Con motivo de la concesión del premio Príncipe de Asturias a Bob Dylan y a que esta mañana he oído, que fue el primer cantautor que se atrevió a introducir la literatura en la música, he recordado una anécdota (ustedes juzgarán si es graciosa o no) que me ocurrió hace un tiempo.
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Les cuento:
En una ocasión fui invitado a una peña gastronómica en la que no conocía a nadie, salvo al director del banco, donde tengo mi paupérrima cuenta y que precisamente, fue quien me invitó a compartir viandas con aquellos comensales.
Tomando el vino previo a la comida, le suena el móvil e inmediatamente identifico la melodía como obra de Mago de Oz, ya que en las exhibiciones deportivas de cada año, incluyo este tema desde hace tiempo, debido a que nace como suave brisa y rompe en brutal tempestad, prestándose eficazmente a cualquier ejercicio deportivo que comienza a cámara lenta y rompe al son de la canción.
He de decir que en principio me “choco”, pero no quedó marcado en mi cerebro de forma especial este hecho. No obstante le comenté que aquel tema, yo lo utilizaba mucho, añadiendo él, que esa canción era su preferida y la mas escuchada en su vida.
Al poco de sentarnos me doy cuenta que la mayoría de los asistentes son notarios, registradores y mas directores de otras sucursales, navegando como es lógico la conversación entre temas patrimoniales a hipotecas firmadas y/o próximas a firmar. En fin, temas laborales de los allí congregados, como es lógico.
En esto que le preguntan a Felix (por poner un nombre) que tal le iba como Presidente del Casino del pueblo de sus padres y en la explicación me enteré que en tal localidad, poseía dos casas de indianos que no sabía si quedarse o vender, ya que había comprado un parking en la ciudad de 500 aparcamientos y necesitaba liquidez, porque además, los tres pisos que tenía en la costa, prefería no alquilarlos para evitar su deterioro.
Medio “flipao” por el patrimonio personal del señor director, recordé de forma inmediata la melodía de su móvil y algo en mi cerebro, me dijo: ¡no puede ser!…¡no cuadra!
La comida trascurrió con toda normalidad y como tengo cierta amistad, esa noche se me ocurrió tenderle una pequeña trampa: le envié un e-mail, que leería a su llegada al banco.
A la mañana siguiente me llama exaltado: ¡oye, no se te ocurrirá enviar esa poesía que me has enviado a los periódicos con los que colaboras ¿no?…¿es que te has hecho bolchevique subversivo?…¡es una pura blasfemia lo que has escrito!…¿pero como se te pueden ocurrir esas cosas?
No, no Felix, si no lo he escrito yo. Verás, es que en agradecimiento a tu invitación a comer ayer, he decidido hacerte un regalo.
¿Regalo? ¿consideras este escrito un regalo?
¡Claro hombre… es la letra de tu canción favorita, la de toda tu vida… FIESTA PAGANA, lógicamente de MAGO DE OZ, la sintonía de tu móvil…¿no te acuerdas?
Y no se el motivo , pero no me ha vuelto a invitar a comer. Estará muy ocupado.
Si usted aun no entendió su cabreo, visite mi blog, donde añado a este articulo la letra de marras de la cancion de marras del grupo de marras. Ahí le pongo el enlace de marras. Y si además me dejan ustedes un comentario al artículo, le pido a mi director que le invite a comer. Oiga, que se lo digo en serio.-
http://www.miciudadreal.com/blog/pabormi/