Feria blanca

joseRivero2Viendo el desfile ferial y festivo de autoridades en formación, Pandorgos sudorosos, Dulcineas confitadas, Troupe inmemorial, Gigantes y Cabezudos, Moros y Cristianos y la eterna Banda de música tronando el pasacalles toda la vida, siempre termino preguntándome ¿de qué tiempo son esas imágenes? ¿De que tiempo soy yo?

¿Son de ayer o son de siempre?

¿Son de siempre o son de nunca?

¿Envejezco yo,  o ellas son las que han envejecido?

Inauguración de la Feria 2017 - 11Y ¿cómo envejecen las cosas que nos rodean?

¿A la misma velocidad que uno, o a otra diferente?

Estar atrás y estar delante.

Ayer y hoy.

Allí y aquí.

¿Se puede ser tradicional y moderno, sin morir en el intento?

Tradicionalistas modernos, como quiere Trapiello.

Y ¿como nos atropella el tiempo?

Hay quien cree en esa síntesis diabólica de ayer y hoy, y la alaban y celebran.

Inauguración de la Feria 2017 - 29Y se recrean en la mixtura.

Mérito del ejercicio, un ojo allí, otro aquí.

Y el corazón partido.

Ser de ayer y ser de hoy como forma atropellada de existencia.

O como forma imposible y atormentada.

Como un voy-y-vengo.

Como ir a la fuente inmemorial de la que va faltando el agua del tiempo.

Son, esas imágenes feriales y festivas, del tiempo en que el pozo daba agua y se regaba la huerta con la levedad verde de la noria.

Son de la época de la huerta aromatizada y del aire leve.

Son del tiempo amarillo de la solana estival y del vuelo bajo de sisones y aviones.

Son de la noche de  ayer, son del tiempo de siempre, son de la mañana de nunca.

Con más reparos miro yo.

Y por el colorido de las atracciones mecanizadas y electrificadas y el ruido de los artefactos, pienso que resumen la suerte vana de los casinos imperturbables de Las Vegas.

También resumen el trampantojo de algún Parque Temático infantilizado, juguetón y colorín.

Y se agolpan con el timbre seco del eco de verbenas inmemoriales.

Inauguración de la Feria 2017 - 39Como las de Gómez de la Serna y EGC.

Resumen el tiempo del carrusel benevolente en onomatopeyas y de la moderna noria iluminada que asusta a las primeras estrellas.

Del cagafierro de Modiano y del sol implacable de la infancia.

Como el cielo azul del Machado final.

Otros más consuetudinarios, miran al escapulario  de la Virgen y Patrona.

Y ven brotar una lagrima del recuerdo de la infancia.

Lo que más perturba es la fingida circularidad del tiempo, cuando ya sabemos que es lineal como la flecha lanzada al horizonte de la vida y a la línea roja del corazón .

Por más  que callen y por más que finjan no saberlo.

También la circularidad de lo lineal.

Eso pasa en portugués con la denominación de los días laborables de la semana: Feira.

Incluso con la Feiralivre, como día de mercado.

Rojo y negro.

La Fiesta y el Credo.

Lo mismo y lo contrario.

Otros lo saben y lo han silenciado.

Lo callan al mismo ritmo que gira la Ola multisonante y golpea la traca del fuego soñado.

Fuego pálido, Feria blanca.

José Rivero
Divagario

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2 COMENTARIOS

  1. El desfile fue un absoluto despropósito. No sé quién lo organizó, pero si queremos hacer algo, que sea mínimamente digno.

    Ya no es una cuestión de dinero, es hacer algo que dé un poco de lustre a un inicio de feria.

    Los que estábamos en la calle viendo ese tumulto de gente desorganizada, no dábamos crédito al desastre de organización.

    Pensadlo bien para el año que viene. Son las ferias de la capital de la provincia. O hacéis algo decente, o suspender eso, pero de verdad, no volváis a repetirlo.

  2. Dicen que agosto es el mes de la felicidad. Dicen, dicen, dicen tantas cosas del mes de agosto, que casi se nos olvida decir que agosto es el mes más verbenero del año, el mes en el que los santos y las vírgenes se hacen camaradas de hasta los más ateos.
    Y es que somos todos muy modernos pero nos gusta más una verbena popular que a un tonto un lápiz.
    Las Ferias nos brindan la oportunidad para comer, beber, bailar, reír; un encuentro en la tercera fase con el pasado que una vez existió a golpe de orquesta, barra y tómbola.
    En el mes de agosto, España se revoluciona.
    Agosto huele a ‘fritanga’ y a sangría. Suena a ‘Paquito Chocolatero’ y hasta el más moderno sucumbe a un buen ‘sarao’ callejero.
    Y es que a los españoles nos pirra la calle, somos callejeros por definición.
    ¿Moderno, quién?…..

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