Daimiel Noticias.-Eran las 21:00 horas del sábado cuando las puertas del Auditorio Municipal de Daimiel se abrían para empezar a recibir a las personas que poco a poco iban dejándose caer por el lugar. Un escenario de dimensiones considerables, listo para albergar instrumentos y equipo de un total de seis grupos, y 35.000 watios, esperaban para dar comienzo a una nueva entrega del “Brujas Festival”.
Y como manda la tradición, dos bandas locales se colaban en los puestos de salida sirviendo como antesala a los grupos de índole nacional. Zeniza, una agrupación novel, pero entre cuyos integrantes se encuentran curtidos músicos, hacía sonar los primeros golpes de bombo sobre las 21:30 horas. Durante 30 minutos, el grupo quiso mostrar su primer y recién estrenado trabajo, ‘Hombres afortunados’, el cual, en palabras de Jesús, vocalista del grupo, es “un EP muy personal, con un estilo que está poco trabajado por la zona, y muy identificativo de la formación”. Por su parte, Fuyu, bajista de la banda, se mostraba ilusionado y nervioso de tocar ante el público de su localidad, a pesar de una dilatada experiencia personal encima de las tablas.
Tras Zeniza, otra banda local abordaba el escenario. Esta vez sin guitarras ni batería, sino con mesa de mezclas y micrófonos. Sutil Kármico, agrupación que surge en 2001, hizo saltar a los asistentes a ritmo de rap y hip-hip, presentado también su último trabajo de estudio, ‘Los últimos ficheros’. Hernán, uno de los vocalistas del grupo, definía este disco como “una cadencia un poco más diferente, pasajes más electrónicos, jazzísticos, y letras un poco menos directas, pero para que hagan pensar a la gente”.
Tocaba el turno al grupo vigués, We Ride!, que sorprendió a muchos con su frontwoman, y su puro estilo hardcore, ya que no es común ver chicas al frente de bandas de estas características. Más de media hora en la que todos los miembros de la agrupación no dejaron de saltar, contagiando esas ganas de música a todo el público. We Ride!, fue la primera banda en firmar con la discográfica americana Victory Records, poseedora de varios discos de oro, y testigo de ello es su último CD, ‘Empowering Life’. Contentos y satisfechos con el concierto, Mimi reconocía que “es diferente ser mujer en un mundo principalmente dominado por hombres, y por eso es importante el trabajo de todas las mujeres que se aventuran a luchar en él”.
Y con el público expectante, llegaba el plato fuerte de la noche con Soziedad Alkohólica. Algo antes de lo previsto, la agrupación vasca de thrash metal y hardcore punk, comenzó su concierto en el que, durante más de una hora y media, hizo corear y cantar a la gente que llenaba el Auditorio con temas tan conocidos como ‘Ratas’, ‘Piedra contra Tijera’ además de otros tantos más de su trabajo estrenado en marzo de este año, ‘Sistema Antisocial’. Una banda consolidada en el panorama musical con casi 30 años de experiencia que no defraudó a los fans que se agolpaban en primeras filas y que se reconocían muy satisfechos y contentos con el espectáculo ofrecido.
Los ánimos se calmaban un poco tras S.A., pero la calma iba a durar poco ya que, tras ellos, Hell’s Fire empezaban a afinar sus guitarras, bajos y voces, para inundar el escenario de nuevo de stoner, rock sureño, y mucho ritmo y energía. Durante su actuación, el feedback entre grupo y público se hizo notar, al tiempo que ofrecían 50 minutos en los que pudieron mostrar un fragmento de los tres discos que tienen en su haber. Todos ellos, mostraban su satisfacción y reiteraban “la buenísima organización del festival”, tanto por horarios, camerinos, grupos, etc…”.
El 12º “Brujas Festival” tocaba su fin, y para ello también como es habitual, la banda más movida y bailable se dejaba para el final. Minority of one, llegados desde Cádiz, arrasaron entre un público entregado, con ganas de bailar y escuchar sus letras reivindicativas, incluidas en sus discos ‘Glory Days’ o ‘Never Quit’. El vocalista, Fede, se afanaba en contar a la gente el contenido de sus letras, además de explicar el por qué de las mismas, lo que arrancó más de un aplauso entre la multitud.
Así finaliza una edición más de un festival que pudo desarrollarse sin incidentes ni altercados. Los organizadores de la asociación Brujas Sound expresaron su complacencia, tanto con el desarrollo del festival como con el público asistente, que en gran parte llegó desde otros puntos de la geografía española.