La deuda pública de Castilla-La Mancha ha crecido desde el inicio de esta Legislatura, en junio de 2015, menos de lo que lo ha hecho la media de las comunidades autónomas. Así se pone de manifiesto en los datos oficiales sobre la deuda trimestral de las Administraciones Públicas que ha publicado el Banco de España, según los cuales la deuda pública de Castilla-La Mancha ha crecido, en porcentaje sobre el PIB, siete décimas entre el segundo trimestre de 2015 y el cuarto trimestre de 2016.
En ese mismo periodo, de acuerdo con las cifras oficiales, el crecimiento medio de la deuda en el conjunto de España ha sido de 1,1 puntos, es decir, cuatro décimas por encima del incremento en la región.
Por otra parte, el crecimiento de la deuda durante la anterior Legislatura representa una variación interanual del 19 por ciento, mientras que en la actual, en el primer año y medio del Gobierno de Emiliano García-Page, la variación interanual ha sido del 4,6 por ciento. Estas cifras indican que con el actual Ejecutivo castellano-manchego la deuda crece cuatro veces menos de lo que lo hacía entre 2011 y 2015.
Además, el Gobierno de Castilla-La Mancha tiene que abonar este año tres millones de euros al día por amortización de la deuda contraída en la anterior legislatura.
El control de las finanzas públicas de la Administración regional por parte del Gobierno de Emiliano García-Page ha permitido que el periodo medio de pago a proveedores en dos años se haya reducido en 25 días, dado que en enero de 2015 se tardaba 36 días en abonar las facturas a los proveedores, superando el plazo legal de pago, y en el mismo mes de este año tan sólo 11 días, la cifra más baja desde que hay registro.
Además, tal como anunció esta semana el Ministerio de Hacienda y Función Pública, Castilla-La Mancha cumplió en 2016 el objetivo de déficit fijado para las comunidades autónomas.
Este cumplimiento ha sido posible gracias a la reducción del déficit en un punto en un año, pasando del 1,7 por ciento del PIB en 2015 al 0,7 por ciento en 2016.
En este periodo, Castilla-La Mancha redujo un 56 por ciento la necesidad de financiación, al pasar de 628 millones de euros en diciembre de 2015 a 275 millones al término del pasado ejercicio, el primero completo del Ejecutivo de García-Page.