La estancia en un centro hospitalario es una situación incómoda y desagradable por la que nos cuesta pasar a todas las personas; esta sensación se amplifica aún más cuando es un niño o una niña el que está hospitalizado: los menores se ven en un lugar extraño, rodeado de máquinas y desconocidos, además de sufrir alguna dolencia.
Para hacer más llevadera esta estancia y mejorar la calidad de vida de los menores hospitalizados, Cruz Roja desarrolla el proyecto de Atención con Infancia Hospitalizada, el cual se desarrolla en dos hospitales de la provincia y atiende de más de 1.100 niños y niñas al año.
Para saber crear un vínculo emocional con la infancia hospitalizada, y hacer un paréntesis en la rutina de este trance, el voluntariado de Cruz Roja Juventud se prepara a través de un curso de formación específico para esta área, como el que se ha llevado a cabo este fin de semana en Ciudad Real. En concreto, los jóvenes voluntarios aprenden estrategias y habilidades para animar en el hospital a los pequeños convalecientes realizando cuentacuentos, manualidades o juegos de interior.
Hasta 15 voluntarios y voluntarias de Cruz Roja Juventud han realizado este curso de 8 horas que se complementa con 12 horas de prácticas en el proyecto con el objetivo de que, en el Hospital General Universitario de Ciudad Real –donde realizarán las prácticas- la estancia en la planta pediátrica sea más agradable y esta labor de diversión y entretenimiento pueda favorecer a la recuperación.
Este proyecto, además, es un respiro también para los cuidadores que pueden descansar por un tiempo o abstraerse de la situación.
Actualmente en la provincia hay 55 jóvenes participando en este proyecto, que se desarrolla también en el Hospital General La Mancha Centro de Alcázar de San Juan.
