El concejal del Partido Socialista de Daimiel, Rafael Díaz del Campo, acusa al alcalde de la localidad, Leopoldo Sierra, “de alarmar utilizando a los trabajadores del Ayuntamiento como arma, con su victimismo y debido a la falta de previsión”.
Al hilo de las “continuas quejas” del alcalde `popular´ sobre la falta de ingresos en el ejercicio 2017, para hacer frente a los gastos corrientes del Ayuntamiento, el PSOE le recuerda que la situación “no es nueva, pues ya ocurría con Cospedal y calló al respecto” añade que el año pasado García-Page abonó todos los pagos sociales al Ayuntamiento y achaca la falta de liquidez del consistorio daimieleño, para hacer frente por ejemplo a las nóminas de los trabajadores municipales, “quizá al hecho de que el Partido Popular, que es su partido , haya votado en contra de unos Presupuestos con los que habría dinero para todos”.
Díaz del Campo pide por ello a Leopoldo Sierra que “llame a las puertas del PP para solucionarlo, y se deje de victimismo”. Considera que “es más fácil que nos solucionen los problemas los demás”, y añade que el regidor daimieleño debería mandar una carta a los trabajadores municipales y a los ciudadanos de la localidad explicando “quién los ha solucionado”.
Explica que la nómina y la paga extra de los funcionarios “está a salvo gracias a la Diputación de Ciudad Real, gestionada por el PSOE”, que ha ingresado casi 460.000 euros en el día de ayer, por un lado, y hoy ha adelantado 270.000 euros, “de manera excepcional para hacer frente a las pagas extra, que tienen que recibir los trabajadores de esta casa”, manifiesta el concejal socialista.
Así las cosas, Díaz del Campo ha pedido igualmente al concejal de Hacienda del municipio que “ya que ha tenido una falta de previsión y ha esperado a última hora, poniendo en riesgo el sueldo y la comida de los trabajadores, sepa ahora administrar bien estas cantidades de la institución provincial, de las que además le va sobrar dinero”.
Recuerda a Leopoldo Sierra que la mala situación económica del Ayuntamiento, es “obligación suya gestionarla y administrarla”, y concluye con una reflexión hacia el mismo: “puede alardear de ser el alcalde más votado de la democracia en Daimiel, pero va a terminar siendo conocido como el más inactivo”.