Juana Caro. Coordinadora Local de IU Valdepeñas.- Estamos en un momento que podría ser histórico: conseguir que las políticas en materia de Violencia contra las Mujeres sean consensuadas y tratadas como materias trascendentales para la marcha de nuestra débil e incompleta democracia.
Ya en la VII Legislatura (2000-2004), la diputada de Izquierda Unida, Marisa Castro, defendió en sede parlamentaria la urgente necesidad de que las políticas de Igualdad y Violencia de Género fueran elevadas a materia de Pacto de Estado. Han tenido que pasar cinco legislaturas y quince años, para que consigamos que se haga realidad.
Un Pacto de Estado contra la Violencia de Género, debería significar una apuesta inequívoca de las fuerzas políticas en su representación institucional, para comprometerse firmemente en un ¡Basta Ya!, en una Tolerancia Cero contra la Violencia Machista.
Pero claro, el problema es que algunas de las fuerzas políticas que pretenden converger en este Pacto de Estado, no se creen ni de lejos la igualdad de mujeres y hombres; no piensan que la Violencia contra las Mujeres sea un atentado contra los Derechos Humanos de todas nosotras; reducen la Violencia de Género a un asunto particular entre el agresor y la mujer que sufre directamente esta violencia; reducen esta violencia a una suma de casos particulares (minimizando incluso esos números); y por todo ello niegan que exista ninguna base estructural, social, cultural en la Violencia que sistemáticamente soportamos las mujeres por el hecho de ser mujeres.
Están dispuestos y dispuestas, como mucho, a rectificar algunas herramientas claramente deficientes de la Ley Integral, a sumar un par de medidas/modificaciones del Código Penal, algunas de dudosa utilidad, pero de coste cero -elemento esencial-, o soportado por otras administraciones, y a mucha y mucha publicidad; pero no parecen interesados en poner las bases de una nueva Ley de Violencia Machista, que recoja todo tipo de violencias y en todos los ámbitos; no parecen dispuestos a comprometerse con presupuestos reales y suficientes; no apuestan por medidas transversales y que incluyan todo tipo de violencia: violencia económica, prostitución, vientres de alquiler, violencia institucional,…
En definitiva, este Pacto de Estado, si no lo remediamos, se va a convertir en un mero “postureo” de algunos y algunas, que lo ven como buena ocasión para hacerse la foto, siempre que eso no suponga ni grandes compromisos, ni dotaciones económicas significativas, ni el reconocimiento de quela Violencia que sufrimos las Mujeres tiene su origen en el modelo patriarcal y capitalista,en el que desgraciadamente seguimos ancladas.
A unos no les interesa cuestionar el sistema, a otros (también a otras), no lesparecemos suficientemente importantes… y cualquier excusa es buena para no comprometerse.
Confiamos en que no se desaproveche esta ocasión histórica y consigamos un Pacto de Estado, que sea capaz de generar propuestas y ponga las bases para empezar a deconstruir una cultura patriarcal que nos sigue ninguneando, que nos sigue violentando, que nos sigue situando varios escalones más abajo.
Juana Caro Marín
PD: Lamentamos profundamente que, al contrario de lo que ha pasado en la última semana en Ciudad Real, Puertollano, Alcázar de San Juan y Manzanares (entre otros muchos ayuntamientos), en el Ayuntamiento de Valdepeñasy ante la postura en contra del grupo municipal del PSOE, no se haya podido debatir la moción presentada por las asociaciones de mujeres y colectivos feministas en el marco de la acción global “Alerta Feminista”. Y seguimos ante unos Presupuestos Generales del Estado que no cubren, ni de lejos, las necesidades reales en materia de igualdad y para acabar con la violencia de género.