Manuel Cabezas Velasco.- En este mes que hoy se despide apenas ha hecho honor a su fama de lluvioso. Más bien todo lo contrario, salvo en días puntuales. No obstante, la climatología no es tan trascendente para el tema que nos ocupa.
Aunque ya ha pasado un cuarto de siglo desde que la fisonomía de esta ciudad sufriese un cambio espectacular, el mes de abril en Ciudad Real está históricamente muy vinculado al mundo del ferrocarril. Allá por 1859 se autorizaba por ley una concesión de la línea Manzanares – Ciudad Real y días después el ferrocarril de Ciudad Real a Badajoz. Un año más tarde se concedería el ferrocarril de Albacete a Cartagena a MZA y, veinte años más tarde, la Compañía MZA adquiriría la Compañía los Caminos de Hierro de Ciudad Real a Badajoz, siendo comprada por la misma la Compañía de los Ferrocarriles de Ciudad Real a Badajoz y de Almorchón a las Minas de Carbón de Bélmez, con efectos desde el 1 de julio. La década de los cuarenta del pasado siglo se iniciaba con la nacionalización del ferrocarril en España, desapareciendo MZA, que quedaría integrada en la recién nacida RENFE.
Sin embargo, el acontecimiento que propiciaría un salto tecnológico de mayor relevancia y que situaría a la localidad de Ciudad Real en la vanguardia de la alta velocidad vendría más de un siglo después. Ese acontecimiento es el que nos trae el día de hoy. Sería un 14 de abril de 1992 cuando se inauguraba la primera línea AVE en España que enlazaba las grandes ciudades de Madrid y Sevilla, teniendo como estaciones intermedias las de Ciudad Real, Puertollano y Córdoba.
La relevancia de la implantación del AVE nuestra ciudad está fuera de toda duda. A ello se unía la instalación del Campus Universitario de Ciudad Real, constituyendo ambos los elementos dinamizadores de la población. Provocarían por aquel entonces una modificación del paisaje urbano sin precedentes, alterando no sólo la ubicación de la estación ferroviaria sino también dando lugar a un gran espacio de formación que constituiría el cercano Campus Universitario.
En cuanto a la importancia del AVE, reseñar que el cambio de trazado antiguo de la línea ferroviaria y la creación de la nueva estación supondrían “una importante liberalización de terreno en el centro de Ciudad Real, y ha dado lugar a que la ciudad crezca en ese espacio, urbanizando los llamados “antiguos terrenos de RENFE”. Al igual que la construcción de la nueva estación también ha revitalizado la zona este de la ciudad. Si bien es cierto, que el nuevo trazado constituye una barrera física para el crecimiento de la ciudad, tanto por el este como por el sureste, creemos que con unas políticas adecuadas pueden superarse algunas de estas barreras” [1].
La morfología de Ciudad Real, sin embargo, fue modificándose con el paso del tiempo en función de la ubicación de la estación de ferrocarril. Así ya en el siglo XIX, la primera estación de 1866 se hallaba en el actual Parque de Gasset, cuyo edificio aún se conserva. En esta época reinaba Isabel II y a finales de año utilizaría dicho trazado para dirigirse a Badajoz y más tarde a Lisboa.
Más adelante, casi un siglo después, mediando la década de los 50 del pasado siglo, la instalación de la nueva parada del ferrocarril en la ciudad se encontraba al sur de la misma, en la parte meridional de la Ronda de Ciruela. Y, finalmente, llegaría el mágico año 1992 donde asistiríamos a la llegada de la alta velocidad que propiciaría un cambio radical del trazado de la red ferroviaria que ya se había trasladado al este y sureste de la población. En este enclave se acogerían las líneas de alta velocidad Madrid – Sevilla al norte y en la parte oriental la convencional de Madrid – Alcázar de San Juan – Badajoz. Ambas tenían su parada en la nueva estación. [2]
Siguiendo con lo apuntado por la autora Mª Ángeles Rodríguez Domenech [3] el edificio – obra de Martínez Mendizábal y Sanz de Santos (1990) – que simbolizó la llegada de la alta velocidad a nuestra ciudad muestra un esbelto pórtico sustentado por dos columnas, teniendo una marquesina metálica a modo de cubierta en chaflán sobre su entrada y enorme vestíbulo. Las tres alturas de la fachada principal se tornan en dos en su parte posterior. Este volumen rectangular que constituye la estación está paralelo a las vías, haciendo un guiño al visitante en forma aerodinámica como simulando la fisonomía de los trenes de alta velocidad. A la entrada principal se unen otras dos: una por la cafetería de la estación, la otra en la fachada posterior del edificio.
