El alcalde de Villamayor de Calatrava, Juan Antonio Callejas, se declaraba “gratamente sorprendido” por la buena respuesta de los vecinos a la invitación hecha desde el ayuntamiento para ir a ver, el pasado sábado por la tarde, y en una exclusiva jornada de puertas abiertas, la necrópolis visigoda situada a las afueras del pueblo, descubierta casualmente en 1968, por un agricultor y redescubierta ahora para ser investigada más ampliamente. Desde las 19,30 horas y hasta la puesta de sol, más de un centenar de vecinos, en un goteo casi constante, se llegaron hasta el yacimiento para escuchar las explicaciones de los arqueólogos a la vez que contemplaban las dos tumbas abiertas, una más lujosa que la otra, los restos óseos y los de un campo de silos que se remonta, al menos, 3.000 años.
Los vecinos, algunos de avanzada edad y que recordaban los hallazgos de casi casi medio siglo, asistieron, en un silencio interesado, a ver estos descubrimientos de 2017, que no se sabe si son los mismos de los que hace casi medio siglo, que en una excavación de urgencia y con pocos medios, sacaron a la luz 3 tumbas datables en época visigoda, pero que por lo temprano del descubrimiento no se pudo realizar un estudio sistemático de la zona, ni ubicar con precisión el descubrimiento, aunque se publicó algún trabajo en la Revista de Estudios Manchegos.
Ahora, casi medio siglo después, el ayuntamiento de Villamayor de Calatrava ha financiado la búsqueda de dichas tumbas a través de la realización de una prospección geofísica mediante georradar 3D, llevada a cabo por el Centro de Asistencia a la Investigación de Arqueometría y Análisis Arqueológico de la Universidad Complutense de Madrid y para verificar los resultados obtenidos por el georradar 3D, se han realizado varios sondeos bajo la dirección arqueológica de los investigadores doctores Miguel Ángel Hervás y Víctor M. López-Menchero, que han permitido volver a localizar varias tumbas visigodas.
Campo de silos de más 3.000 años
Por otra parte, y de manera inesperada, se ha descubierto un campo de silos prehistórico, de más de 3.000 años de antigüedad y que podría ser de hasta 5.000 años, que no había sido detectado en los años sesenta cuando fue localizada esta necrópolis.
Este importante yacimiento se encuentra actualmente preservado bajo un campo de cultivo de propiedad privada, por lo que los sondeos deberán volver a taparse con tierra, y por ello, esta única jornada de puertas abiertas del sábado ha sido una ocasión de oro para que los vecinos de Villamayor vean esta necrópolis de sus antepasados de hace unos quince siglos.
Tras este primer hallazgo y el detallado estudio de los restos, que será comunicado a la Junta de Comunidades, competente en permisos y seguimiento del yacimiento, se espera que en los próximos años se puedan seguir con estas investigaciones, ampliando la zona de búsqueda, de lo que podría ser una necrópolis visigoda, puede que ligada a algún asentamiento humano en una zona próxima. Todo ello lleva bajo la tierra de Villamayor desde hace miles de años.
