El director del Centro Internacional de Estudios de Memoria y Derechos Humanos de la UNED (CIEMEDH), Julián López García, y el antropólogo social Jorge Moreno Andrés, encargados del desarrollo de un proyecto que, financiado por la Diputación, permitirá el cumplimiento de la Ley 52/2007, de la Recuperación de la Memoria Histórica, en la provincia de Ciudad Real, han informado de la realización del vídeo “La última mirada” en el que aparecen paisajes que fueron la última imagen que vieron cientos de vecinos y vecinas asesinados en la provincia durante y tras la Guerra Civil española.
El vídeo se puede descargar en este enlace.
Con el proyecto “Mapas de Memoria” los promotores del vídeo y de esta iniciativa pretenden acercarse a todos aquellos que fueron asesinados, seguir sus rastros y reconstruir lo sucedido. En concreto, se lanza un nuevo vídeo con el objetivo de hacer un llamamiento a la población que quiera dar información sobre el paradero de personas desaparecidas o que deseen encontrar los restos de familiares.
La vigencia de la Ley 52/2001 habilita a las Administraciones públicas a facilitar a los descendientes directos de las víctimas que lo soliciten las actividades de indagación, localización e identificación de las personas desaparecidas violentamente durante la Guerra Civil española y la dictadura franquista.
El presidente de la Diputación, José Manuel Caballero, ha reiterado que el objetivo es que en 2019 no haya fosas comunes en la provincia de Ciudad Real, salvo si los allegados de los represaliados no expresan su intención de recuperar los restos de sus familiares o si los científicos certifican la imposibilidad de la actuación. Para ello no ha dudado en convertir a la Diputación que preside en la primera de la región que ha impulsado la firma de un acuerdo con el CIEMEDH en un ámbito en el que la Corporación provincial no había intervenido nunca.
Una buena noticia, pero es algo que debería promover activamente la Junta de Comunidades y no las diputaciones. Me parece un lavado de cara intencionado a unas instituciones que deberían estar ya en vías de extinción.
Los miembros de las diputaciones ni siquiera son elegidos por los vecinos, y sus funciones las podrían desarrollar perfectamente las Comunidades Autónomas.