A nivel interno constituye una intersección entre un módulo triangular y otro rectangular, siendo la zona común la que constituye el área de acogida de los viajeros. Este espacio de grandes dimensiones que tiene la planta baja para los servicios generales y las dos superiores para oficinas internas, aparece cubierto por un gran lucernario que otorga luz natural a todo esta área.
En el exterior aparecen equipamientos que complementan sus servicios. Al norte, el aparcamiento y la zona de alquiler de vehículos; al oeste y cercanas a la entrada principal se ubican las paradas de autobús urbano y taxis, y junto delante del pórtico de entrada una zona de estacionamiento temporal.
En el entramado ferroviario en sí los andenes aparecen en una cota superior de la entrada, desnivel que requieren de rampas mecánicas y ascensores. Cuatro andenes, cubiertos de marquesinas, existen, tres para alta velocidad y TALGO y el cuarto para los trenes tradicionales.
La llegada la ferrocarril en Ciudad Real fue conmemorada por la Asociación Manchega de Amigos del Ferrocarril de Ciudad Real y el Ayuntamiento capitalino en su 150 Aniversario, en 2011, siendo testigo de este acontecimiento una placa a modo de réplica de la que marcaba la altitud en la estación de M.Z.A. hasta 1992.
En este mes de abril que se conmemora el 25 Aniversario del primer AVE el Ayuntamiento de Ciudad Real y la dirección de RENFE han conmemorado tal onomástica con la presentación de una maqueta de aquel primer tren de alta velocidad que surcara las vías de Ciudad Real desde un 21 de abril de 1992.
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“La mujer del alcalde
de Brazatortas
tiene las manos negras
de asar bellotas” [4]
Brazatortas, villa ciudadrealeña del partido judicial de Almodóvar del Campo, era conocida en el siglo XVI como Abrazatortas, para posteriormente adquirir su denominación actual. Dicho término tiene su origen en las curvas o meandros del valle del río Ojailén, cuyo entorno hidrológico – ambiental ha sido en los últimos años restaurado.
En este entorno, allá por la década de los 50 nacía alguien que ya forma parte del acervo de muchas generaciones, aquel que – junto a su compañero Josema – consiguió que en unas Navidades que unas empanadillas hicieran la mili en Móstoles. Estamos hablando, ya no causa sorpresa, del actor y humorista Millán Salcedo.
Nacía un 14 de abril de 1954 (otros dicen 1955) en la localidad de Brazatortas el humorista y actor Millán Salcedo Salcedo.
Curiosidades de la vida, huérfano de padre desde muy temprana edad, este torteño comenzaba su carrera artística en 1974 participando en el estreno de una obra de un paisano suyo de todos conocido: Antonio Gala en la obra Las cítaras colgadas de los árboles.
Tres años después asistiremos a un hecho de gran relevancia en su trayectoria profesional: formaría el trío Martes y Trece con Josema Yuste y Fernando Conde, con quien había coincidido en la mili. Su popularidad fue in crescendo, aunque fue más aún cuando se convirtió en dúo acompañado por Josema Yuste.
