Ángel Escudero Martin. Secretario de Política Sindical de la UGT de Ciudad Real (Foto: UGT).- La Unión General de Trabajadores reclama al Gobierno que acepte las propuestas del sindicato para mejorar el plan de Garantía Juvenil, expuestas ya en la mesa de diálogo social de plan de choque por el empleo.
Medidas que corresponden al documento de plan de choque por el empleo elaborado por UGT y que incorpora medidas que ya han demostrado su eficacia en otros países, como impulsar de nuevo el contrato de relevo en las empresas, un plan de políticas integrales para los jóvenes con baja cualificación, la elaboración de un estatuto que regule las practicas no laborales o una red de oficinas de empleo joven a nivel estatal, que contribuirían a luchar contra la precariedad en el empleo juvenil y a mejorar los niveles de empleo, así como a fortalecer nuestro tejido productivo y a encarar la recuperación real para uno de los colectivos más perjudicados por la crisis y las políticas del Ejecutivo en nuestro país durante los últimos años.
Impulsar un nuevo modelo de contrato de relevo, que sea a la vez atractivo al trabajador que accede a la jubilación anticipada y garantista y con contenidos de formación y transmisión del conocimiento, para el joven inscrito en la garantía juvenil. Mientras las tasas de desempleo juvenil sean tan desorbitadas, la filosofía de atrasar la edad de jubilación resulta incomprensible. Por ese motivo, UGT propone fomentar el contrato de relevo y la jubilación parcial nuevamente a los 61 años, usando para dicho fomento la financiación del fondo social europeo, con la finalidad de que exista una sustitución natural y una transmisión de conocimiento entre la generación que accede a la jubilación y su relevo generacional. De esta forma se restituiría un derecho como es la posibilidad de la jubilación anticipada a los 61 años.
De esta forma, se produciría una sustitución eficaz y eficiente en el mercado de trabajo, una transición de conocimientos de una persona a otra en la que saldrían beneficiadas ambas partes, tanto los jóvenes, como las empresas que vería una solución a la perdida de ese capital humano que se jubila inminentemente. Además se realiza una apuesta en firme por el empleo de calidad, en detrimento de la precariedad y temporalidad que existe hoy en nuestro mercado laboral, a través de contratos indefinidos y con derechos.
Otra de las propuestas del sindicato es la ayuda a la formación juvenil. UGT propone un modelo de ayuda a la formación, que ya ha dado buenos resultados en Francia, centrado en un plan integral de jóvenes con baja cualificación. Entendiendo que el Estado no debe complementar el salario de ningún trabajador, ya que eso es responsabilidad de las empresas, el sindicato considera necesario destinar esa ayuda económica a personas jóvenes sin estudios y en especial riesgo de exclusión, así como permitirles realizar un itinerario de formación que les lleve a la obtención de un certificado de profesionalidad que mejore su empleabilidad y conduzca a una inserción laboral real.
En este sentido, el sindicato reclama un futuro estatuto de prácticas no laborales para los jóvenes, que regule explícitamente esta cuestión, abordando factores como la vinculación entre las prácticas, la beca y la formación, los requisitos que tienen que cumplir las empresas e instituciones, la duración máxima de las prácticas o un marco de protección social y de prevención de riesgos laborales; y un nuevo contrato de formación y aprendizaje con penalizaciones a las empresas que abusen de su uso con el único fin de recibir las bonificaciones del Gobierno.
Además, UGT apuesta por una red de oficinas de empleo juvenil a nivel estatal. Tomando como modelo a los países nórdicos, que comenzaron a trabajar sobre la implantación de la Garantía Juvenil, hemos propuesto al Gobierno la creación de una red de oficinas a nivel estatal que trabaje de manera específica sobre la juventud.
Oficinas que contarían con orientadores especializados que pudieran dar un itinerario personalizado a cada joven inscrito en este plan y realizar un seguimiento cercano del mismo para mejorar así la experiencia de las medidas y poder detectar y reconducir los posibles errores de alguna de ellas.
La finalidad de esta medida es romper la inoperatividad de los actuales sistemas de inscripción e implantación del plan, que no logran llegar a la juventud, o si lo hace, es a un colectivo joven muy concreto y reducido. En este marco, se propone también una dotación de orientadores que se dedique a «captar a jóvenes» alejados del propio sistema, yendo directamente a los espacios donde se encuentran estos colectivos.
Para UGT, es necesario realizar un impulso al plan de Garantía Juvenil más allá de las medidas cortoplacistas anunciadas recientemente por el Gobierno, que no van a solucionar el problema estructural de nuestro mercado de trabajo para los jóvenes, enquistado por la reforma laboral, por lo que confía en que estas propuestas sean valoradas por el Ejecutivo de nuestro país y empezar así a mejorar el empleo juvenil en España aprovechando, además, los recursos europeos que tenemos para ello.