Biblia.
– A veces, pienso que estos códices iluminados eran el cine o el cómic o los libros de fotografía o de grabados de la época, pero excelso a niveles portentosos, porque existían otros que no tenían ilustraciones, estas obras miniadas eran libros que tenían un coste enorme, porque ya el pergamino, la escritura a mano, las iluminaciones-dibujos-pinturas, suponía un trabajo en recursos humanos y en recursos materiales de una enorme importancia. Solo se podrían hacer aquellas obras que eran encargadas por grandes personajes, por ejemplo, reyes, grandes catedrales, grandes monasterios. Generalmente, en algunos casos tenían oro de fondo, etc. De pasada, cuántos se habrán perdido, cuánta riqueza conceptual-estética-cultural-interpretativa se habrá perdido, en este género, los códices, pero en tantos otros…
– Podríamos decir que cuando Blanca de Castilla encargó esta obra para su hijo, el futuro rey, tenía una intención didáctica-pedagógica, o dicho de otro modo, los textos bíblicos no son toda la Biblia, sino selecciones, al mismo tiempo complementarios con explicaciones mitológicas-alegóricas-literarias, y ambos textos, uno debajo de otro, acompañados de imágenes.
En 4.887 imágenes pictórica que trataban, que serían diríamos una enorme enciclopedia sobre todos los temas del mundo, desde los religiosos a los rutinarios o cotidianos, hasta cuestiones de todas las clases sociales. Es decir unir en un libro, con textos escritos e imágenes, todos los niveles temáticos de su época y del mundo, cuestiones sociales y políticas y económicas y costumbres y familiares y religiosas y espirituales y de gobierno, de guerra y de paz, etc. Es decir, una enorme enciclopedia, quizás no exageraríamos si dijésemos el precedente de la Enciclopedia Francesa de la Edad Media. Podríamos indicar que podría ser un enorme elenco de documentales de todas las temáticas, para compararlo con el día de hoy. Y hasta dónde sabemos parece ser que la idea de la reina tuvo éxito, porque se considera a san Luis, uno de los grandes reyes de Europa, en su alto nivel de moralidad, en su alto nivel de responsabilidad política hacia sus ciudadanos y su tiempo y época y circunstancias.
– Siguiendo las costumbres de la Edad Media, esta Biblia que fue denominada, entre otros nombres “la Biblia Rica”, está custodiada por tres llaves y por tres personas distintas en la catedral de Toledo. Entre todos los azares-circunstancias-convulsiones de la existencia histórica de la Piel de Toro en estos últimos siete siglos, ha sido casi un milagro que se haya conservado esta obra, salvo ocho páginas que están en Norteamérica, que siga existiendo, siglo tras siglo, generación tras generación, guerra o conflicto tras conflicto que ha atravesado los aires de Toledo, los vientos de la Mancha, los aires de Hispania.
A veces, pienso si esta Biblia, fue uno de los motivos del interés enorme que Alfonso X, tuvo siempre por la cultura y la Cultura. Esas imágenes, ideas, conceptos, enunciados, colores, que le fueron impresos en su cerebro-mente a edades tempranas, suponemos que adolescente, después fue esencial a la hora de que durante toda su existencia tuviese tanto interés por el desarrollo de la cultura. No es tema baladí éste, porque nos enfrentamos siempre, a la cuestión sempiterna de una educación-enseñanza correcta, tanto en los contenidos, tanto en los continentes, tanto en los enunciados, tanto en los materiales de aprendizaje, tanto en la moralidad-espiritualidad adecuada y correcta, tanto en multitud de temas de la realidad, realidades interiores-exteriores, sociales-políticas-económicas-costumbres-etc.
Al final, el hombre o mujer es en gran parte, lo que “come”, come en todos los sentidos, alimento, cultura, costumbres, ideas, estética, belleza, conocimientos, etc.
2. Para terminar, lo que se indique-narre-exprese de esta Biblia, es siempre quedarse corto. Es un tesoro que ahora existe una edición facsímil, de cerca de mil ejemplares, por lo cual, si alguien tiene un interés especial podría tenerla en su casa.
Pero como no me gusta escribir un artículo sin indicar una sugerencia, me pregunto, si la catedral Primada de Toledo, no debería tener en una de las salas, no solo un ejemplar de dicho facsímil, sino proyectar en una de las paredes, toda la Biblia, hoja a hoja, y el visitador-contemplador de la catedral, ya que se sumerge en ese misterio de todo templo religioso, también pueda, aunque sea en pocos segundo ir viendo cada página. Sería un elemento esencial, que completaría y complementaría a la catedral, al arte, a la religiosidad, al conocimiento humano.
Al final, debemos incentivar-promocionar-comunicar las grandes obras de arte, porque son un motivo esencial, por las que el ser humano se debe sentir orgulloso, por las que nosotros, tenemos derecho a sobrevivir, como individuos y como especie. En tiempos tan convulsos para el mundo y para Hispania, bueno es recibir-sorber vientos-luces de esperanza.