Desde finales de la década de los 70 su popularidad no cesaba, participando en los programas del momento como Fantástico, Aplauso o Un, dos tres, … responda otra vez. Aunque serían los especiales de Nochevieja los que darían al dúo un espaldarazo definitivo. ¿Alguien no recuerda aquello de “¿Encarna?, ¿Encarna de noche?’, que supondría una de la mayores antologías del disparate humorístico en televisión, acabando incluso con unas empanadillas haciendo la mili en Móstoles, y eso que el programa era en homenaje a la periodista Encarna Sánchez. ¡Dios bendito! ¿quién no se ha reído alguna vez?
La pareja humorística duraría varios años hasta su separación en 1997. En televisión escribiría y dirigiría ketty no para y crearía también el programa Un millán de cosas.
El teatro pareció ser desde el año 2000 su principal actividad, participando en obras como Salomé o Los sobrinos del Capitán Grant – junto a su excompañero Fernando Conde -, además de en algunas zarzuelas.
En el mundo de la gran pantalla, también hizo varias incursiones como El robobo de la jojoya, Aquí huele a muerto… (¡Pues yo no he sido!), La loca historia de los tres mosqueteros, La corte del Faraón, Ni te cases ni te embarques o Sentados al borde de la mañana, con los pies colgando.
Su trayectoria continuaba en 2008 con el espectáculo humorístico y teatral Yo me subí a un piano verde, con el que incluso realizó una gira de dos años por España.
En la década actual, basada en la anterior obra citada, estrenaría en 2012 De verden cuando en el Teatro La Latina de Madrid, de finales de ese año hasta febrero del siguiente.
A su faceta interpretativa cabe añadir la de presentador en 2014 en El pueblo más divertido de España, junto a Mariló Montero, o la de escritor con obras humorísticas como Sufro Bucho, Cuando la aurora extiende su manto, En mis trece, etc.
Su trayectoria en televisión ha sido dilatada a lo largo de las dos últimas décadas, con diversos programas, algún homenaje como a Luis Sánchez Polack – Tip – y, más recientemente como invitado en el programa presentado por Bertín Osborne, Mi casa es la tuya, estando acompañado de su excompañero Josema Yuste.
No obstante, aunque pareciera que todo sería guasa y beneplácito, y aún sintiéndose orgulloso de sus raíces y sus progenitores, cuando llegó la hora de ser pregonero en su propio pueblo lo más rancio del terruño pareció no tenerle por santo de su devoción. Los motivos, en la prensa rosa están. No me detengo en ello. El resultado, la renuncia de este humorista torteño al ser amenazado sin por allí se acercaba. Este hecho hizo que incluso no tuviesen pregonero los festejos de Brazatortas del año en cuestión. [5]
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Difícil hablar de un artista tan recientemente homenajeado como el que ahora tratamos. El pasado año se conmemoraba el vigésimo aniversario de su fallecimiento (18 de abril de 1996) y en este casi seco mes, le rendimos un pequeño homenaje. Hablamos, qué duda cabe, de Manuel López – Villaseñor y López – Cano.
Aunque estaba marcado desde su niñez por una enfermedad que le impedía caminar y jugar con los demás muchachos, la pintura se convertiría en su mayor medio de expresión.
Señalaba Margarita Peñalosa que “es un pintor en formación, pero con tal calidad en su obra que se perfila en él un gran artista”. [6]
Lorenzo Selas Céspedes, alcalde de Ciudad Real bajo cuyo mandato se agrupó la obra de este artista dando lugar al surgimiento del Museo que lleva su nombre, señalaba con motivo del Nombramiento de Villaseñor como Hijo Predilecto de Ciudad Real – en Sesión plenaria de 26 de Junio de 1970 – que “esta decisión no ha quedado en la fría letra de un Libro de Actas, sino que, cuando un pueblo de sentimiento profundo y sincero distingue sobre los demás a unos de sus hijos con un cariño y afecto especiales, grandes son los méritos que hacen de aquél persona acreedora de tal honor” [7]. Igualmente señalar que, dada la existencia de un artículo precedente que relata la biografía de este autor [8], donde se precisan algunas de sus fechas relevantes, aquí me cabe citar solamente las impresiones de algunos de los artistas que mejor lo han conocido.
