Es lo que lleva haciendo desde 1997 la peña equina ‘Rocinante’. Una ruta que se desarrolla a lo largo del fin de semana y que ha congregado a más de 24 jinetes y 7 carruajes. Su presidente, Domingo Torres, se mostraba satisfecho con la acogida y celebración del 20 aniversario, además de por el buen tiempo que, a priori, les va a permitir disfrutar de esta simbólica ruta que reivindica la importancia de estas grandes máquinas hidráulicas y su restauración.
Daimiel Noticias.- A primera hora de la mañana y desde el Auditorio Municipal, más de 24 jinetes y 7 carruajes o enganches se disponían a emprender la vigésima ruta de los molinos harineros del Guadiana. Una cita especial que recorre el curso del río por los principales molinos como Griñón, La Maquina, Molemocho, Puente Navarro o Flor de Rivera, y que la peña equina ‘Rocinante’ lleva organizando desde el año 1997.
Su presidente, Domingo Torres, se mostraba satisfecho tanto por la participación registrada como por el buen tiempo, que a priori, les acompañará durante el fin de semana. Entre los participantes, no sólo caballistas daimieleños sino también aficionados llegados desde Las Casas, Villahermosa, Carrión, Urda o Torralba de Calatrava, donde Torres apuntaba que a medida que avance la jornada se irán uniendo otros jinetes y amantes del caballo.
Para festejar la efeméride la peña ha realizado unas camisetas conmemorativas y sobre todo, según adelantaba Torres, “la viviremos en familia, armonía y buen ambiente”. Así lo aseguraba también uno de los socios participantes, Luis Miguel Romero, que durante la parada para almorzar en Zuacorta ha señalado que lleva más de 16 años participando en esta actividad y que le encanta poder disfrutar de la naturaleza y los animales, acompañado por su familia y amigos.
Una primera parada en la que se han dado cita unas 50 personas y que poco a poco irá sumando a más comensales tanto al mediodía en Molemocho o en la cena y verbena de la noche del sábado en Zacatena. Precisamente, Romero señalaba que uno de los puntos más complejos de la ruta es preparar ese avituallamiento, no sólo para las personas, también para los animales, así como un lugar amplio e idóneo para que ellos descansen a lo largo de la ruta.
La ruta concluirá en la tarde del domingo tras haber recorrido el camino hasta Flor de Rivera y comer en la ermita de Nuestra Señora Virgen de las Cruces, lugar desde donde regresarán a Daimiel bien avanzada la tarde.
Simbólica ruta que pretende reivindicar la importancia de estas grandes máquinas hidráulicas y su restauración. En este punto el presidente de ‘Rocinante’ ha destacado que durante este tiempo se han restaurado molinos en ruinas como el de Molemocho o el de Puente Navarro, “esperando que próximamente el de Griñón corra la misma suerte que los anteriores”.