El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, propondrá a los grupos políticos con representación en las Cortes regionales que el Estatuto de Castilla-La Mancha blinde por ley tanto las instalaciones como los servicios de la sanidad pública de la región.
Así lo ha avanzado García-Page durante la visita que ha realizado a las mejoras efectuadas en los últimos meses en el Hospital General de Villarrobledo (Albacete); un acto en el que el presidente regional ha estado acompañado, entre otros, por el consejero de Sanidad, Jesús Fernández Sanz; el delegado de la Junta en la provincia, Pedro Antonio Ruiz; y el alcalde de Villarrobledo, Alberto González.
“Aquí hay que evitar el lucro y debe primar el interés público” y no permitir que, por ejemplo, la realización de un TAC o una prueba médica dependan de “que un gerente cobre en función de las pruebas o el personal que se ahorra”, ha hecho hincapié el presidente regional.
En este sentido, el presidente García-Page ha comprometido la viabilidad tanto del Hospital General de Villarrobledo como de toda la sanidad pública de la región, en contraposición a los planes de privatización del Ejecutivo anterior. Como ejemplo, ha adelantado que Villarrobledo contará con un segundo centro de salud, cuyos primeros pasos se darán este año con la redacción del proyecto y cuya dotación presupuestaria se plasmará principalmente en 2018.
Aumento del gasto militar
Al hilo de estas declaraciones, el presidente del Ejecutivo autonómico ha lamentado el incremento hasta el 2 por ciento del PIB en el gasto militar que ha comprometido la ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal, al Gobierno de Estados Unidos, después de haber sido responsable directa del recorte de hasta el 40 por ciento de la sanidad pública de Castilla-La Mancha.
“Me parece bastante discutible que la misma persona que recortó el 40 por ciento del sistema sanitario de Castilla-La Mancha”, haya aprovechado uno de sus primeros viajes internacionales como ministra de Defensa a Estados Unidos “para ponerse a las órdenes de Trump”, ha lamentado García-Page.
En este sentido, ha manifestado la necesidad de que haya “una exigencia de explicaciones en el Congreso de los Diputados”, ante un aumento del gasto militar que García-Page, ha asegurado, “no es una prioridad nacional”.
Pacto Nacional del Agua
En otro orden de cosas, el presidente de Castilla-La Mancha ha hecho referencia a la propuesta de PSOE, PP y Ciudadanos de la Región de Murcia requiriendo una redotación del agua trasvasada desde el Tajo al Segura a través del futuro Pacto Nacional del Agua.
García-Page ha asegurado que, en el fondo, esta petición pone de manifiesto que “el Tajo está exhausto” y que lo que ha hecho la Asamblea Regional de Murcia es poner “fecha de caducidad” al trasvase “tal y como lo conocemos” y dejar claro que “nunca hubo un acuerdo” sino “una enorme mentira y una traición a Castilla-La Mancha”, en referencia al Memorándum del Tajo-Segura.
El presidente regional ha vuelto a reclamar “consenso y diálogo” a la hora de abordar un futuro Pacto Nacional del Agua, al mismo tiempo que ha rechazado “el camino de la imposición” por el que, ha recalcado, “no vamos a ninguna parte”. En la misma línea, se ha mostrado contrario a “seguir esquilmando el Tajo, a dar otro tajo al Tajo y otros ríos de España”, como el Duero o el Ebro. “Nunca vamos a permitir que haya un segundo trasvase o que se plantee en otros ríos”, ha sentenciado García-Page.
Asimismo, el presidente de Castilla-La Mancha ha vuelto a pedir que se aprovechen las depuradoras y desaladoras en las que se llegaron a invertir más de 500 millones de euros como fuente para la obtención de recursos hídricos en el Levante español.
“Celebro que la clase política murciana reconozca que el Tajo está seco; que en el Tajo no hay agua como no la hay en el Júcar y como no la que hay en ningún río” en comparación “con la que hay en el mar”, en cuyo proceso de desalación “nos hemos gastado una millonada” en infraestructuras “que están muertas de risa”.