Tres autores cabe destacar para esbozar la calidad artística de Villaseñor: uno, gran conocedor de su obra, es aquel que realizase su tesis doctoral sobre el mismo. Hablamos del Doctor en Bellas Artes y artista Víctor Chacón Ferrey – y que expone en la actualidad en el Museo López – Villaseñor sus obras con el nombre de “Paisajes encontrados”- , el cual señala que:
“En los últimos años la presencia de Villaseñor en el contexto de la pintura del nuevo milenio se nos manifiesta como esencial. Nos falta actualmente ese pintor punzante que acose la realidad para obtener de ella lo máximo: la expresión de un sentimiento. También a aquel pintor que a través de su materia nos proponga un acercamiento a la estructura física y psíquica de las cosas cotidianas, acercando la pintura a la gente, no haciéndola caer como arte de lujo o disciplina especializada, tan común en nuestra época…” [9]
En segundo lugar, otra persona, gran conocedora de la obra de Villaseñor – compañera durante muchos años del anteriormente citado Víctor Chacón -, es Concha Hermosilla, la cual señala que “Villaseñor era un hombre con vocación universal… Era un pintor con una cultura muy amplia tanto pictórica como literaria o musical; y sentía pasión por esa parcela creadora del ser humano” [10]
Y, finalmente, aunque volviendo al principio, reseñar lo que nos decía el pasado año en el 25 Aniversario del Museo Municipal “Manuel López – Villaseñor” el Excmo. Sr. Don Lorenzo Selas Céspedes:
“… mi recuerdo más especial es para Manolo López Villaseñor. Nos dejó el 18 de abril de 1996. Muere en su casa de Torrelodones, pero sigue entre nosotros porque la obra que habrá de perpetuar su memoria ya está expuesta en su museo”. [11]
MANUEL CABEZAS VELASCO
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[1] Rodríguez Domenech, Mª Ángeles: La nueva realidad urbana y territorial de Ciudad Real, pág. 75.
[2] Rodríguez Domenech, Mª Ángeles: Op. Cit. pág. 76.
[3] Rodríguez Domenech, Mª Ángeles: Íbidem Cit. pág. 546 y ss.
[4] CELDRÁN, Pancracio: Diccionario de topónimos españoles y sus gentilicios. Espasa Calpe. Madrid, 2003. Pg. 163.
[5] http://www.libertaddigital.com/chic/corazon/2014-09-18/millan-salcedo-renuncia-a-ser-pregonero-de-su-pueblo-tras-recibir-amenazas-1276528597/
[6] PEÑALOSA ESTEBAN – INFANTES, Margarita: “Dos Exposiciones de Pintores Manchegos”. Pg. 80
[7] VV. AA.: “Villaseñor 1975 – 1986”. Excmo. Ayuntamiento de Ciudad Real, 1986. Pg. 5.
[8] http://www.miciudadreal.es/2012/11/25/morada-de-soldado-reposo-de-artista-recuperando-lo-pasado/
[9] Ayuntamiento de Ciudad Real: Villaseñor Enero / Febrero 2001. Pg. 11
[10] Ayuntamiento de Ciudad Real: Villaseñor Enero / Febrero 2001. Pg. 11
[11] Museos, Archivo y Patrimonio Municipal: “25 Aniversario Villaseñor 1991 – 2016. 25 años promoviendo la cultura”. 2016.
Hemos tenido un mes de abril absolutamente atípico en lo meteorológico comparado con lo que sucedía en años anteriores.
No obstante, tenemos que recordar que el lunes, 4 de abril del pasado año, las abundantes precipitaciones en la provincia de Ciudad Real (41,2 l/m2) dejaron la efeméride histórica de haberse convertido en el día más lluvioso de un mes de abril desde que, en 1920, comenzaran a registrarse las precipitaciones.
Y es que «abril y mayo, la llave de todo el año»…
Cierto en ambos extremos, abril ha hecho honor a su fama, pero en términos generales subscribo lo que has apuntado: ha sido atípico en lo meteorológico. Gracias por tu seguimiento