Profesionales del Hospital Nacional de Parapléjicos ofrecen recomendaciones a las personas con lesión medular para un verano saludable

Prevenir la aparición de úlceras por presión, hacer frente a las alteraciones de autorregulación de la temperatura corporal y evitar las complicaciones digestivas que las personas con lesión medular son más susceptibles de padecer, son los objetivos que persiguen los profesionales del Hospital Nacional de Parapléjicos, centro dependiente del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha, quienes dan una serie de recomendaciones para disfrutar de un verano saludable.

Las personas con lesión medular dorsal alta y cervical tienen alterados los mecanismos de autorregulación de la temperatura corporal, por ello la temperatura ambiente condiciona de forma directa la del cuerpo. Así pues, para evitar posibles complicaciones en verano, la médico rehabilitador del Hospital Nacional de Parapléjicos, Mónica Alcobendas, recomienda mantener una temperatura ambiental de entre 20 y 25 grados y evitar la exposición a temperaturas extremas de frío o calor.

En este sentido, es conveniente también usar ropa adecuada a la temperatura ambiental y controlar regularmente la temperatura del cuerpo para tomar las medidas adecuadas para normalizarla, en caso de necesitarlo.

Una recomendación fundamental que da la doctora Alcobendas es evitar la exposición prolongada al sol, ya que puede producir insolación (fiebre, deshidratación y dolor de cabeza); quemaduras en la piel, sin que el usuario sea consciente debido a la falta de sensibilidad que se deriva de la lesión medular; golpe de calor, que conlleva bajada de la tensión e incluso pérdida del conocimiento e hinchazón de los miembros inferiores.

Es importante usar ropa adecuada a la climatología, con prendas amplias y cómodas y evitar el uso de prendas elásticas con gomas, costuras o con mucha fibra sintética. Conviene no descuidar el calzado, que ha de ser flexible y ceñido, pero sin oprimir el pie para evitar rozaduras que deriven en heridas graves.

Piel limpia y sana para evitar úlceras por presión

Uno de los aspectos más importantes en los cuidados y autocuidados en las personas con lesión medular es la prevención de úlceras por presión o escaras en la zona sacra e isquiática. Para ello, la doctora Alcobendas recomienda realizar pulsiones en la propia silla de ruedas, cuando la lesión permite tener la fuerza suficiente en los brazos para llevarlas a cabo.

El baño diario es especialmente imprescindible en esta época del año para hacer frente a la hipersudoración y prevenir complicaciones en la piel. Además, el momento del baño es óptimo para hacer una revisión exhaustiva de las zonas de la piel con más riesgo de producir escaras o úlceras por presión.

Tras el baño, es importante secar bien la piel, prestando especial atención a los pliegues cutáneos e interdigitales para evitar la formación de heridas por maceración. Asimismo, conviene aplicar cremas para mantener la piel hidratada y prevenir lesiones producidas por la sequedad.

Ejercicios de mantenimiento

Por su parte, el supervisor del Área de Fisioterapia de Parapléjicos, Manuel Salinero recomienda durante las vacaciones de verano no dejar de practicar la terapia de ejercicios de mantenimiento, que puede incluir una serie de trabajos con pesas en colchoneta, para fortalecer la musculatura de los brazos; volteos; ejercicios de sedestación y automovilizaciones de tobillos, rodillas y caderas; entre otros.

En el caso de personas con tetraplejia, ancianos o niños, los familiares o cuidadores deben movilizarles las manos, brazos, rodillas y caderas para que las articulaciones mantengan su arco normal de movimiento.

Asimismo, si hay espasticidad es importante ser constante en la realización de movilizaciones pasivas, al menos una vez al día. Manuel Salinero recomienda a aquellas personas con capacidad para realizar bipedestación, con o sin aparatos, que lo hagan a diario, ya que la puesta en pie es beneficiosa para la circulación sanguínea de extremidades y de órganos internos.

Uno de los deportes que más se practica en verano es la natación, con la que se potencia y fortalece la musculatura del tronco y del cuello y se consigue mejorar la flexibilidad de las articulaciones y la columna. Además, dentro del agua los ejercicios resultan mucho más fáciles de practicar para las personas con lesión medular debido a la falta de gravedad.

Cuida la alimentación

Un aspecto que se debe contemplar especialmente durante el periodo estival es la alimentación. La dieta debe ser equilibrada, con un aporte calórico acorde con la edad y el nivel de actividad física y, sobre todo, rica en agua.

Como norma general, los profesionales del Hospital de Parapléjicos recomiendan seguir una dieta rica en fibra (frutas y verduras) para favorecer la eliminación intestinal y reducir al máximo la ingesta de alimentos astringentes, para evitar el estreñimiento.

Asimismo, conviene beber una cantidad mínima de dos litros de líquidos al día, para favorecer la eliminación intestinal, la fluidificación de las secreciones bronquiales, así como para prevenir posibles infecciones urinarias. No hay que olvidar que el cuerpo pierde agua por el sudor y es importante que se compense aumentando la ingesta de líquidos.

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