Casimiro Sánchez Calderón.- El Partido Ibérico (íber) no tiene poder, ni lo necesita; el Partido Ibérico (íber) no es poder, es la palanca que mueve al poder. En la reducida actividad de su aún más corta vida, ha demostrado ir por delante de los tiempos y las necesidades. Hay quienes reducen el poder a la representatividad, al número de votos o a los asistentes de las manifestaciones.
El poder no es poder si no va acompañado de la sabiduría, y la acción que consigue el poder o se deriva del ejercicio del poder tampoco es nada si no es una acción con conocimiento, nacida de la reflexión y la cordura.
La escasa formación política reflejo de siglos de oscurantismo y carencia de la acción política en democracia, crea en el mundo occidental una situación de mediocridad que las masas aceptan y de las que los políticos nos aprovechamos. La mediocridad triunfa en política porque el político cuenta de antemano con la escasa exigencia del ciudadano y porque procura cambiar de cargo a menudo para que se le perdonen los errores, de concejal se pasa a alcalde, de alcalde a diputado regional o consejero, de consejero a diputado nacional, luego están las eléctricas o los bancos, etc., etc. etc.
Al Partido Ibérico (íber) se le desprecia y critica porque ha descubierto que una autovía que era imprescindible para cuatro comarcas de la España abandonada había desaparecido de los planes del Ministerio. La opción-sur de la Autovía Valencia-Lisboa, que se consiguió a finales de los años noventa después de duras manifestaciones de las Comarcas de Puertollano, Los Pedroches, La Serena y Almadén, nos enteramos, gracias al Partido Ibérico (íber), un partido sin representación, un partido sin poder, un partido sin relaciones en el Ministerio de Fomento, un partido sin diputados nacionales, etc. que ya no iba por el sur, sino por el norte y que, además, había dotación presupuestaria para hacerlo. ¿Cómo no se enteraron los diputados nacionales de los demás partidos que sí se habían presentado a las elecciones y tenían representación en Las Cortes y multitud de técnicos afines en los ministerios?
Esos grandes errores del poder, esa falta de complementariedad entre representatividad y eficacia del poder, es la que nos frena a los del Íber para presentarnos a las elecciones: caeríamos en los mismos abismos, porque desgraciadamente hemos cambiado muy pocos hábitos de la política anterior.
Por tanto, seguiremos sin poder, sin representatividad, pero, eso sí, seguiremos siendo la palanca que mueva al poder y le haga reaccionar, la palanca que advierta a los de la representatividad que están ocurriendo cosas a su alrededor de las que no se enteran, la palanca que muestre a los ciudadanos la verdad de los acontecimientos, los peligros de instalarse en la rutina, en fin, aplicando la sabiduría y la verdad a la política.
No somos poder, somos palanca.
Casimiro si lo saben y bien sabido que lo tienen, pero meten la cabeza debajo del ala y no hacen nada.
Su prioridad es, por encima de cualquier proyecto que beneficie a los que los han elegido para que así lo hagan, es su carrera política y conseguir esa meta que persiguen caiga qui caiga y a costa de lo que haga falta.
Que se hunde en la miseria Puertollano, no importa yo continuo con mi carrera política y a ver si llego a cosejero de esa eléctrica o banco que es mi verdadera meta.