El Auditorio Municipal “Pedro Almodóvar” de Puertollano se convirtió en una improvisada sala de baile el pasado jueves 6 de abril cuando la Banda del Conservatorio Profesional de Música de la localidad concluía el Concierto de Primavera con una interpretación impresionante de Pájaros de Brasil, obra del neerlandés Kees Vlak.
Y no nos referimos a que hubiesen desaparecido las butacas del auditorio, sino que el público que abarrotaba la sala no podía estarse quieto ante la intesidad rítmica y tímbrica que la banda estaba desplegando sobre el escenario. Las caras de felicidad se contagiaban desde el escenario a la sala y viceversa y cuando el concierto terminaba, Fco. José Velasco, director de la agrupación, no tuvo otra elección que pedir los musicos que tocasen una vez más a modo de propina el último de los tres números de la ya mencionda obra de Vlak.
Pero esto fue el final de un concierto en el que las diferentes agrupaciones del “Pablo Sorozábal” no escatimaron esfuerzos a la hora de agradar a todas las personas que decidieron acercarse a disfrutar con la música de los jovenes del centro. El concierto empezó con los más pequeños del Conservatorio sobre el escenario. La Orquesta de Cuerda dirigida por Andrea Henríquez interpretó tres breves piezas en las que el humor no dejó de estar presente tal y como suele ser habitual haciendo uso no sólo de la música, sino de otros aspectos como las luces. Fue entonces el turno de los componentes de la Banda de Enseñanzas Elmentales que bajo la dirección de José Ramón Campos interpretaron piezas del también neerlandés Jacob de Haan y José Aparicio Peiró entre otros.
Después de la intervención de los más pequeños le tocó el turno a los alumnos que cursan las Enseñanzas Profesionales, en primer lugar con la Orquesta Sinfónica y más tarde la Banda, ambas conducidas por Fco. José Velasco. La orquesta tenía un reto complicado, ya que interpretaba a dos colosos del repertorio del siglo XIX como Franz Schubert y la Danza Macabra de Camille Saint-Saëns. Fue con esta última pieza con la que la orquesta inició su concurso y componentes de la misma trasladaron de un modo excelente las tétricas sensaciones que este poema sinfónico compuesto en el año 1874 pretende evocar. Contrastó entonces la fenomenal Marcha Militar de Schubert en la cual las distintas secciones de la Orquesta se cedían el protagonismo haciendo alarde de un fantástico balance.
Antes de que la Banda hiciera acto de presencia en el escenario del “Pedro Almodóvar” se otorgaron los diplomas de los diferentes concursos que tuvieron lugar en el Conservatorio de Música en su Semana Cultural celebrada los primeros días de marzo. Paula Gómez Toledano obtuvo su diploma como ganadora del concurso de fotografía y a continuación se entregaron los premios del Concurso de Jóvenes Intérpretes al pianista José Mª Fernández Moreno, como ganador del concurso, y a los saxofonistas Javier Ruiz Pardo y José Mª Amarillo del Barrios, segundo y tercer premio respectivamente.
Todo estaba listo ya para que la Banda pusiese el colofón al concierto con una vibrante ejecución del cuarto movimiento de la conocidísima Sinfonía del Nuevo Mundo del autor bohemio Antonín Dvorák y la mencionada versión de Los pájaros de Brasil. El disfrute fue máximo y las ganas de seguir escuchando música se hacía presente en las calurosas ovaciones tributadas a cada una de las interpretaciones.